Una confusión por poco le cuesta la vida a Manuel Antonio Lozano Vergel, de 29 años, quien fue atacado a tiros por sicarios en la plaza principal del municipio de Barrancas, en el departamento de La Guajira.
Una confusión por poco le cuesta la vida a Manuel Antonio Lozano Vergel, de 29 años, quien fue atacado a tiros por sicarios en la plaza principal del municipio de Barrancas, en el departamento de La Guajira.
Según lo relatado por la misma víctima que se recupera en el hospital ‘Rosario Pumarejo de López’ de Valledupar, ayer a la 1:30 de la madrugada dos sujetos en moto lo interceptaron y luego de preguntarle si su nombre era Darío, le propinaron un impacto de bala en el rostro.
“Caminaba cuando uno de ellos me preguntó que si yo era Darío, yo le dije que no, que yo me llamaba Manuel Antonio, pero él siguió insistiendo, entonces otro tipo le dijo que yo si era, que si no me veía la cara igual que la de Darío, que me metiera un tiro”, contó Lozano Vergel.
Aseguró que si no es porque se hace el muerto al recibir el impacto de bala, los sicarios lo hubiesen rematado. “Empecé a temblar y el que manejaba la moto le dijo que no me volviera a disparar porque yo estaba muerto, luego me fui corriendo hasta la casa donde unas personas me llevaron al hospital”, agregó el baleado.
Lozano Vergel quien se gana la vida en labores de albañilería explicó que la noche del atentado era la primera vez que salía a tomarse unos tragos en Barrancas, a donde llegó hace un mes para adelantar la construcción de una obra.
Una confusión por poco le cuesta la vida a Manuel Antonio Lozano Vergel, de 29 años, quien fue atacado a tiros por sicarios en la plaza principal del municipio de Barrancas, en el departamento de La Guajira.
Una confusión por poco le cuesta la vida a Manuel Antonio Lozano Vergel, de 29 años, quien fue atacado a tiros por sicarios en la plaza principal del municipio de Barrancas, en el departamento de La Guajira.
Según lo relatado por la misma víctima que se recupera en el hospital ‘Rosario Pumarejo de López’ de Valledupar, ayer a la 1:30 de la madrugada dos sujetos en moto lo interceptaron y luego de preguntarle si su nombre era Darío, le propinaron un impacto de bala en el rostro.
“Caminaba cuando uno de ellos me preguntó que si yo era Darío, yo le dije que no, que yo me llamaba Manuel Antonio, pero él siguió insistiendo, entonces otro tipo le dijo que yo si era, que si no me veía la cara igual que la de Darío, que me metiera un tiro”, contó Lozano Vergel.
Aseguró que si no es porque se hace el muerto al recibir el impacto de bala, los sicarios lo hubiesen rematado. “Empecé a temblar y el que manejaba la moto le dijo que no me volviera a disparar porque yo estaba muerto, luego me fui corriendo hasta la casa donde unas personas me llevaron al hospital”, agregó el baleado.
Lozano Vergel quien se gana la vida en labores de albañilería explicó que la noche del atentado era la primera vez que salía a tomarse unos tragos en Barrancas, a donde llegó hace un mes para adelantar la construcción de una obra.