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Editorial - 9 junio, 2012

Claros y oscuros de la economía colombiana

Esta semana se realizó en Cartagena la Cuadragésima Séptima Convención de la Asociación Bancaria, uno de los eventos más importantes del país por la importancia estratégica de ese sector y la radiografía que se hace - en el mismo- de la economía nacional y el contexto internacional.

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Esta semana se realizó en Cartagena la Cuadragésima Séptima Convención de la Asociación Bancaria, uno de los eventos más importantes del país por la importancia estratégica de ese sector y la radiografía que se hace – en el mismo- de la economía nacional y el contexto internacional.

En esta ocasión, también, en la Convención Bancaria se hizo un análisis de la coyuntura económica del país, del contexto internacional y su impacto en la Nación, como también de los aspectos positivos y los retos que le depara el futuro económico a Colombia.

Se ratificó que la economía colombiana pasa por un buen momento, a pesar de la difícil coyuntura internacional generada por la situación de Europa y de los Estados Unidos, la primera más grave que la segunda, que han producido un frenazo en la economía mundial. El país sigue presentando buenas cifras en materia de crecimiento económico, superior al 5 por ciento en 2011, una inflación bajo control y un desempleo en descenso (10,9%), a pesar que su tasa es alta en comparación con el resto de América Latina.

El Presidente de la República, Juan Manuel Santos Calderón, quien instaló la 47ª Convención Bancaria, destacó, como es obvio, el bueno momento económico por el que pasa el país. Además de la tasa de crecimiento del PIB, destacó que hoy nuestras exportaciones se aproximan a los 60 mil millones de dólares anuales, sigue llegando la inversión extranjera, en una magnitud de US$13.200 millones por año y el país es bien percibido en la región y el resto del mundo, como atractivo para la inversión y los negocios.

Santos aprovechó el evento para destacar la importancia de la Alianza entre Colombia, Perú, México y Chile, para mirar conjuntamente a la zona del pacífico que presenta buenas perspectivas económicas para el futuro.

La presidenta de la Asobancaria, la economista y ex ministra de Desarrollo, María Mercedes Cuéllar de Martínez, por su parte, coincidió con el gobierno en que la economía colombiana avanza por buen camino y va rumbo a consolidarse como la tercera de América Latina, luego de Brasil y México.

Sin dudas hay razones para el optimismo; pero como lo advirtió Cuéllar de Martínez, no por ello debemos olvidarnos de las tareas pendientes en materia económica, de las reformas y cambios que hay que adelantar para consolidar buenas tasas de crecimiento y lograr que los frutos de esas buenas cifras se reflejen en ingresos y bienestar para un mayor número de colombianos.

En primer lugar, el país debe intensificar las políticas y programas encaminados a luchar contra la pobreza, la indigencia y la inequidad. Además de la deuda social, estas son talanqueras a un mayor crecimiento futuro. En este sentido, la presidenta del gremio financiero, considera positiva la decisión del gobierno de invertir en cien mil viviendas gratis para familias de bajos ingresos y que, sin ese mecanismo, nunca alcanzarían a tener una casa propia.

Como también hemos abogado en estas páginas, la dirigente gremial pide políticas efectivas contra la revaluación, que atenta contra las exportaciones y el empleo; advierte – igualmente- sobre los riesgos que representa para el país la excesiva dependencia del sector minero y la necesidad de tener planes de contingencia para afrontar las consecuencias que tendrá la crisis económica de Europa en países como el nuestro.

Igualmente, abogamos por una mayor formalización de la economía nacional, por cuanto persisten muchos sectores informales, esto es mayor en regiones como la nuestra, que no declaran y pagan impuestos, que evaden la seguridad social y reconocen bajos salarios a sus trabajadores. Y finalmente, somos partidarios de una mayor efectividad del gasto social, que debe blindarse frente a la corrupción, la politiquería y la ineficiencia. Estos paradigmas también son válidos, con mucha mayor razón para el gasto social regional que no se debe desviar de sus destinatarios: los más pobres y necesitados de Valledupar y el Cesar. En materia económica, vamos por buen camino, señor Presidente Santos, pero falta mucho, mucho, por hacer.

