Y además… Por: Alberto Herazo Palmera En vez de escribir sobre política, ya que la gente está aburrida de este tema, decidí escribir sobre varios acontecimientos. Mis recomendaciones a los nuevos gobernantes Luis Alberto Monsalvo, nuestro gobernador y Freddy Socarrás, nuestro alcalde, ya se las di en la columna pasada y a propósito, tengo pena […]
Y además…
Por: Alberto Herazo Palmera
En vez de escribir sobre política, ya que la gente está aburrida de este tema, decidí escribir sobre varios acontecimientos. Mis recomendaciones a los nuevos gobernantes Luis Alberto Monsalvo, nuestro gobernador y Freddy Socarrás, nuestro alcalde, ya se las di en la columna pasada y a propósito, tengo pena con Freddy, pues el escurridizo “diablillo” de la redacción, no sé por qué motivo le cambió el apellido y le puso Monsalvo en vez de Socarrás. Lo aclaro, y espero que quede claro.
Pero, entremos en materia. Primero, como es tradicional en esta columna, a dos meses de terminarse el año, ha llegado la hora de echarle un breve repaso a la actividad de algunos secretarios tanto departamentales como municipales. Hoy le toca el turno al secretario de Obras Públicas Municipales, arquitecto Edwin Fernández Molina, es de los funcionarios más receptivos de la actual administración. Ha desarrollado una labor muy buena al frente de esa secretaría, lo que se le pide lo cumple. Debo reconocer que en el arquitecto Fernández he venido encontrando, con el paso de los días, a un secretario seguro de sí mismo, acomodado a su papel. Le agradecemos su actividad y el arreglo de algunos huecos en el centro de la ciudad “Plaza Alfonso López”. Segundo: ya se comienza a comentar en los corrillos políticos sobre la gabinetología, suenan algunos nombres, no me atrevo a mencionarlos porque la gente vallenata es jodida, comienzan a sacarle los trapitos al aire, así no los tengan, porque aquí somos muy envidiosos y egoístas y si el candidato es vallenato es peor, más lo atacan. Tercero: les recomendaría a los nuevos mandatarios que nada de revanchismo y que actúen como está actuando el presidente Juan Manuel Santos, de mano tendida para todos, inclusive para los que fueron sus adversarios y verán que van a comenzar bien.
Cuarto: va a terminar el año, y las cosas que me pusieron a un ataque de nervios durante el mismo fueron: la irresponsabilidad de los mototaxistas, la inseguridad en la ciudad, no haber puesto en práctica el sistema de cuadrantes en la ciudad por parte del coronel de la Policía, siguen las muertes selectivas, los robos y los atracos, la inoperancia de la oficina de espacios públicos, cada vez que salgo a la calle me da inconformidad, haga la prueba, pase por la carrera 7 entre calles 17 y el callejón a la Galería y verá que no se puede transitar ni a pie, los usureros, entre ellos algunos funcionarios de control y sus abogados defensores, los trancones en el centro de la ciudad, y, para qué se los oculto. Me enerva sobremanera, la extremada, persistente y permanente trascendentalidad, especialmente la de los que creen que yo les falté el respeto a alguien, escribiendo esta parte de la columna.
Sexto: se está hablando de los empalmes y ya se iniciaron a nivel departamental y municipal, ojalá no sean empalmes de ataque ni enfrentamientos fuertes entre los salientes y entrantes. Algunos nombrados como empalmadores se dice, se comenta que ya se creen unos dioses altaneros. Sin embargo, en esto, como en casi todo, hay tanto de mito como de realidad. El empalme debe tomarse con tranquilidad, con calma y con seriedad.
Pero nada de todo esto es preocupante, lo único que está pasando es que un gobierno se está acabando y viene el siguiente y que entre uno y otro debe haber diferencias conceptuales en temas fundamentales.
Así de sencillo. Séptimo: El Pilón saca en Fotonoticias la foto del robo de una rejilla en plena Plaza Alfonso López, eso es lo de menos; hace una semana llamé a El Pilón para informarles que en la misma plaza se habían robado una banca completa y no informaron sobre este hecho, que es más grave.
Octavo: sigue el malestar contra el cabildo gobernador Jaime Arias, así lo anota el columnista Hernán Maestre. Noveno: compadre Jorge Nain Ruiz Ditta, se ahogaron más de 200 concejales y usted se disgustó porque dije en una de mis columnas que no había cama para tanta gente.
Diez: estoy contento con los nuevos concejales y diputados elegidos. Es un reto para la nueva generación y felicito a Ricardo López Valera, a Hernán Araujo, a Fabiola Zuleta, a Gaby, a Wilber, a Calé, a José Guillermo Yamín, a Adriana y a Efraín Cabello.
Y a los diputados Camilo Lacouture, Quintín, Vides, Esquivel, Popo Barros y a Gustavo Guerra. El nuevo gobernador Luis Alberto estará rodeado de un grupo de diputados serios, afortunadamente.
En cuanto a los concejales les sugiero seriedad, tienen qué pensar más en la ciudad que en el juego de poderes, les corresponde promover las nuevas iniciativas del alcalde Socarrás. A este le asiste la obligación de demostrar que podrá gobernar con equidad, no sólo para sus electores sino para todos los vallenatos; finalmente, nos corresponde la vigilancia centímetro a centímetro de esos dos poderes que la vamos a ejercer criticando lo malo y aplaudiendo lo bueno.
