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Columnista - 2 marzo, 2012

Ahora para el Festival

Por: Jorge Nain La segunda estrofa del clásico paseo Oye de la autoría de Adolfo Pacheco, me ha servido para titular esta entrega, porque definitivamente: Ahora para el festival yo voy a tu tierra, pero voy acompañado por si acaso ya tengas rival ese celo pueda echar a lado. Son muchas cosas las que queremos […]

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Por: Jorge Nain
La segunda estrofa del clásico paseo Oye de la autoría de Adolfo Pacheco, me ha servido para titular esta entrega, porque definitivamente:

Ahora para el festival
yo voy a tu tierra, pero voy acompañado
por si acaso ya tengas rival
ese celo pueda echar a lado.

Son muchas cosas las que queremos hacer ahora para el festival,  pero también son muchas cosas las que queremos que no ocurran ahora para el festival y aquí va mi listado:

Ahora para el Festival no quiero que los vuelos se retrasen, cualquiera sea la causa esgrimida por las aerolíneas, que paro de los controladores, que la tripulación se fue de parranda, que hay mucho golero en el aeropuerto, que la chiva parió en el monte; en fin, cualquiera de las escusas puede conllevar que algún ejecutivo parrandero se quede sin trabajo, porque sería el colmo que habiéndole otorgado permiso jueves 26 y viernes 27 para una calamidad que se da todos los años a finales de abril, el lunes 30 no se presente a trabajar.

Ahora para el festival no quiero que la fundación organizadora venda con antelación la boletería del Parque La Leyenda a los acaparadores revendedores para que estos hagan su agosto, abusen de los turistas y se aglomeren en las vías de acceso contribuyendo con los consabidos trancones que hacen que uno llegue al coliseo cuando ya han elegido al Rey Vallenato.

Ahora para el festival no quiero que las autoridades locales otorguen permiso a empresarios irresponsables que anuncian con bombos y platillos presentarán una gama de artistas y al final nos dejan viendo un chispero, mejor dicho estafan al pueblo con la anuencia de los gobernantes.

Ahora para el festival no quiero  que la Fundación continúe de espaldas a la comunidad vallenata y ojalá pensaran en rendir cuentas públicas y le dijeran al pueblo abiertamente  a donde van a parar los recursos que deja la organización del evento folclórico más importante del País.

Ahora para el Festival no quiero que a ningún visitante le roben el celular o la billetera con la manida táctica del cosquilleo, prácticamente en las barbas de la policía con los tumultos que se arman a los ingresos de cada uno de los espectáculos.

Ahora para el festival quiero que por primera vez la Fundación entregue los premios a más tardar el lunes siguiente y no quince días después del festival, porque a aquellos ganadores que viven en ciudades  distantes de Valledupar les queda difícil quedarse todo ese tiempo o regresar a reclamarlo.

Ahora para el festival quiero que las autoridades de policía y tránsito hagan control de alcoholemia tanto en las calles, como en las vías de acceso a Valledupar, no podemos permitir que la irresponsabilidad de algunos sea causa de tanto accidente y de tragedias que fácilmente se pueden evitar.

Ahora para el festival quiero que el homenaje a Calixto Ochoa no sea solo por aparecer en la publicidad, sino que tanto la fundación como la comunidad en general le haga sentir a este talentoso hombre que el Caribe vive orgulloso de su obra, que todo los homenajes no alcanzan para expresarle la gratitud que el pueblo colombiano tiene con su talento y con la alegría que nos han otorgado sus canciones.

Ahora para el festival quiero que los compositores que concursen tengan más creatividad en las canciones inéditas, que los temas recurrentes y repetitivos sean la excepción y no la regla, como ocurre casi siempre.

Ahora par el festival quiero que la Fundación piense más en facilitarle el trabajo a todos aquellos periodistas que cubrimos el evento, que nos otorguen mejor ubicación, confortables asientos y especialmente mejor manera de acceder a la información y boletines de última hora que produce la organización.

Ahora para el festival quiero que los artistas le aumenten los honorarios a los músicos acompañantes, no es justo que a un cajero o guacharaquero le sigan pagando irrisorios trescientos mil pesos por presentación, mientras el cantante y el acordeonero se quedan con diez o veinte millones por baile.

COLOFÓN:

A buena hora en editorial de este diario se ha coadyuvado la propuesta presentada por el columnista Juan Carlos Castro Arias, en el sentido de iniciar la tarea de conseguir recursos entre muchas instituciones, públicas y privadas, entre ellas la Fundación de Leyenda Vallenata, con una serie de actividades que permitan ayudar económicamente a un grupo de verdaderos juglares nuestros que no obstante sus valiosos aportes culturales, sobreviven en medio de penurias, propongo que sea el diario El Pilón quien lidere esta iniciativa y organicemos La Gran Parranda de Juglares, en el marco del Festival, se les contrate para que hagan sus presentaciones y además todas la utilidades se distribuyan equitativamente entre ellos.

