Por: Luis Elquis Díaz De acuerdo con Actualice.com las cifras de pobreza ya no las maneja el Gobierno Nacional sino una Mesa de Expertos conformada por estudiosos de la CEPAL, el Banco Mundial, el DANE, Planeación Nacional y los investigadores Jorge Iván González, profesor de la Universidad Nacional, Manuel Ramírez del Rosario y Carlos Eduardo […]
Por: Luis Elquis Díaz
De acuerdo con Actualice.com las cifras de pobreza ya no las maneja el Gobierno Nacional sino una Mesa de Expertos conformada por estudiosos de la CEPAL, el Banco Mundial, el DANE, Planeación Nacional y los investigadores Jorge Iván González, profesor de la Universidad Nacional, Manuel Ramírez del Rosario y Carlos Eduardo Vélez.
Ellos realizaron un empalme donde acumularon datos comparables entre 2002 y 2008. Como un segundo paso, se recalculó la línea de pobreza con base en datos más recientes de los alimentos que componen la canasta básica de los colombianos. Además incluyeron en los ingresos de los hogares, los subsidios estatales que reciben de programas como Familias en Acción, entre otros.
Aunque como en todos los temas que tienen porcentajes y cifras alrededor hay críticas, el hecho de que el Gobierno no haya explotado políticamente el resultado se ve positivo. Según las viejas cifras, el 45,5% de los colombianos estaban bajo la línea de pobreza en 2009, y en 2010 la cifra bajó a 44,1%. Con el nuevo método, el dato de 2009 bajó a 40,2 y el de 2010 a 37,2.
Los expertos en el tema de la medición de la pobreza expresaron sus consideraciones concluyendo que quien devengue 190 mil pesos en Colombia no puede ser considerado pobre, no obstante que el salario mínimo se encuentra en 535 mil pesos mensuales.
Afortunadamente, el señor Vicepresidente Angelino Garzón, en nombre del gobierno rechazó tajantemente estas insinuaciones y conminó a los expertos para que hicieran mercado en Corabastos con ese dinero para que saquen nuevas conclusiones.
Estos eventos suceden en la actual actividad proselitista, todos los candidatos refrendan estrategias y políticas para mitigar las dificultades enmarcadas en lo social. La política es una actividad convertida en una combinación cíclica que en cada periodo electoral se alista para desempolvar los mismos argumentos. Por esta razón en nuestro país los asuntos históricos a menudo no son evocados sino repetidos. Los procesos electorales en Colombia son motivados por los efectos de cada coyuntura, no en vano las decisiones legislativas y ejecutivas son consecuentes con los episodios de cada momento. Mientras tanto la ciudadanía reclama transformación y cambios significativos en medio de la descomunal incongruencia; sin embargo, conjugar estos compromisos en una sociedad permeada y consecuente de los efectos coyunturales es complicado especialmente por el silencio sepulcral de los candidatos apostados para representar los intereses del pueblo.
Mientras los expertos afirman sus tesis y conclusiones el Honorable senador Juan Manuel Corzo en entrevista con la W expreso sin tapujos “”es imposible” que los legisladores con su sueldo, “sobre todo en la mesas directivas”, logren “pagar” el valor del combustible. El salario neto de un congresista con los descuentos se encuentra cerca de los 16 millones de pesos mensuales, sin contar las primas a las que tienen derecho. Esta perla ratifica que es necesario revisar el piloto modelo que pretende establecer los mecanismos de medición de la pobreza, pues estamos al borde de un esquema gestor de inequidad y cercanos a la desaceleración económica si respaldamos las concepciones de los tecnócratas.
Por: Luis Elquis Díaz De acuerdo con Actualice.com las cifras de pobreza ya no las maneja el Gobierno Nacional sino una Mesa de Expertos conformada por estudiosos de la CEPAL, el Banco Mundial, el DANE, Planeación Nacional y los investigadores Jorge Iván González, profesor de la Universidad Nacional, Manuel Ramírez del Rosario y Carlos Eduardo […]
Por: Luis Elquis Díaz
De acuerdo con Actualice.com las cifras de pobreza ya no las maneja el Gobierno Nacional sino una Mesa de Expertos conformada por estudiosos de la CEPAL, el Banco Mundial, el DANE, Planeación Nacional y los investigadores Jorge Iván González, profesor de la Universidad Nacional, Manuel Ramírez del Rosario y Carlos Eduardo Vélez.
Ellos realizaron un empalme donde acumularon datos comparables entre 2002 y 2008. Como un segundo paso, se recalculó la línea de pobreza con base en datos más recientes de los alimentos que componen la canasta básica de los colombianos. Además incluyeron en los ingresos de los hogares, los subsidios estatales que reciben de programas como Familias en Acción, entre otros.
Aunque como en todos los temas que tienen porcentajes y cifras alrededor hay críticas, el hecho de que el Gobierno no haya explotado políticamente el resultado se ve positivo. Según las viejas cifras, el 45,5% de los colombianos estaban bajo la línea de pobreza en 2009, y en 2010 la cifra bajó a 44,1%. Con el nuevo método, el dato de 2009 bajó a 40,2 y el de 2010 a 37,2.
Los expertos en el tema de la medición de la pobreza expresaron sus consideraciones concluyendo que quien devengue 190 mil pesos en Colombia no puede ser considerado pobre, no obstante que el salario mínimo se encuentra en 535 mil pesos mensuales.
Afortunadamente, el señor Vicepresidente Angelino Garzón, en nombre del gobierno rechazó tajantemente estas insinuaciones y conminó a los expertos para que hicieran mercado en Corabastos con ese dinero para que saquen nuevas conclusiones.
Estos eventos suceden en la actual actividad proselitista, todos los candidatos refrendan estrategias y políticas para mitigar las dificultades enmarcadas en lo social. La política es una actividad convertida en una combinación cíclica que en cada periodo electoral se alista para desempolvar los mismos argumentos. Por esta razón en nuestro país los asuntos históricos a menudo no son evocados sino repetidos. Los procesos electorales en Colombia son motivados por los efectos de cada coyuntura, no en vano las decisiones legislativas y ejecutivas son consecuentes con los episodios de cada momento. Mientras tanto la ciudadanía reclama transformación y cambios significativos en medio de la descomunal incongruencia; sin embargo, conjugar estos compromisos en una sociedad permeada y consecuente de los efectos coyunturales es complicado especialmente por el silencio sepulcral de los candidatos apostados para representar los intereses del pueblo.
Mientras los expertos afirman sus tesis y conclusiones el Honorable senador Juan Manuel Corzo en entrevista con la W expreso sin tapujos “”es imposible” que los legisladores con su sueldo, “sobre todo en la mesas directivas”, logren “pagar” el valor del combustible. El salario neto de un congresista con los descuentos se encuentra cerca de los 16 millones de pesos mensuales, sin contar las primas a las que tienen derecho. Esta perla ratifica que es necesario revisar el piloto modelo que pretende establecer los mecanismos de medición de la pobreza, pues estamos al borde de un esquema gestor de inequidad y cercanos a la desaceleración económica si respaldamos las concepciones de los tecnócratas.