Entre Otras Cosas…. Por: Dario Arregoces Dos hechos contradictorios, se registraron esta semana, que bien vale la pena analizar con todo el rigor del caso. El primero de ellos fue la petición que Uribe Vélez, le hace al presidente Santos para que intervenga en favor del ex comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo, investigado por […]
Entre Otras Cosas….
Por: Dario Arregoces
Dos hechos contradictorios, se registraron esta semana, que bien vale la pena analizar con todo el rigor del caso. El primero de ellos fue la petición que Uribe Vélez, le hace al presidente Santos para que intervenga en favor del ex comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo, investigado por la Fiscalía General de la Nación, por las llamadas “falsas desmovilizaciones” y que respondió el Ministro del Interior Vargas Lleras, en el sentido que el Gobierno reitera que la autonomía y la independencia de la Rama Judicial, de la Fiscalía General de la Nación y de los Organismos de Control, le impiden a cualquier funcionario intervenir y que este Gobierno se ha abstenido en el pasado de calificar providencias judiciales y no lo haremos cuando cursa una investigación en la Fiscalía General de la Nación.
El segundo hecho, siguiendo el orden cronológico, que contrasta con lo anterior, tuvo ocurrencia a los pocos días, cuando en el lanzamiento del programa: Educación gratuita, el Presidente Santos descalificó públicamente el fallo proferido por el Tribunal Superior de Bogotá, en virtud del cual se confirma la sentencia a treinta años de prisión contra el coronel(r) Luis Alfonso Plazas Vega, y se solicita a la Corte Penal Internacional, investigue al ex presidente Belisario Betancur, por la toma del Palacio de Justicia, ocurrida el 6 de Noviembre de 1985. Es por lo menos discutible el citado fallo, en lo referente a trasladar la competencia de Colombia como país libre y soberano a un organismo internacional, cuando se supone que la jurisdicción internacional por tener el carácter de complementaria, no puede suplir la jurisdicción nacional, más cuando estos hechos todavía son materia de investigación. Ahora bien otro aspecto importante a tener en cuenta es que el Estatuto de Roma, suscrito por Colombia como Estado Parte, entró en vigencia para Colombia el 1º de Noviembre de 2002 y la toma del Palacio de Justicia, tuvo lugar mucho antes -6 de Noviembre de 1985-, luego en mi sentir el Estatuto de Roma tendría efectos hacia el futuro, que no retroactivamente.
Pero volvamos a lo dicho por Santos y preguntémonos socráticamente, si dichas declaraciones eran necesarias. ¿Es que acaso contra los fallos proferidos por un Juez o Tribunal, no caben los recursos de ley? Preguntémonos también sí es procedente que el Presidente Santos, como cabeza de la Rama Ejecutiva, entre a descalificar un fallo proferido por un Juez o Tribunal de la República? No sería esta una injerencia indebida a la Rama Jurisdiccional, cuyo funcionamiento es independiente, autónomo y desconcentrado, según el artículo 228 de la Carta Política?Cabría preguntar también sí entre el Presidente Santos y su Ministro del Interior, hay un diálogo fluido porque es evidente que no se ponen de acuerdo. Aquí hay que citar a la ex alcaldesa de Bogotá Clara LópezObregón, quien en una situación semejante expresó: “Los fallos de la justicia se acatan no se discuten”. Así debe ser sí es cierto que estamos en un Estado Social de Derecho.
Se aboga pues, por la independencia de las ramas del Poder Público, en los términos de nuestra Carta Política y se hace un llamado a la cordura.
LA FRASE DE CIERRE:“No habrá cosa más triste ni más vergonzosa para los pastores que el alimentar, para la guarda de sus rebaños, perros, cuya intemperancia, hambre o cualquier apetito desordenado les arrastrará a dañar los ganados que se les ha confiado y que en lugar de perros, fuesen más bien lobos. Procuremos pues, a todo trance que nuestros guerreros no hagan lo mismo respecto de sus conciudadanos, tanto más que tienen en sus manos la fuerza, y que en lugar de ser defensores y protectores, pueden convertirse en dueños y tiranos”.
Autor: Platón. Obra: La República.