[email protected]

Columnista
2 marzo, 2012

Ahora para el Festival

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jorge Nain

Por: Jorge Nain La segunda estrofa del clásico paseo Oye de la autoría de Adolfo Pacheco, me ha servido para titular esta entrega, porque definitivamente: Ahora para el festival yo voy a tu tierra, pero voy acompañado por si acaso ya tengas rival ese celo pueda echar a lado. Son muchas cosas las que queremos […]


Por: Jorge Nain
La segunda estrofa del clásico paseo Oye de la autoría de Adolfo Pacheco, me ha servido para titular esta entrega, porque definitivamente:

Ahora para el festival
yo voy a tu tierra, pero voy acompañado
por si acaso ya tengas rival
ese celo pueda echar a lado.

Son muchas cosas las que queremos hacer ahora para el festival,  pero también son muchas cosas las que queremos que no ocurran ahora para el festival y aquí va mi listado:

Ahora para el Festival no quiero que los vuelos se retrasen, cualquiera sea la causa esgrimida por las aerolíneas, que paro de los controladores, que la tripulación se fue de parranda, que hay mucho golero en el aeropuerto, que la chiva parió en el monte; en fin, cualquiera de las escusas puede conllevar que algún ejecutivo parrandero se quede sin trabajo, porque sería el colmo que habiéndole otorgado permiso jueves 26 y viernes 27 para una calamidad que se da todos los años a finales de abril, el lunes 30 no se presente a trabajar.

Ahora para el festival no quiero que la fundación organizadora venda con antelación la boletería del Parque La Leyenda a los acaparadores revendedores para que estos hagan su agosto, abusen de los turistas y se aglomeren en las vías de acceso contribuyendo con los consabidos trancones que hacen que uno llegue al coliseo cuando ya han elegido al Rey Vallenato.

Ahora para el festival no quiero que las autoridades locales otorguen permiso a empresarios irresponsables que anuncian con bombos y platillos presentarán una gama de artistas y al final nos dejan viendo un chispero, mejor dicho estafan al pueblo con la anuencia de los gobernantes.

Ahora para el festival no quiero  que la Fundación continúe de espaldas a la comunidad vallenata y ojalá pensaran en rendir cuentas públicas y le dijeran al pueblo abiertamente  a donde van a parar los recursos que deja la organización del evento folclórico más importante del País.

Ahora para el Festival no quiero que a ningún visitante le roben el celular o la billetera con la manida táctica del cosquilleo, prácticamente en las barbas de la policía con los tumultos que se arman a los ingresos de cada uno de los espectáculos.

Ahora para el festival quiero que por primera vez la Fundación entregue los premios a más tardar el lunes siguiente y no quince días después del festival, porque a aquellos ganadores que viven en ciudades  distantes de Valledupar les queda difícil quedarse todo ese tiempo o regresar a reclamarlo.

Ahora para el festival quiero que las autoridades de policía y tránsito hagan control de alcoholemia tanto en las calles, como en las vías de acceso a Valledupar, no podemos permitir que la irresponsabilidad de algunos sea causa de tanto accidente y de tragedias que fácilmente se pueden evitar.

Ahora para el festival quiero que el homenaje a Calixto Ochoa no sea solo por aparecer en la publicidad, sino que tanto la fundación como la comunidad en general le haga sentir a este talentoso hombre que el Caribe vive orgulloso de su obra, que todo los homenajes no alcanzan para expresarle la gratitud que el pueblo colombiano tiene con su talento y con la alegría que nos han otorgado sus canciones.

Ahora para el festival quiero que los compositores que concursen tengan más creatividad en las canciones inéditas, que los temas recurrentes y repetitivos sean la excepción y no la regla, como ocurre casi siempre.

Ahora par el festival quiero que la Fundación piense más en facilitarle el trabajo a todos aquellos periodistas que cubrimos el evento, que nos otorguen mejor ubicación, confortables asientos y especialmente mejor manera de acceder a la información y boletines de última hora que produce la organización.

Ahora para el festival quiero que los artistas le aumenten los honorarios a los músicos acompañantes, no es justo que a un cajero o guacharaquero le sigan pagando irrisorios trescientos mil pesos por presentación, mientras el cantante y el acordeonero se quedan con diez o veinte millones por baile.

COLOFÓN:

A buena hora en editorial de este diario se ha coadyuvado la propuesta presentada por el columnista Juan Carlos Castro Arias, en el sentido de iniciar la tarea de conseguir recursos entre muchas instituciones, públicas y privadas, entre ellas la Fundación de Leyenda Vallenata, con una serie de actividades que permitan ayudar económicamente a un grupo de verdaderos juglares nuestros que no obstante sus valiosos aportes culturales, sobreviven en medio de penurias, propongo que sea el diario El Pilón quien lidere esta iniciativa y organicemos La Gran Parranda de Juglares, en el marco del Festival, se les contrate para que hagan sus presentaciones y además todas la utilidades se distribuyan equitativamente entre ellos.

[email protected]