En emergencia Sanitaria se encuentra el corregimiento de San Bernardo, jurisdicción del municipio de Pelaya en el sur de Cesar, donde la comunidad ya no aguanta los fuertes olores que expelen los manjoles que forman parte del obsoleto alcantarillado que surca las principales calles de esa población.

Sobre este delicado asunto que ya tiene a varios menores de edad con serios problemas de salud, la comunidad manifestó que desde la semana anterior que se taponó el alcantarillado, se informó a los organismos de salud del municipio de Pelaya, pero hasta la fecha no se han tomado las medidas necesarias para controlar los brotes que se vienen presentando en la comunidad a raíz del ambiente contaminado que se respira en calles de San Bernardo.

Aunque los pobladores de ese corregimiento manifiestan que la demora en la atención al problema que viene padeciendo la comunidad guarda relación con las diferencias políticas que existen entre líderes comunales en el gobierno municipal, la administración municipal afirma que todo se debe a la falta de recursos para poder solventar el inconveniente.

A consecuencia de esta contaminación ambiental que ha afectado a mas de 100 familias y a la mitad de la población, muchas personas manifestaron que de continuar el problema volverían a las tazas campesinas que se conectan a pozas sépticas porque el alcantarillado para poder mejorarlo se hace necesario remplazarlo ya que el que existe ya no sirve para nada.

Algunos pescadores expresaron que este rebosamiento del alcantarillado se debe porque todas las aguas negras llegan al caño Guatapurí y también las de la ciénaga Sahaya y cuando estos afluentes están crecidos, las aguas negras se devuelvan para las casas, provocando olores putrefactos que se sienten a kilómetros de distancia.

Manifestaron, además, que van más de dos meses que este inconveniente viene afectando a todos los habitantes del sector oriental de San Bernardo, y a medida que pasa el tiempo, la putrefacción invade a más hogares del corregimiento.

Líderes de la comunidad precisaron que los mas afectados son los Hogares de Bienestar Familiar donde aproximadamente 200 niños reciben alimentos que son pisoteados por las moscas que producen las alcantarillas.

Por su parte Luis Alfonso Salazar Martínez, habitante de San Bernardo, dijo que “lo peor del caso es que ni la Secretaría de Salud Municipal ni el Hospital Francisco Canossa, ni la Alcaldía, se han preocupado de este grave problema de salud que ya deja a varios menores con brotes en la piel”.