Por Sergio Barranco 

La habitual incertidumbre de todo Valduparense, además de los distintos problemas que afronta el rompecabezas de la administración municipal, hay uno, que tiene un escenario que imposibilita que se deje en el olvido, y que su reclamo sea permanente, tal es el caso del transporte en nuestro ciudad, a pesar de ser un tema tan trillado y sonado, vale la pena tenerlo presente, sobretodo porque hoy nos encontramos con unos Sistemas Masivos de Transporte en Colombia a punto de quiebra, por distintas circunstancias, entre esas, por la falta de un adecuado diseño urbanístico y la competencia con el transporte informal, son unos de los puntos álgidos que han sido de estudio, a la expectativa de soluciones. 

En nuestro municipio, hay un ente operador a quien le corresponde la ejecución de un Sistema Integrado de Transporte para Valledupar, SIVA, cuyas siglas se han prestado para que los ciudadanos a través de su descontento lo apoden como el SI VACILA, haciendo honor a esa jovialidad Caribe. El SIVA desde su creación había sido desconocida su función y las actividades que emprendía, nunca se insistió, sino hasta ahora, al ver la necesidad incesante y ese querer del pueblo, además la presión de la comparación con otras ciudades de la región, a las cuales, se le aplaude su dinamismo, como lo son Transmetro, en Barranquilla, Transcaribe, en Cartagena, producto de las exigencias de un Gobierno que las cataloga como ciudades principales, es por eso que Valledupar, no se debe quedar atrás, y se tienen que sacar conclusiones sobre el panorama que afrontan estas urbes, en el tema de viabilidad, gestión e inserción de un Sistema Estratégico de Transporte, que la experiencia pueda servir de guía y nos oriente a garantizar un buen servicio, de tal manera que no vale ninguna excusa para continuar con esta marcha gradual.

Es de reconocer que el proyecto del SIVA, ha sido objeto de estudio, por conocedores en el tema,  como es la Universidad Nacional, asociado en el diseño para Medellín (Área Metropolitana), que han analizado la parte tecnológica, financiera y legal, a la que se recurrirá en los procesos de contratación, un plan de movilidad y sus acciones estratégicas de transito y control, medio ambiente y cultura ciudadana, sin embargo opino sin ser un experto, la obligación de cimentar obras en los tramos que padecen problemas de congestión que originen un colapso a mediano plazo, y no la de construir arterias que no tienen ningún provecho. En definitiva, es indispensable la atención a lo que realmente amerita, así sabremos sortear los obstáculos que se puedan presentar, lo conveniente es no caer en indecisiones, puesto que la urgencia es manifiesta y el tiempo apremia.