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Columnista - 10 agosto, 2011

¡La deuda de los Estados Unidos: alivio, temores y ansiedad!

Por  Gustavo Cotes Medina La comedia montada en el Congreso de los Estados Unidos en las últimas semanas para darle permiso al presidente Obama de conseguir más plata prestada, se convirtió en una pelea doméstica entre los vecinos de un conjunto residencial que no pagan puntualmente las cuotas de la administración, pero el manejo irresponsable […]

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Por  Gustavo Cotes Medina

La comedia montada en el Congreso de los Estados Unidos en las últimas semanas para darle permiso al presidente Obama de conseguir más plata prestada, se convirtió en una pelea doméstica entre los vecinos de un conjunto residencial que no pagan puntualmente las cuotas de la administración, pero el manejo irresponsable de este drama le significó una rebaja en la calificación de su deuda de AAA a AA+ por considerar que el acuerdo de recorte fiscal aprobado por el Congreso se quedó corto para pagar la deuda en el futuro.
Sin embargo, las firmas calificadoras  estiman que en lo inmediato el riesgo que los Estados Unidos no pague sus deudas sigue siendo extremadamente bajo. El pueblo tendrá que ajustarse el cinturón en medio  de un crecimiento moderado de su economía, con el atenuante que el dólar sigue sin competencia como moneda global, la mayoría de las empresas de este país son sólidas y rentables, y sus bonos siguen siendo muy apetecidos.
La posibilidad que Estados Unidos pueda caer en una segunda recesión es un riesgo real en menos de dos años, porque el Gobierno no podrá gastar más ya que se acaba de comprometer en un recorte de 2,4 billones de dólares, algo bien difícil en un país que es adicto al endeudamiento.
A este riesgo de recesión se le suma la crisis de deuda en Europa, especialmente en España e Italia, pues los ajustes en sus economías están estrangulando el consumo y agitando los mercados financieros.
El espectáculo de extorsión política protagonizado en el Congreso por demócratas y republicanos, además de ridículo y patético, fue frustrante y sin visión de futuro. Todos los protagonistas han salido perdiendo en la negociación sobre el techo de la deuda de los Estados Unidos, y el acuerdo alcanzado no estimulará el crecimiento, no estabilizará la economía, no corregirá la distribución del ingreso, ni creará inversiones públicas. En la práctica, el acuerdo alcanzado sobre la última hora fue otro error que se parece a un burdo instrumento político para reducir al Gobierno Obama a su mínima expresión, lo deja cruzado de brazos, y de paso mete en el congelador al TLC con Colombia, Panamá y Corea del Sur.
En este orden de ideas, se observa que las economías emergentes están menos endeudadas y tienen un crecimiento económico más rápido que los países avanzados. Por esto es el reciente llamado del UNASUR a los países industrializados para que actúen en forma responsable en materia macroeconómica y adopten las decisiones difíciles en el momento oportuno, en vez de seleccionar el camino facilista de exportar sus problemas a otros por medio de una devaluación artificial de sus monedas.
Se debe evitar a toda costa la posibilidad de un contagio de la crisis por el nerviosismo en los Estados Unidos, sumada a la deuda de la Eurozona y al principal causante de las turbulencias en los mercados: el preocupante informe sobre las condiciones de empleo por parte del Departamento de Trabajo.
El acuerdo logrado en el Congreso de los Estados Unidos está enviando una señal de indisciplina fiscal a los mercados, y esta incertidumbre tendrá un alto costo porque al aumentar su deuda deberá reducir sus recursos para ahorrar e invertir y su ritmo de crecimiento será muy lento. ¡El daño ya está hecho!
En Colombia la situación del mercado accionario reflejó la tendencia a la baja  del petróleo y aunque puede haber una corrección en este comportamiento, la evolución de las bolsas externas y el precio del petróleo, que ha sido afectado por la disminución de la demanda mundial, continuarán afectando el mercado local. Este es un efecto contagioso del mercado que está a la expectativa de lo que pase a nivel internacional.
[email protected]
@CoCotes

Columnista
10 agosto, 2011

¡La deuda de los Estados Unidos: alivio, temores y ansiedad!

