Por: Luis Elquis Cada año el Festival de la Leyenda Vallenata se engalana para mostrarles a todos los visitantes la grandiosa obra musical edificada por nuestros juglares. La Música Vallenata es sin duda la muestra cultural de mayor gravitación en el escenario artístico y musical de Colombia para el mundo. Este bello folclor tejido a […]
Por: Luis Elquis
Cada año el Festival de la Leyenda Vallenata se engalana para mostrarles a todos los visitantes la grandiosa obra musical edificada por nuestros juglares. La Música Vallenata es sin duda la muestra cultural de mayor gravitación en el escenario artístico y musical de Colombia para el mundo. Este bello folclor tejido a mano e ideado magistralmente por hombres de escasa formación académica, pero de mucho conocimiento intelectual para improvisar y crear obras inmortales, se constituyen en temas de disertación para exponer en foros por los estudiosos.
El país político y cultural ha aprendido a entender la transcendencia de este folclor a través de la investigación para expresar sus opiniones de manera destacada al mejor estilo de los estudiosos de la Región Caribe. Detrás de cada canción vallenata hubo una historia protagonizada por amigos del autor, sin embargo, la naturaleza y sus encantos también son motivos para trazar en un papel metáforas alegóricas que sintetizan la inspiración de los poetas labradores del campo. Esa idiosincrasia no debería tener ningún tipo de reparos, no obstante se hizo evidente cuando apenas el folclor era incipiente. No deja de ser paradójico que fueran precisamente hombres y mujeres integrantes de familias prestantes quienes tuvieron la idea de formular un proyecto que aglutinara a los exponentes del acordeón para que interpretando cuatros aires musicales se batieran en una tarima, para decidir entre todos los participantes a un Rey del Acordeón.
De potreros, valles y montañas surgió este bello folclor que siendo incipiente no tuvo acogida inmediata, sin embargo, poco tiempo después se hizo importante con la connotación que representa y diferencia a todos sus exponentes sin ningún tipo de distingo o abolengo.
La Cuadragésima Quinta Versión del Festival de la Leyenda Vallenata nuevamente se constituye como cada año a partir de la primera versión en un escenario propicio para el florecer de la integración del país al mejor estilo de los cañahuates sembrados en las montañas que rodean a nuestro Valledupar. Atrás quedaron los días de controversia que precedieron a esta fiesta, sin embargo, las polémicas deben fenecer y definir una línea de conducta que encuentre decisiones que favorezcan al Municipio y a la organización de la Fundación, pues esta amalgama garantiza el fortalecimiento de ambas instituciones.
La organización Fundación Festival de la Leyenda Vallenata en esta versión tuvo la gratitud de homenajear a CALIXTO OCHOA CAMPO, juglar nacido en Valencia de Jesús, el 14 de agosto de 1934. Revisar la obra musical de Calixto es encontrarse con éxitos continuos de un hombre de inspiración inagotable. Este homenaje es oportuno no solo por la vigencia de la vida, sino además por el inconmensurable aporte realizado al folclor vallenato. Quizás estaban en mora los integrantes de la Fundación en realizar esta ofrenda. Calixto Ochoa es un músico completo, acordeonero, cantante, compositor y Rey Vallenato en 1970; sus obras musicales fueron y siguen siendo interpretadas por los cantantes que ayudaron a engrandecer a nuestro Folclor.
Calixto Ochoa es una clara muestra de los forjadores del folclor, desde niño se escapaba de la casa y se iba a las parrandas que se hacían en las fincas del Cesar, es el fiel reflejo de los cantores campesinos sin licencia para irrumpir en las altas esferas sociales, sin embargo, a pura nota y en cada obra musical coadyuvo para que la música que viajaba entre la península de la guajira y el valle del Cacique Upar fuera consecuente con los lazos de fraternidad que une a los pueblos y a la sociedad. [email protected]
Por: Luis Elquis Cada año el Festival de la Leyenda Vallenata se engalana para mostrarles a todos los visitantes la grandiosa obra musical edificada por nuestros juglares. La Música Vallenata es sin duda la muestra cultural de mayor gravitación en el escenario artístico y musical de Colombia para el mundo. Este bello folclor tejido a […]
Por: Luis Elquis
Cada año el Festival de la Leyenda Vallenata se engalana para mostrarles a todos los visitantes la grandiosa obra musical edificada por nuestros juglares. La Música Vallenata es sin duda la muestra cultural de mayor gravitación en el escenario artístico y musical de Colombia para el mundo. Este bello folclor tejido a mano e ideado magistralmente por hombres de escasa formación académica, pero de mucho conocimiento intelectual para improvisar y crear obras inmortales, se constituyen en temas de disertación para exponer en foros por los estudiosos.
El país político y cultural ha aprendido a entender la transcendencia de este folclor a través de la investigación para expresar sus opiniones de manera destacada al mejor estilo de los estudiosos de la Región Caribe. Detrás de cada canción vallenata hubo una historia protagonizada por amigos del autor, sin embargo, la naturaleza y sus encantos también son motivos para trazar en un papel metáforas alegóricas que sintetizan la inspiración de los poetas labradores del campo. Esa idiosincrasia no debería tener ningún tipo de reparos, no obstante se hizo evidente cuando apenas el folclor era incipiente. No deja de ser paradójico que fueran precisamente hombres y mujeres integrantes de familias prestantes quienes tuvieron la idea de formular un proyecto que aglutinara a los exponentes del acordeón para que interpretando cuatros aires musicales se batieran en una tarima, para decidir entre todos los participantes a un Rey del Acordeón.
De potreros, valles y montañas surgió este bello folclor que siendo incipiente no tuvo acogida inmediata, sin embargo, poco tiempo después se hizo importante con la connotación que representa y diferencia a todos sus exponentes sin ningún tipo de distingo o abolengo.
La Cuadragésima Quinta Versión del Festival de la Leyenda Vallenata nuevamente se constituye como cada año a partir de la primera versión en un escenario propicio para el florecer de la integración del país al mejor estilo de los cañahuates sembrados en las montañas que rodean a nuestro Valledupar. Atrás quedaron los días de controversia que precedieron a esta fiesta, sin embargo, las polémicas deben fenecer y definir una línea de conducta que encuentre decisiones que favorezcan al Municipio y a la organización de la Fundación, pues esta amalgama garantiza el fortalecimiento de ambas instituciones.
La organización Fundación Festival de la Leyenda Vallenata en esta versión tuvo la gratitud de homenajear a CALIXTO OCHOA CAMPO, juglar nacido en Valencia de Jesús, el 14 de agosto de 1934. Revisar la obra musical de Calixto es encontrarse con éxitos continuos de un hombre de inspiración inagotable. Este homenaje es oportuno no solo por la vigencia de la vida, sino además por el inconmensurable aporte realizado al folclor vallenato. Quizás estaban en mora los integrantes de la Fundación en realizar esta ofrenda. Calixto Ochoa es un músico completo, acordeonero, cantante, compositor y Rey Vallenato en 1970; sus obras musicales fueron y siguen siendo interpretadas por los cantantes que ayudaron a engrandecer a nuestro Folclor.
Calixto Ochoa es una clara muestra de los forjadores del folclor, desde niño se escapaba de la casa y se iba a las parrandas que se hacían en las fincas del Cesar, es el fiel reflejo de los cantores campesinos sin licencia para irrumpir en las altas esferas sociales, sin embargo, a pura nota y en cada obra musical coadyuvo para que la música que viajaba entre la península de la guajira y el valle del Cacique Upar fuera consecuente con los lazos de fraternidad que une a los pueblos y a la sociedad. [email protected]