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Columnista - 22 agosto, 2011

La crisis de nuestra clase política

Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO* Los políticos que han dirigido nuestros destinos francamente han quedado en deuda con la ciudadanía del Cesar, antes de alabar y crear personajes como acostumbramos en torno a nuestra historia política, debemos preguntarnos ¿Por qué nuestros políticos terminan investigados sancionados o condenados? Como le acaba de ocurrir a Elías Ochoa Daza, […]

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Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO*
Los políticos que han dirigido nuestros destinos francamente han quedado en deuda con la ciudadanía del Cesar, antes de alabar y crear personajes como acostumbramos en torno a nuestra historia política, debemos preguntarnos ¿Por qué nuestros políticos terminan investigados sancionados o condenados? Como le acaba de ocurrir a Elías Ochoa Daza, ex alcalde de Valledupar por solo citar un ejemplo. En nuestro mundo político son muy pocos los que pueden levantar la mano y decir:actué con responsabilidad. Hay condenas por paramilitarismo, celebración indebida de contratos, falsedad, en fin, un rosario de delitos que tendrían con vergüenza a cualquiera, encerrado en su casa. Pero en este departamento no, por el contrario son escogidos para otorgarle la bendición a candidatos nuevos. No es de godos, ni liberales, tampoco de los del PIN, aquienes quieren satanizar con un discurso de doble moral, es que nuestra dirigencia colapsó y viene desde cuando ejercía Nacho Vives como celebre político del Magdalena Grande, gran orador, pero que dejó muchas dudas con su proceder;  nuestra clase dirigente entró en una carrera desmedida y voraz por ambición de poder y riqueza, pero también por complicidad de la ciudadanía que se acompleja por dinero y se arrodilla ante personas que no tienen ningún fundamento moral para regir nuestros destinos. Estos políticos son tan tontos que ni siquiera hacen bien el ‘mandao’, siempre los pescan las entidades de control y terminan sometidos al escarnio público.
Ser político se ha convertido en un descrédito, por culpa de aquellos inescrupulosos que tomaron esta ciencia para su beneficio personal, sin pensar en una ciudadanía que se muere de hambre, desempleo y muchos problemas que nos agobian a diario: Debemos pensar en alternativas con mujeres y jóvenes que le apuesten a algo diferente.No podemos decepcionarnos de la política, porque a través de la política, nacen procesos beneficiosos de cambio para la sociedad. Sin embargo, debemos actuar con cautela y analizar programas y propuestas, porque de lo contrario pueden surgir fenómenos como las ‘arepueladas’, de Miguel Morales, que están tomando fuerza y al no pertenecer a la clase política, ampara su discurso en la desigualdad de clases y plantea una lucha frontal contra la corrupción, y como viene de una franja que es muy grande y poco estructurada, puede ser visto como el adalid que nos va a sacar adelante y a moralizar la ciudad, como dice su eslogan, que entre otras es muy bueno,aunque no cuente con la preparación necesaria para tomar las riendas de un municipio con tantos problemas como Valledupar. No tengo nada en contra de Migue,canta bonito y me parece un buen tipo,hasta he llegado a pensar que debería darle una lección a tanto politiquero barato de clase alta que no ha servido para nada, para sentar un precedente, tal vez si tocamos fondo, salimos a flote como sociedad unida, con verdaderos líderes a los que les duelan las necesidades de su gente.
No se trata de generar odios, aquí lo que hay que hacer es un balance con franqueza, de cómo se encuentra nuestra dirigencia y lo que se puede hacer en el futuro para renovar de la mejor forma la política en el Cesar.

*Twitter: @JACOBOSOLANOC

Columnista
22 agosto, 2011

La crisis de nuestra clase política

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO* Los políticos que han dirigido nuestros destinos francamente han quedado en deuda con la ciudadanía del Cesar, antes de alabar y crear personajes como acostumbramos en torno a nuestra historia política, debemos preguntarnos ¿Por qué nuestros políticos terminan investigados sancionados o condenados? Como le acaba de ocurrir a Elías Ochoa Daza, […]


Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO*
Los políticos que han dirigido nuestros destinos francamente han quedado en deuda con la ciudadanía del Cesar, antes de alabar y crear personajes como acostumbramos en torno a nuestra historia política, debemos preguntarnos ¿Por qué nuestros políticos terminan investigados sancionados o condenados? Como le acaba de ocurrir a Elías Ochoa Daza, ex alcalde de Valledupar por solo citar un ejemplo. En nuestro mundo político son muy pocos los que pueden levantar la mano y decir:actué con responsabilidad. Hay condenas por paramilitarismo, celebración indebida de contratos, falsedad, en fin, un rosario de delitos que tendrían con vergüenza a cualquiera, encerrado en su casa. Pero en este departamento no, por el contrario son escogidos para otorgarle la bendición a candidatos nuevos. No es de godos, ni liberales, tampoco de los del PIN, aquienes quieren satanizar con un discurso de doble moral, es que nuestra dirigencia colapsó y viene desde cuando ejercía Nacho Vives como celebre político del Magdalena Grande, gran orador, pero que dejó muchas dudas con su proceder;  nuestra clase dirigente entró en una carrera desmedida y voraz por ambición de poder y riqueza, pero también por complicidad de la ciudadanía que se acompleja por dinero y se arrodilla ante personas que no tienen ningún fundamento moral para regir nuestros destinos. Estos políticos son tan tontos que ni siquiera hacen bien el ‘mandao’, siempre los pescan las entidades de control y terminan sometidos al escarnio público.
Ser político se ha convertido en un descrédito, por culpa de aquellos inescrupulosos que tomaron esta ciencia para su beneficio personal, sin pensar en una ciudadanía que se muere de hambre, desempleo y muchos problemas que nos agobian a diario: Debemos pensar en alternativas con mujeres y jóvenes que le apuesten a algo diferente.No podemos decepcionarnos de la política, porque a través de la política, nacen procesos beneficiosos de cambio para la sociedad. Sin embargo, debemos actuar con cautela y analizar programas y propuestas, porque de lo contrario pueden surgir fenómenos como las ‘arepueladas’, de Miguel Morales, que están tomando fuerza y al no pertenecer a la clase política, ampara su discurso en la desigualdad de clases y plantea una lucha frontal contra la corrupción, y como viene de una franja que es muy grande y poco estructurada, puede ser visto como el adalid que nos va a sacar adelante y a moralizar la ciudad, como dice su eslogan, que entre otras es muy bueno,aunque no cuente con la preparación necesaria para tomar las riendas de un municipio con tantos problemas como Valledupar. No tengo nada en contra de Migue,canta bonito y me parece un buen tipo,hasta he llegado a pensar que debería darle una lección a tanto politiquero barato de clase alta que no ha servido para nada, para sentar un precedente, tal vez si tocamos fondo, salimos a flote como sociedad unida, con verdaderos líderes a los que les duelan las necesidades de su gente.
No se trata de generar odios, aquí lo que hay que hacer es un balance con franqueza, de cómo se encuentra nuestra dirigencia y lo que se puede hacer en el futuro para renovar de la mejor forma la política en el Cesar.

*Twitter: @JACOBOSOLANOC