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Gustavo Cotez Medina

Por  Gustavo Cotes Medina La comedia montada en el Congreso de los Estados Unidos en las últimas semanas para darle permiso al presidente Obama de conseguir más plata prestada, se convirtió en una pelea doméstica entre los vecinos de un conjunto residencial que no pagan puntualmente las cuotas de la administración, pero el manejo irresponsable […]


Por  Gustavo Cotes Medina

La comedia montada en el Congreso de los Estados Unidos en las últimas semanas para darle permiso al presidente Obama de conseguir más plata prestada, se convirtió en una pelea doméstica entre los vecinos de un conjunto residencial que no pagan puntualmente las cuotas de la administración, pero el manejo irresponsable de este drama le significó una rebaja en la calificación de su deuda de AAA a AA+ por considerar que el acuerdo de recorte fiscal aprobado por el Congreso se quedó corto para pagar la deuda en el futuro.
Sin embargo, las firmas calificadoras  estiman que en lo inmediato el riesgo que los Estados Unidos no pague sus deudas sigue siendo extremadamente bajo. El pueblo tendrá que ajustarse el cinturón en medio  de un crecimiento moderado de su economía, con el atenuante que el dólar sigue sin competencia como moneda global, la mayoría de las empresas de este país son sólidas y rentables, y sus bonos siguen siendo muy apetecidos.
La posibilidad que Estados Unidos pueda caer en una segunda recesión es un riesgo real en menos de dos años, porque el Gobierno no podrá gastar más ya que se acaba de comprometer en un recorte de 2,4 billones de dólares, algo bien difícil en un país que es adicto al endeudamiento.
A este riesgo de recesión se le suma la crisis de deuda en Europa, especialmente en España e Italia, pues los ajustes en sus economías están estrangulando el consumo y agitando los mercados financieros.
El espectáculo de extorsión política protagonizado en el Congreso por demócratas y republicanos, además de ridículo y patético, fue frustrante y sin visión de futuro. Todos los protagonistas han salido perdiendo en la negociación sobre el techo de la deuda de los Estados Unidos, y el acuerdo alcanzado no estimulará el crecimiento, no estabilizará la economía, no corregirá la distribución del ingreso, ni creará inversiones públicas. En la práctica, el acuerdo alcanzado sobre la última hora fue otro error que se parece a un burdo instrumento político para reducir al Gobierno Obama a su mínima expresión, lo deja cruzado de brazos, y de paso mete en el congelador al TLC con Colombia, Panamá y Corea del Sur.
En este orden de ideas, se observa que las economías emergentes están menos endeudadas y tienen un crecimiento económico más rápido que los países avanzados. Por esto es el reciente llamado del UNASUR a los países industrializados para que actúen en forma responsable en materia macroeconómica y adopten las decisiones difíciles en el momento oportuno, en vez de seleccionar el camino facilista de exportar sus problemas a otros por medio de una devaluación artificial de sus monedas.
Se debe evitar a toda costa la posibilidad de un contagio de la crisis por el nerviosismo en los Estados Unidos, sumada a la deuda de la Eurozona y al principal causante de las turbulencias en los mercados: el preocupante informe sobre las condiciones de empleo por parte del Departamento de Trabajo.
El acuerdo logrado en el Congreso de los Estados Unidos está enviando una señal de indisciplina fiscal a los mercados, y esta incertidumbre tendrá un alto costo porque al aumentar su deuda deberá reducir sus recursos para ahorrar e invertir y su ritmo de crecimiento será muy lento. ¡El daño ya está hecho!
En Colombia la situación del mercado accionario reflejó la tendencia a la baja  del petróleo y aunque puede haber una corrección en este comportamiento, la evolución de las bolsas externas y el precio del petróleo, que ha sido afectado por la disminución de la demanda mundial, continuarán afectando el mercado local. Este es un efecto contagioso del mercado que está a la expectativa de lo que pase a nivel internacional.
[email protected]
@CoCotes