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Columnista - 4 septiembre, 2011

Uniones temporales y trampas

Por: Nuris Pardo Conrado La ley comercial con su ánimo benévolo, permite que las personas naturales y jurídicas, se unan entre sí para que se desempeñen en el campo de las contrataciones, suministros y demás hechos lícitos para dinamizar el intercambio. Como todo en nuestro medio, bueno es la intención pero soterrado los resultados, los […]

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Por: Nuris Pardo Conrado

La ley comercial con su ánimo benévolo, permite que las personas naturales y jurídicas, se unan entre sí para que se desempeñen en el campo de las contrataciones, suministros y demás hechos lícitos para dinamizar el intercambio.
Como todo en nuestro medio, bueno es la intención pero soterrado los resultados, los avivatos se suman entre sí en voluntades para realizar obras de cualquier orden, hechos que terminan extraviados  del querer  legal cayendo en las tramposerías, declarándose quebradas o en la mayoría de las veces voladas sin cumplir lo pactado, llevándose en sus bolsillos los dineros que se le entregan para que sufraguen lo dicho. Aquí en el Cesar nos está sucediendo como a Echeverri, personaje siniestro del programa Sábados Felices, en su sección el vivo vive del bobo, donde resulta estafado Tontoniel, una persona ingenua que se deja llevar por las emociones fáciles.
La más reciente en la ciudad ha sido la Unión Temporal Valledupar, empresa constituida igualmente para construir un mega colegio en el barrio la nevada con Fonade, a fin de mejorar las condiciones educacionales de los niños habitantes en el barrio ya dicho, donde hoy solo encontramos ruinas y falsas esperanzas, por que recibieron el acostumbrado anticipo y chao pescao, si los he visto no me acuerdo y si me acuerdo no se quienes son.
De ellos no se sabe nada, partieron quien sabe para donde como tantas veces han hecho aquí otros, hasta el punto de convertirse en una acostumbrada realidad, los alumnos están  pagando lo que no han cometido, asisten a clases en las peores condiciones de peligro, los techos a medias, paredes movedizas sin amarres, pisos encharcados y escombros por doquier y con la esperanza de los profesores de que un cable de energía no electrocute a cualquier menor.
A eso hay que sumarle la tumbada o robo que se han llevado los obreros, maestro de obras, proveedores y profesionales de toda índole, personas éstas a quienes les quedaron debiendo el valor de su trabajo, que ni siquiera saben donde están los unidos, igualmente están entristecidos los padres de familias, torturados por esta maligna hazaña y los niños que tienen que desertar por falta de comodidad, pero lo horrible es que mientras se matan por un voto los políticos se deja que esta situación avance.
Eso es lo que debe denunciarse, así está sucediendo y lo miramos como lo mas ínfimos, las autoridades guardan silencio, Fonade no dice nada, mientras tanto los acreedores que hicieron grandes esfuerzo para comprar los materiales, han estado a punto del suicidio por que están insolventes, hoy de la plata ni pio, aquí todo el mundo toma la de Villadiego y las autoridades cuando quieren llegar ya es demasiado tarde, por eso tantos dineros golondrinas mal habidos, que solamente se creen que proviene del narcotráfico, pero que en realidad salen de papá gobierno, y eso nos pasa por estar contratando con foráneos que quizás de donde salen, nada de eso hubieses pasado si la contratación se suscribe con los arquitectos o ingenieros de esta región que sabemos dónde conseguirlos y que igualmente están capacitados, por lo anterior reconozco en nombre de Valledupar y su gente que otros Nule hicieron su agosto con la plata de la educación en nuestra ciudad.
Le tocará al próximo alcalde terminar la obra con dineros que estaban asignados para algunas necesidades apremiantes que dios meta su mano y nos ayude.

[email protected]

Columnista
4 septiembre, 2011

Uniones temporales y trampas

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Nurys Pardo Conrado

Por: Nuris Pardo Conrado La ley comercial con su ánimo benévolo, permite que las personas naturales y jurídicas, se unan entre sí para que se desempeñen en el campo de las contrataciones, suministros y demás hechos lícitos para dinamizar el intercambio. Como todo en nuestro medio, bueno es la intención pero soterrado los resultados, los […]


Por: Nuris Pardo Conrado

La ley comercial con su ánimo benévolo, permite que las personas naturales y jurídicas, se unan entre sí para que se desempeñen en el campo de las contrataciones, suministros y demás hechos lícitos para dinamizar el intercambio.
Como todo en nuestro medio, bueno es la intención pero soterrado los resultados, los avivatos se suman entre sí en voluntades para realizar obras de cualquier orden, hechos que terminan extraviados  del querer  legal cayendo en las tramposerías, declarándose quebradas o en la mayoría de las veces voladas sin cumplir lo pactado, llevándose en sus bolsillos los dineros que se le entregan para que sufraguen lo dicho. Aquí en el Cesar nos está sucediendo como a Echeverri, personaje siniestro del programa Sábados Felices, en su sección el vivo vive del bobo, donde resulta estafado Tontoniel, una persona ingenua que se deja llevar por las emociones fáciles.
La más reciente en la ciudad ha sido la Unión Temporal Valledupar, empresa constituida igualmente para construir un mega colegio en el barrio la nevada con Fonade, a fin de mejorar las condiciones educacionales de los niños habitantes en el barrio ya dicho, donde hoy solo encontramos ruinas y falsas esperanzas, por que recibieron el acostumbrado anticipo y chao pescao, si los he visto no me acuerdo y si me acuerdo no se quienes son.
De ellos no se sabe nada, partieron quien sabe para donde como tantas veces han hecho aquí otros, hasta el punto de convertirse en una acostumbrada realidad, los alumnos están  pagando lo que no han cometido, asisten a clases en las peores condiciones de peligro, los techos a medias, paredes movedizas sin amarres, pisos encharcados y escombros por doquier y con la esperanza de los profesores de que un cable de energía no electrocute a cualquier menor.
A eso hay que sumarle la tumbada o robo que se han llevado los obreros, maestro de obras, proveedores y profesionales de toda índole, personas éstas a quienes les quedaron debiendo el valor de su trabajo, que ni siquiera saben donde están los unidos, igualmente están entristecidos los padres de familias, torturados por esta maligna hazaña y los niños que tienen que desertar por falta de comodidad, pero lo horrible es que mientras se matan por un voto los políticos se deja que esta situación avance.
Eso es lo que debe denunciarse, así está sucediendo y lo miramos como lo mas ínfimos, las autoridades guardan silencio, Fonade no dice nada, mientras tanto los acreedores que hicieron grandes esfuerzo para comprar los materiales, han estado a punto del suicidio por que están insolventes, hoy de la plata ni pio, aquí todo el mundo toma la de Villadiego y las autoridades cuando quieren llegar ya es demasiado tarde, por eso tantos dineros golondrinas mal habidos, que solamente se creen que proviene del narcotráfico, pero que en realidad salen de papá gobierno, y eso nos pasa por estar contratando con foráneos que quizás de donde salen, nada de eso hubieses pasado si la contratación se suscribe con los arquitectos o ingenieros de esta región que sabemos dónde conseguirlos y que igualmente están capacitados, por lo anterior reconozco en nombre de Valledupar y su gente que otros Nule hicieron su agosto con la plata de la educación en nuestra ciudad.
Le tocará al próximo alcalde terminar la obra con dineros que estaban asignados para algunas necesidades apremiantes que dios meta su mano y nos ayude.

[email protected]