Por: Imelda Daza Cotes La integración debe mirarse más como un proceso cultural y social que de intercambio comercial En el contexto actual de un mundo interconectado y de comercio globalizado se ha impuesto la formación de bloques regionales. La Unión Europea es uno de ellos. Los países ricos han sido los grandes beneficiados y […]
Por: Imelda Daza Cotes
La integración debe mirarse más como un proceso cultural y social que de intercambio comercial
En el contexto actual de un mundo interconectado y de comercio globalizado se ha impuesto la formación de bloques regionales. La Unión Europea es uno de ellos. Los países ricos han sido los grandes beneficiados y sus corporaciones financieras transnacionales, que ahora protagonizan una severa crisis, han dominado la economía mundial. Mientras tanto Latinoamérica sigue integrada a organismos inoperantes como la OEA que nada aportan. Pero no han faltado los que se han atrevido a concebir Latinoamérica como UNA SOLA NACIÓN que piense y actúe en función de un pueblo que comparte una cultura, unas lenguas afines y una historia común. Tambien son comunes los problemas asociados a la desigualdad social, al escaso desarrollo económico, a la falta de unidad regional y a la condición de países periféricos dependientes de las grandes potencias. Enfrentar todo esto aisladamente es imposible. Se impone la integración como estrategia y la unidad como meta
Los esfuerzos integradores en Latinoamérica han sido una constante desde mediados del siglo XX y persisten hoy con más vigor. En los últimos años se han consolidado en mayor o menor grado varias propuestas integradoras como Mercosur(Mercado Común del Sur), la CAN(Comunidad Andina de Naciones, en crisis por falta de concenso político), el SICA(Sistema de Integración Centroamericano) y el ALBA(Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe) promovida por Venezuela y Cuba desde 2004. El ALBA ha adelantado exitosos programas de integración en las areas de la educación y la salud. Otros esquemas integradores han sido CARICOM(Comunidad del Caribe), un mercado común de 15 países caribeños y el Grupo de Río, el más grande, que se ocupa de temas asociados a la paz y la deuda externa. Estos organismos han coincidido en el propósito de trabajar por la construcción de una región donde prevalezca la democracia, se promueva el desarrollo integral y se busque la paz. Pero la integración ha sido un proceso afectado por muchos factores limitantes como la politización del comercio que hace que la rivalidad político-ideológica entre los jefes de gobierno prevalezca sobre los beneficios que los países lograrían; tambien las asimetrías y el desconocimiento entre países crean dificultades y lo peor, sin duda, la falta de autonomía de Latinoamérica puesto que en todos los espacios integradores EEUU impone sus políticas y sus intereses
Ahora surge CELAC –Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe- como la propuesta de integración más ambiciosa. Los días 2 y 3 de diciembre se realizó la segunda Cumbre de CELAC en Caracas, asistieron 31 jefes de Gobierno y 2 delegaciones de los países convocados para constituir formalmente el organismo que había sido creado en 2010 en México y que fue definido como “un espacio regional PROPIO que une a todos los Estatos” Hay razones para el optimismo. CELAC promete convertirse en el principal ente integrador de la región; nació como iniciativa auténticamente latinoamericana y surge con fuerza para impulsar la soberanía regional y abandonar el “proteccionismo” pernicioso de EEUU y Canadá que sólo ha significado expoliación, saqueo, intromisión abusiva y negación de oportunidades
Los países miembros representan 550 millones de habitantes, 20 millones de km. cuadrados, 6.3 billones de dólares en PIBs, es la tercera potencia económica mundial, la principal reserva de petróleo y una gran reserva alimenticia
Bienvenida CELAC como espacio geopolítico, como organismo autónomo que impulsará los proyectos políticos, económicos y sociales que la región demanda de cara al siglo XXI y buscará la unidad en medio de la diversidad, puesto que no todos los gobiernos de la región comparten ideología, algunos le siguen apostando a la dependencia imperial. Sin embargo, en esta Cumbre esas diferencias no alteraron la armonía ni impidieron el concenso frente a asuntos trascendentales, así fue posible aprobar el Plan de Acción 2012 y muchos otros acuerdos. Por ahora una Troika seguirá impulsando las tareas que el proyecto demanda
Bien por Latinoamérica. Basta de quejas y lamentos. Es la hora de la integración, de la reconstrucción, este es el camino, no nos perdamos en los vericuetos de las desavenencias y las desuniones. Como bien dijo Felipe Calderón, presidente de Méjico: ¡ES LA HORA DE LA PATRIA GRANDE!