[email protected]
Entre Otras Cosas…. Por: Dario Arregoces Dos hechos contradictorios, se registraron esta semana, que bien vale la pena analizar con todo el rigor del caso. El primero de ellos fue la petición que Uribe Vélez, le hace al presidente Santos para que intervenga en favor del ex comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo, investigado por […]
Entre Otras Cosas….
Por: Dario Arregoces
Dos hechos contradictorios, se registraron esta semana, que bien vale la pena analizar con todo el rigor del caso. El primero de ellos fue la petición que Uribe Vélez, le hace al presidente Santos para que intervenga en favor del ex comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo, investigado por la Fiscalía General de la Nación, por las llamadas “falsas desmovilizaciones” y que respondió el Ministro del Interior Vargas Lleras, en el sentido que el Gobierno reitera que la autonomía y la independencia de la Rama Judicial, de la Fiscalía General de la Nación y de los Organismos de Control, le impiden a cualquier funcionario intervenir y que este Gobierno se ha abstenido en el pasado de calificar providencias judiciales y no lo haremos cuando cursa una investigación en la Fiscalía General de la Nación.
El segundo hecho, siguiendo el orden cronológico, que contrasta con lo anterior, tuvo ocurrencia a los pocos días, cuando en el lanzamiento del programa: Educación gratuita, el Presidente Santos descalificó públicamente el fallo proferido por el Tribunal Superior de Bogotá, en virtud del cual se confirma la sentencia a treinta años de prisión contra el coronel(r) Luis Alfonso Plazas Vega, y se solicita a la Corte Penal Internacional, investigue al ex presidente Belisario Betancur, por la toma del Palacio de Justicia, ocurrida el 6 de Noviembre de 1985. Es por lo menos discutible el citado fallo, en lo referente a trasladar la competencia de Colombia como país libre y soberano a un organismo internacional, cuando se supone que la jurisdicción internacional por tener el carácter de complementaria, no puede suplir la jurisdicción nacional, más cuando estos hechos todavía son materia de investigación. Ahora bien otro aspecto importante a tener en cuenta es que el Estatuto de Roma, suscrito por Colombia como Estado Parte, entró en vigencia para Colombia el 1º de Noviembre de 2002 y la toma del Palacio de Justicia, tuvo lugar mucho antes -6 de Noviembre de 1985-, luego en mi sentir el Estatuto de Roma tendría efectos hacia el futuro, que no retroactivamente.
Pero volvamos a lo dicho por Santos y preguntémonos socráticamente, si dichas declaraciones eran necesarias. ¿Es que acaso contra los fallos proferidos por un Juez o Tribunal, no caben los recursos de ley? Preguntémonos también sí es procedente que el Presidente Santos, como cabeza de la Rama Ejecutiva, entre a descalificar un fallo proferido por un Juez o Tribunal de la República? No sería esta una injerencia indebida a la Rama Jurisdiccional, cuyo funcionamiento es independiente, autónomo y desconcentrado, según el artículo 228 de la Carta Política?Cabría preguntar también sí entre el Presidente Santos y su Ministro del Interior, hay un diálogo fluido porque es evidente que no se ponen de acuerdo. Aquí hay que citar a la ex alcaldesa de Bogotá Clara LópezObregón, quien en una situación semejante expresó: “Los fallos de la justicia se acatan no se discuten”. Así debe ser sí es cierto que estamos en un Estado Social de Derecho.
Se aboga pues, por la independencia de las ramas del Poder Público, en los términos de nuestra Carta Política y se hace un llamado a la cordura.
LA FRASE DE CIERRE:“No habrá cosa más triste ni más vergonzosa para los pastores que el alimentar, para la guarda de sus rebaños, perros, cuya intemperancia, hambre o cualquier apetito desordenado les arrastrará a dañar los ganados que se les ha confiado y que en lugar de perros, fuesen más bien lobos. Procuremos pues, a todo trance que nuestros guerreros no hagan lo mismo respecto de sus conciudadanos, tanto más que tienen en sus manos la fuerza, y que en lugar de ser defensores y protectores, pueden convertirse en dueños y tiranos”.
Autor: Platón. Obra: La República.
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