Hace varios meses, comentábamos en estas mismas páginas, sobre la urgencia que el Estado, y en particular la Superintendencia Financiera, interviniera y reglamentara el costos de los servicios financieros en Colombia, algunos de los cuales, según lo había advertido el propio Ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverri, eran excesivamente costosos, comparados con los de otros países de similar grado de desarrollo.
El tema volvió a surgir, recientemente, a finales del mes de junio, con motivo de la 46º Convención Bancaria, realizada en Cartagena, en cuyo evento varios voceros del Minhacienda y el propio Superintendente Financiero, Gerardo Hernández, se refirieron al tema como uno de los obstáculos a una mayor bancarización en el país.
Pues bien; esta semana la Superfinanciera   ha expedido dos circulares que tendrán una gran repercusión en la vida económica de los colombianos: la 038 y la 039, del año en curso, que buscan brindar mayor información y orientación al usuario de los bancos y del sector financiero, en general; y evitar las llamadas cláusulas abusivas y las prácticas abusivas por parte de los bancos y otras entidades vigiladas por la esa superintendencia.
La primera de estas circulares, la 038, va encaminada a obligar a las entidades financieras a informar mejor y a orientar a los usuarios del sector, es decir la gran mayoría de los colombianos, sobre las características y los costos de los servicios financieros en nuestro país, antes de celebrar los contratos que formalizan el acceso a los mismos. Estos contratos se denominan de adhesión, por cuanto el usuario no tiene ninguna forma de plantear condiciones sobre los mismos, sino que – sencillamente- se acoge y punto.
Por medio de la segunda circular en mención, es decir la 039, la Superfinanciera imparte instrucciones precisas para que las entidades vigiladas, es decir, los bancos y demás, eliminen las que se pueden considerar cláusulas abusivas y – además- se abstengan de realizar prácticas también consideradas como abusivas en los productos y servicios que ofrece a sus usuarios.
Aunque estas circulares tendrán efectos a partir de enero de 2012, en la práctica representa un cambio de filosofía en la regulación bancaria en el país y le presta atención al creciente número de quejas contra el sector financiero que recibía el mismo ente regulador. Invitamos a todos nuestros lectores a consultar estas circulares en la página web de la Superfinanciera, con la seguridad que será un instrumento de mucho valor a la hora de buscar una mejor atención por parte de las entidades financieras.
El segundo paso, en este mismo sentido, es que los defensores del usuario, en cada una de las entidades o por grupos económicos, tengan una mayor ecuanimidad a la hora de actuar, estudiar, reconocer y proteger los derechos de los usuarios del sistema financiero colombiano, que durante mucho tiempo ha sido excesivamente protegido por el Estado, protección que, algunas veces, ha sido en contra de la razón de ser del sistema: sus usuarios.
Ojalá, también en las regiones, como es el caso del Cesar y la Guajira, los usuarios tengan la posibilidad de conocer, acceder y beneficiarse pronto de la aplicación de estas dos nuevas circulares, por medio de las cuales la Superfinanciera se adelanta a los cambios normativos, que cursan en el Congreso de la República, gracias a la iniciativa de un congresista de la Región Caribe, encaminados a establecer mayores garantías para los millones de usuarios del sistema financiero en el país del Sagrado Corazón de Jesús.