Lo mataron junto con dos empleados tras salir a cobrar un dinero en Tamalameque
Los cuerpos de las tres víctimas fueron encontrados, en la mañana de ayer, en zona rural de Tamalameque.
Sobre una carretera terciaria fueron asesinados el comerciante Heider Rodríguez Quiñones junto con sus dos empleados, Héctor José Liendo Flores y Carlos Enrique Rodríguez Aguilar, en un ataque a bala en el corregimiento Las Brisas, jurisdicción de Tamalameque, Cesar.
Eran cerca de las 9:00 de la mañana de este miércoles cuando el violento escenario fue captado por los habitantes de la zona quienes llamaron a la Policía Nacional.
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Los cuerpos estaban maniatados, con los ojos vendados y tendidos al lado de una motocicleta marca Yamaha de placas HQD-27C, la cual se encuentra incinerada.
De acuerdo al reporte de la Policía los tres sufrieron distintas heridas: Heider Rodríguez, presentaba tres impactos de bala en la cabeza del lado izquierdo; Héctor José Liendo recibió uno en la espalda, otro en el estómago y dos en el lado derecho de la cabeza; y finalmente Carlos Enrique Rodríguez tenía un disparo en la mejilla izquierda y una herida por arma blanca en el cuello.
“Aparecieron las tres personas muertas, en este momento estamos en indagaciones, dos de ellos son venezolanos y uno es colombiano. El colombiano vivía ahí en el Banco (Magdalena) y los otros trabajaban con él”, expresó el teniente coronel Fredy Delgado Cáceres, comandante operativo del Departamento de Policía Cesar.
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“SALIERON A COBRAR”
El comerciante Heider Rodríguez, de 30 años, era propietario del establecimiento ‘El Gordo’ ubicado en el municipio del Banco y aparentemente es ultimado tras salir a cobrar un dinero producto de las cervezas que vendía en la zona.
“Él (Heider Rodríguez) salió a cobrar una plata y no entendemos como fue a dar para allá, en chanclas. Los venezolanos que estaban con él apenas tenían 15 días de haber llegado a este territorio y trabajaban en la venta de cervezas”, dijo Carmen Cristo, sobrina de la esposa del fallecido.
Explicó además que la última vez que vieron con vida a Rodríguez fue cuando almorzó en su casa localizada en el barrio Manzanares Uno e indicó que saldría a cobrar.
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“Ellos (los empleados) acababan de llegar de Venezuela y estaban buscando trabajo porque estaban durmiendo en la calle, pasando hambre, tenían 15 días de haber llegado al pueblo. Él les brindó el apoyo de dejarlos allá (negocio), darles una posada y un pequeño trabajo porque tampoco es que fuera una venta grande de cervezas”, acotó la mujer.
POR MARLLELYS SALINAS M. / EL PILÓN
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