Y además… Por: Alberto Herazo Palmera En vez de escribir sobre política, ya que la gente está aburrida de este tema, decidí escribir sobre varios acontecimientos. Mis recomendaciones a los nuevos gobernantes Luis Alberto Monsalvo, nuestro gobernador y Freddy Socarrás, nuestro alcalde, ya se las di en la columna pasada y a propósito, tengo pena […]
Y además…
Por: Alberto Herazo Palmera
En vez de escribir sobre política, ya que la gente está aburrida de este tema, decidí escribir sobre varios acontecimientos. Mis recomendaciones a los nuevos gobernantes Luis Alberto Monsalvo, nuestro gobernador y Freddy Socarrás, nuestro alcalde, ya se las di en la columna pasada y a propósito, tengo pena con Freddy, pues el escurridizo “diablillo” de la redacción, no sé por qué motivo le cambió el apellido y le puso Monsalvo en vez de Socarrás. Lo aclaro, y espero que quede claro.
Pero, entremos en materia. Primero, como es tradicional en esta columna, a dos meses de terminarse el año, ha llegado la hora de echarle un breve repaso a la actividad de algunos secretarios tanto departamentales como municipales. Hoy le toca el turno al secretario de Obras Públicas Municipales, arquitecto Edwin Fernández Molina, es de los funcionarios más receptivos de la actual administración. Ha desarrollado una labor muy buena al frente de esa secretaría, lo que se le pide lo cumple. Debo reconocer que en el arquitecto Fernández he venido encontrando, con el paso de los días, a un secretario seguro de sí mismo, acomodado a su papel. Le agradecemos su actividad y el arreglo de algunos huecos en el centro de la ciudad “Plaza Alfonso López”. Segundo: ya se comienza a comentar en los corrillos políticos sobre la gabinetología, suenan algunos nombres, no me atrevo a mencionarlos porque la gente vallenata es jodida, comienzan a sacarle los trapitos al aire, así no los tengan, porque aquí somos muy envidiosos y egoístas y si el candidato es vallenato es peor, más lo atacan. Tercero: les recomendaría a los nuevos mandatarios que nada de revanchismo y que actúen como está actuando el presidente Juan Manuel Santos, de mano tendida para todos, inclusive para los que fueron sus adversarios y verán que van a comenzar bien.
Cuarto: va a terminar el año, y las cosas que me pusieron a un ataque de nervios durante el mismo fueron: la irresponsabilidad de los mototaxistas, la inseguridad en la ciudad, no haber puesto en práctica el sistema de cuadrantes en la ciudad por parte del coronel de la Policía, siguen las muertes selectivas, los robos y los atracos, la inoperancia de la oficina de espacios públicos, cada vez que salgo a la calle me da inconformidad, haga la prueba, pase por la carrera 7 entre calles 17 y el callejón a la Galería y verá que no se puede transitar ni a pie, los usureros, entre ellos algunos funcionarios de control y sus abogados defensores, los trancones en el centro de la ciudad, y, para qué se los oculto. Me enerva sobremanera, la extremada, persistente y permanente trascendentalidad, especialmente la de los que creen que yo les falté el respeto a alguien, escribiendo esta parte de la columna.
Sexto: se está hablando de los empalmes y ya se iniciaron a nivel departamental y municipal, ojalá no sean empalmes de ataque ni enfrentamientos fuertes entre los salientes y entrantes. Algunos nombrados como empalmadores se dice, se comenta que ya se creen unos dioses altaneros. Sin embargo, en esto, como en casi todo, hay tanto de mito como de realidad. El empalme debe tomarse con tranquilidad, con calma y con seriedad.
Pero nada de todo esto es preocupante, lo único que está pasando es que un gobierno se está acabando y viene el siguiente y que entre uno y otro debe haber diferencias conceptuales en temas fundamentales.
Así de sencillo. Séptimo: El Pilón saca en Fotonoticias la foto del robo de una rejilla en plena Plaza Alfonso López, eso es lo de menos; hace una semana llamé a El Pilón para informarles que en la misma plaza se habían robado una banca completa y no informaron sobre este hecho, que es más grave.
Octavo: sigue el malestar contra el cabildo gobernador Jaime Arias, así lo anota el columnista Hernán Maestre. Noveno: compadre Jorge Nain Ruiz Ditta, se ahogaron más de 200 concejales y usted se disgustó porque dije en una de mis columnas que no había cama para tanta gente.
Diez: estoy contento con los nuevos concejales y diputados elegidos. Es un reto para la nueva generación y felicito a Ricardo López Valera, a Hernán Araujo, a Fabiola Zuleta, a Gaby, a Wilber, a Calé, a José Guillermo Yamín, a Adriana y a Efraín Cabello.
Y a los diputados Camilo Lacouture, Quintín, Vides, Esquivel, Popo Barros y a Gustavo Guerra. El nuevo gobernador Luis Alberto estará rodeado de un grupo de diputados serios, afortunadamente.
En cuanto a los concejales les sugiero seriedad, tienen qué pensar más en la ciudad que en el juego de poderes, les corresponde promover las nuevas iniciativas del alcalde Socarrás. A este le asiste la obligación de demostrar que podrá gobernar con equidad, no sólo para sus electores sino para todos los vallenatos; finalmente, nos corresponde la vigilancia centímetro a centímetro de esos dos poderes que la vamos a ejercer criticando lo malo y aplaudiendo lo bueno.