Por: Imelda Daza Cotes La integración debe mirarse más como un proceso cultural y social que de intercambio comercial En el contexto actual de un mundo interconectado y de comercio globalizado se ha impuesto la formación de bloques regionales. La Unión Europea es uno de ellos. Los países ricos han sido los grandes beneficiados y […]
Por: Imelda Daza Cotes
La integración debe mirarse más como un proceso cultural y social que de intercambio comercial
En el contexto actual de un mundo interconectado y de comercio globalizado se ha impuesto la formación de bloques regionales. La Unión Europea es uno de ellos. Los países ricos han sido los grandes beneficiados y sus corporaciones financieras transnacionales, que ahora protagonizan una severa crisis, han dominado la economía mundial. Mientras tanto Latinoamérica sigue integrada a organismos inoperantes como la OEA que nada aportan. Pero no han faltado los que se han atrevido a concebir Latinoamérica como UNA SOLA NACIÓN que piense y actúe en función de un pueblo que comparte una cultura, unas lenguas afines y una historia común. Tambien son comunes los problemas asociados a la desigualdad social, al escaso desarrollo económico, a la falta de unidad regional y a la condición de países periféricos dependientes de las grandes potencias. Enfrentar todo esto aisladamente es imposible. Se impone la integración como estrategia y la unidad como meta
Los esfuerzos integradores en Latinoamérica han sido una constante desde mediados del siglo XX y persisten hoy con más vigor. En los últimos años se han consolidado en mayor o menor grado varias propuestas integradoras como Mercosur(Mercado Común del Sur), la CAN(Comunidad Andina de Naciones, en crisis por falta de concenso político), el SICA(Sistema de Integración Centroamericano) y el ALBA(Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe) promovida por Venezuela y Cuba desde 2004. El ALBA ha adelantado exitosos programas de integración en las areas de la educación y la salud. Otros esquemas integradores han sido CARICOM(Comunidad del Caribe), un mercado común de 15 países caribeños y el Grupo de Río, el más grande, que se ocupa de temas asociados a la paz y la deuda externa. Estos organismos han coincidido en el propósito de trabajar por la construcción de una región donde prevalezca la democracia, se promueva el desarrollo integral y se busque la paz. Pero la integración ha sido un proceso afectado por muchos factores limitantes como la politización del comercio que hace que la rivalidad político-ideológica entre los jefes de gobierno prevalezca sobre los beneficios que los países lograrían; tambien las asimetrías y el desconocimiento entre países crean dificultades y lo peor, sin duda, la falta de autonomía de Latinoamérica puesto que en todos los espacios integradores EEUU impone sus políticas y sus intereses
Ahora surge CELAC –Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe- como la propuesta de integración más ambiciosa. Los días 2 y 3 de diciembre se realizó la segunda Cumbre de CELAC en Caracas, asistieron 31 jefes de Gobierno y 2 delegaciones de los países convocados para constituir formalmente el organismo que había sido creado en 2010 en México y que fue definido como “un espacio regional PROPIO que une a todos los Estatos” Hay razones para el optimismo. CELAC promete convertirse en el principal ente integrador de la región; nació como iniciativa auténticamente latinoamericana y surge con fuerza para impulsar la soberanía regional y abandonar el “proteccionismo” pernicioso de EEUU y Canadá que sólo ha significado expoliación, saqueo, intromisión abusiva y negación de oportunidades
Los países miembros representan 550 millones de habitantes, 20 millones de km. cuadrados, 6.3 billones de dólares en PIBs, es la tercera potencia económica mundial, la principal reserva de petróleo y una gran reserva alimenticia
Bienvenida CELAC como espacio geopolítico, como organismo autónomo que impulsará los proyectos políticos, económicos y sociales que la región demanda de cara al siglo XXI y buscará la unidad en medio de la diversidad, puesto que no todos los gobiernos de la región comparten ideología, algunos le siguen apostando a la dependencia imperial. Sin embargo, en esta Cumbre esas diferencias no alteraron la armonía ni impidieron el concenso frente a asuntos trascendentales, así fue posible aprobar el Plan de Acción 2012 y muchos otros acuerdos. Por ahora una Troika seguirá impulsando las tareas que el proyecto demanda
Bien por Latinoamérica. Basta de quejas y lamentos. Es la hora de la integración, de la reconstrucción, este es el camino, no nos perdamos en los vericuetos de las desavenencias y las desuniones. Como bien dijo Felipe Calderón, presidente de Méjico: ¡ES LA HORA DE LA PATRIA GRANDE!