Y ADEMÁS…

ALBERTO HERAZO PALMERA

Estudios realizados recientemente nos indican que hay un alto índice de población denominadas minusválidas o discapacitadas, debido a las restricciones o ausencia de capacidad de tipo físico, mental y sensorial (visión y audición). A esta situación se suman las dificultades para lograr su desarrollo individual y social.
Son evidentes las barreras especiales en el hogar, en el medio urbano y en el rural al cual pertenecen; las dificultades de aceptación en el seno familiar, el rechazo individual por parte de la sociedad en general que impide a la persona a acceder a los sitios de formación, capacitación, empleo y recreación a que todo ciudadano tiene derecho.
El proceso de rehabilitación, visto de manera integral, permite que las personas con limitaciones alcancen los más altos niveles funcionales posibles y se integren a la sociedad a la cual pertenecen, gracias a un proceso en el cual se combinan y coordinan actividades de tipo médico, educativo, social y profesional. El modificar la situación existente y propender por un mejor entorno no se soluciona con leyes o decretos punitivos o que busquen incentivos. Tampoco con normas o pautas estrictas de diseño. El proceso de rehabilitación integral será posible en la medida que la población adquiera conciencia sobre la problemática a que se ven enfrentadas las personas con limitaciones para su vinculación al desarrollo social, cultural, económico y político.
Aquí es donde surge la necesidad de vincular profesionales de la arquitectura al conocimiento de los problemas que afectan a este grupo específico de población y al estudio conjunto de las posibles soluciones sobre aspectos que tienen que ver con la movilidad y el desplazamiento del individuo en su entorno inmediato y –además-, en buscar una verdadera integración social y laboral a la cual pertenecen.
Se supone que la formación profesional del arquitecto, lo posibilita para estudiar, comprender y responder a las necesidades espaciales y ambientales del ser humano, a través de procesos tales como la planeación urbana, el diseño arquitectónico de elementos y la construcción.
El arquitecto debe ubicarse para su desempeño profesional en cualquiera de las distintas fases, sin perder la perspectiva global del proceso.
De la visión de conjunto, dependerá sin lugar a dudas el éxito de su labor y el resultado de su trabajo.
ALGUNAS COSITAS
Las familias que hoy habitamos alrededor de la Plaza Alfonso López estamos protestando enérgicamente por la estadía de familias desplazadas que hace más de 10 días ocupan este lugar sin solución alguna. Ya los olores a orines no lo soportamos. Afortunadamente son personas pacíficas, que no son altaneras, no echan discursos, ni pelean con la policía, no bloquean el tránsito, solamente esperan alguna solución a sus problemas de vivienda. Se les nota la angustia en sus caras, muchas de ellas llevan niños de brazos, qué infamia. Sólo les estoy haciendo un llamado a las autoridades para que encaren este problema y le den solución inmediata pues la paciencia se agota, evitemos una tragedia.
Delicada la situación que se presenta con el río Guatapurí con el proyecto Casas de Campo en Zona Forestal y quiero solicitarles a las entidades que tienen que ver con esto que tomen atenta nota de esto y que a pesar de que cumple los requisitos no está de más que la Corporación Autónoma Regional del Cesar, y su nuevo director Kaleb Villalobos Brochet, intervenga en esto y sea su primer acto de gobierno, al igual a la oficina de Planeación Municipal que tanta crítica recibe en cuanto al control físico que primero está esto que pensar en el aeropuerto a Los Venados y finalmente invitar a los funcionarios del tránsito para que se acerquen a la Plaza Alfonso López y se den cuenta del despelote de movilidad en la Carrera 6 entre Calles 15 y 16, 8 agentes y 2 mudos y nada.
Quiero hacer pública 4 felicitaciones: la primera al Padre Jesús Alberto Torres, párroco de la Iglesia La Concepción por los actos llevados a cabo durante la visita de la Imagen Peregrina de Nuestra Señora de Fátima, la segunda a la Sociedad Colombiana de Arquitectos –Cesar-, por la conmemoración de sus 40 años de constituida y a su actual presidente Héctor Cáliz Mercado, al actual secretario de gobierno municipal Carlos Felipe Quintero, por su receptividad a las solicitudes que se le hacen, por su preparación, inteligencia y deseos de servicio a la ciudad. Al columnista y amigo Jacobo Solano Cerchiaro por su gran aporte a la cultura de la historia del folclor vallenato con el lanzamiento del libro Juglares Contemporáneos.
POSTDATA
Sigo protestando por la inseguridad y por el atentado que fue víctima el distinguido amigo José Campo Ramírez.