Editorial
9 junio, 2012

Claros y oscuros de la economía colombiana

Esta semana se realizó en Cartagena la Cuadragésima Séptima Convención de la Asociación Bancaria, uno de los eventos más importantes del país por la importancia estratégica de ese sector y la radiografía que se hace - en el mismo- de la economía nacional y el contexto internacional.


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Esta semana se realizó en Cartagena la Cuadragésima Séptima Convención de la Asociación Bancaria, uno de los eventos más importantes del país por la importancia estratégica de ese sector y la radiografía que se hace – en el mismo- de la economía nacional y el contexto internacional.

En esta ocasión, también, en la Convención Bancaria se hizo un análisis de la coyuntura económica del país, del contexto internacional y su impacto en la Nación, como también de los aspectos positivos y los retos que le depara el futuro económico a Colombia.

Se ratificó que la economía colombiana pasa por un buen momento, a pesar de la difícil coyuntura internacional generada por la situación de Europa y de los Estados Unidos, la primera más grave que la segunda, que han producido un frenazo en la economía mundial. El país sigue presentando buenas cifras en materia de crecimiento económico, superior al 5 por ciento en 2011, una inflación bajo control y un desempleo en descenso (10,9%), a pesar que su tasa es alta en comparación con el resto de América Latina.

El Presidente de la República, Juan Manuel Santos Calderón, quien instaló la 47ª Convención Bancaria, destacó, como es obvio, el bueno momento económico por el que pasa el país. Además de la tasa de crecimiento del PIB, destacó que hoy nuestras exportaciones se aproximan a los 60 mil millones de dólares anuales, sigue llegando la inversión extranjera, en una magnitud de US$13.200 millones por año y el país es bien percibido en la región y el resto del mundo, como atractivo para la inversión y los negocios.

Santos aprovechó el evento para destacar la importancia de la Alianza entre Colombia, Perú, México y Chile, para mirar conjuntamente a la zona del pacífico que presenta buenas perspectivas económicas para el futuro.

La presidenta de la Asobancaria, la economista y ex ministra de Desarrollo, María Mercedes Cuéllar de Martínez, por su parte, coincidió con el gobierno en que la economía colombiana avanza por buen camino y va rumbo a consolidarse como la tercera de América Latina, luego de Brasil y México.

Sin dudas hay razones para el optimismo; pero como lo advirtió Cuéllar de Martínez, no por ello debemos olvidarnos de las tareas pendientes en materia económica, de las reformas y cambios que hay que adelantar para consolidar buenas tasas de crecimiento y lograr que los frutos de esas buenas cifras se reflejen en ingresos y bienestar para un mayor número de colombianos.

En primer lugar, el país debe intensificar las políticas y programas encaminados a luchar contra la pobreza, la indigencia y la inequidad. Además de la deuda social, estas son talanqueras a un mayor crecimiento futuro. En este sentido, la presidenta del gremio financiero, considera positiva la decisión del gobierno de invertir en cien mil viviendas gratis para familias de bajos ingresos y que, sin ese mecanismo, nunca alcanzarían a tener una casa propia.

Como también hemos abogado en estas páginas, la dirigente gremial pide políticas efectivas contra la revaluación, que atenta contra las exportaciones y el empleo; advierte – igualmente- sobre los riesgos que representa para el país la excesiva dependencia del sector minero y la necesidad de tener planes de contingencia para afrontar las consecuencias que tendrá la crisis económica de Europa en países como el nuestro.

Igualmente, abogamos por una mayor formalización de la economía nacional, por cuanto persisten muchos sectores informales, esto es mayor en regiones como la nuestra, que no declaran y pagan impuestos, que evaden la seguridad social y reconocen bajos salarios a sus trabajadores. Y finalmente, somos partidarios de una mayor efectividad del gasto social, que debe blindarse frente a la corrupción, la politiquería y la ineficiencia. Estos paradigmas también son válidos, con mucha mayor razón para el gasto social regional que no se debe desviar de sus destinatarios: los más pobres y necesitados de Valledupar y el Cesar. En materia económica, vamos por buen camino, señor Presidente Santos, pero falta mucho, mucho, por hacer.