No pueden ser más preocupantes el diagnóstico para el programa ‘Colegios Seguros’ que pusieron en marcha las autoridades en Aguachica, para controlar el porte de armas y la comercialización y el consumo de droga en los centros educativos.
Por Alvaro Lora García
[email protected]
[email protected]
No pueden ser más preocupantes el diagnóstico para el programa ‘Colegios Seguros’ que pusieron en marcha las autoridades en Aguachica, para controlar el porte de armas y la comercialización y el consumo de droga en los establecimientos educativos de la ciudad.
Según el informe suministrado por las autoridades, en una revisión realizada en días anteriores varios fueron los estudiantes de un poco más de 15 centros educativos de Aguachica, que les fueron encontrados objetos no permitidos.
“La pregunta que salta a la vista es obvia, ¿qué hace un estudiante de colegio de 15 ó 16 años o de menos, con un arma cortopunzante en su maletín o en su pupitre un día de clase y en horarios de estudio? ¿Qué clase de personas estamos formando en nuestros centros educativos y qué tipo de problemas son los que estos muchachos están incubando allí, que los tienen que resolver de manera violenta?; porque no seremos tan ingenuos de pensar que estos jóvenes van armados al colegio para defenderse a la salida de los atracadores, o para espantar a los jíbaros y vendedores de droga que los esperan en la puerta de los centros educativos, o para evitar que les pase algo en el camino de regreso a sus casas”, precisó un docente que requirió se omitiera su nombre.
“Un muchacho que a la edad de 13 ó 14 años comercializa o consume drogas psicoactivas y de paso tiene en su morral un arma para resolver por este método las diferencias que pueda tener con sus compañeros de clase o con los profesores, es un delincuente en potencia, sino es que ya lo es, que con seguridad lejos de serle útil a la sociedad, va a ser en muy corto plazo un grave problema para ella y un peligro para los demás”, puntualizó el profesor.
Por lo anterior, según algunos docentes de las diferentes jornadas académicas, es tan importante, primero que el programa de ‘Colegios Seguros’ y las medidas de requisar y controlar a los estudiantes se hagan permanentemente y se extiendan a todos los colegios y escuelas del sur de Cesar, y segundo, que paralelo a esto se emprenda una campaña con los padres de familia y familiares de los estudiantes dirigida a proscribir esta pésima costumbre, pero también a prevenir desde los hogares el consumo no solamente de drogas sino de alcohol, cigarrillos y demás sustancias que tanto mal le hacen a los jóvenes.
En la medida en que este loable propósito de controlar a los estudiantes se pueda complementar con otro que involucre a sus hogares, con seguridad según la fuente, se van a tener mejores resultados en menos niños alcohólicos y drogadictos y muchos menos jóvenes delincuentes, y por supuesto, en más hombres útiles a la sociedad y al país.
No pueden ser más preocupantes el diagnóstico para el programa ‘Colegios Seguros’ que pusieron en marcha las autoridades en Aguachica, para controlar el porte de armas y la comercialización y el consumo de droga en los centros educativos.
Por Alvaro Lora García
[email protected]
[email protected]
No pueden ser más preocupantes el diagnóstico para el programa ‘Colegios Seguros’ que pusieron en marcha las autoridades en Aguachica, para controlar el porte de armas y la comercialización y el consumo de droga en los establecimientos educativos de la ciudad.
Según el informe suministrado por las autoridades, en una revisión realizada en días anteriores varios fueron los estudiantes de un poco más de 15 centros educativos de Aguachica, que les fueron encontrados objetos no permitidos.
“La pregunta que salta a la vista es obvia, ¿qué hace un estudiante de colegio de 15 ó 16 años o de menos, con un arma cortopunzante en su maletín o en su pupitre un día de clase y en horarios de estudio? ¿Qué clase de personas estamos formando en nuestros centros educativos y qué tipo de problemas son los que estos muchachos están incubando allí, que los tienen que resolver de manera violenta?; porque no seremos tan ingenuos de pensar que estos jóvenes van armados al colegio para defenderse a la salida de los atracadores, o para espantar a los jíbaros y vendedores de droga que los esperan en la puerta de los centros educativos, o para evitar que les pase algo en el camino de regreso a sus casas”, precisó un docente que requirió se omitiera su nombre.
“Un muchacho que a la edad de 13 ó 14 años comercializa o consume drogas psicoactivas y de paso tiene en su morral un arma para resolver por este método las diferencias que pueda tener con sus compañeros de clase o con los profesores, es un delincuente en potencia, sino es que ya lo es, que con seguridad lejos de serle útil a la sociedad, va a ser en muy corto plazo un grave problema para ella y un peligro para los demás”, puntualizó el profesor.
Por lo anterior, según algunos docentes de las diferentes jornadas académicas, es tan importante, primero que el programa de ‘Colegios Seguros’ y las medidas de requisar y controlar a los estudiantes se hagan permanentemente y se extiendan a todos los colegios y escuelas del sur de Cesar, y segundo, que paralelo a esto se emprenda una campaña con los padres de familia y familiares de los estudiantes dirigida a proscribir esta pésima costumbre, pero también a prevenir desde los hogares el consumo no solamente de drogas sino de alcohol, cigarrillos y demás sustancias que tanto mal le hacen a los jóvenes.
En la medida en que este loable propósito de controlar a los estudiantes se pueda complementar con otro que involucre a sus hogares, con seguridad según la fuente, se van a tener mejores resultados en menos niños alcohólicos y drogadictos y muchos menos jóvenes delincuentes, y por supuesto, en más hombres útiles a la sociedad y al país.