José Miguel Echeverría Hernández de ocho años de edad, fue a amarrar el caballo para recoger el ganado de la finca ‘San Pedro Claver’ y cuando el equino sintió que el menor lo enlazó, comenzó a saltar y enfurecido le propinó una patada en la cara.
Un niño recibió una patada en la cara, por parte de un caballo que intentaba enlazar. José Miguel Echeverría Hernández de ocho años de edad, fue a amarrar el caballo para recoger el ganado de la finca ‘San Pedro Claver’ y cuando el equino sintió que el menor lo enlazó, comenzó a saltar y enfurecido le propinó una patada en la cara.
El niño cayó desplomado en el pastizal y fue encontrado minutos después por un obrero de la finca, quien avisó de inmediato a sus padres para que lo trasladaran a un Centro Asistencial de Aguachica, donde los galenos a través de un radiografía, le detectaron que la patada del animal, le ocasionó fracturas en el temporal izquierdo, el hueso nasal y trauma craneoencefálico.
Según los familiares del niño, cuando caía la tarde en la finca ‘San Pedro Claver’, ubicada en la vereda San Pablo, jurisdicción de Aguachica, José Miguel obedeciendo a su padre, salió a buscar el caballo para encerrar el ganado y por varios minutos no se supo nada de él, ya que a veces demoraba en conseguir el único equino manso que hay en la finca, por eso nadie sospechó de lo que había ocurrido.
Cuando todos en la finca se enteraron de la tragedia, de inmediato salieron en busca del caballo para aislarlo con la intención de sacrificarlo pero éste huyó y se voló por en medio de las cercas de las fincas vecinas y hasta hoy, el animal no se ha dejado ver en la región.
Del niño se supo que los galenos al constatar la gravedad lo remitieron a un centro asistencial de tercer nivel en Valledupar, ya que necesita con urgencia una cirugía maxilofacial.
El fuerte golpe, también le ocasionó lesiones en el músculo ciliar y el canal hialoideo del ojo izquierdo, por lo que también tendrá que ser atendido por un especialista en oftalmología.
Como lo narran los familiares del niño, dejan entrever que éste diariamente realizaba trabajos peligrosos de responsabilidad de adultos, ya que el amarrar caballos y encerrar reses, es una labor que sólo debe ser efectuada por personas expertas en el manejo de estos animales.
José Miguel Echeverría Hernández de ocho años de edad, fue a amarrar el caballo para recoger el ganado de la finca ‘San Pedro Claver’ y cuando el equino sintió que el menor lo enlazó, comenzó a saltar y enfurecido le propinó una patada en la cara.
Un niño recibió una patada en la cara, por parte de un caballo que intentaba enlazar. José Miguel Echeverría Hernández de ocho años de edad, fue a amarrar el caballo para recoger el ganado de la finca ‘San Pedro Claver’ y cuando el equino sintió que el menor lo enlazó, comenzó a saltar y enfurecido le propinó una patada en la cara.
El niño cayó desplomado en el pastizal y fue encontrado minutos después por un obrero de la finca, quien avisó de inmediato a sus padres para que lo trasladaran a un Centro Asistencial de Aguachica, donde los galenos a través de un radiografía, le detectaron que la patada del animal, le ocasionó fracturas en el temporal izquierdo, el hueso nasal y trauma craneoencefálico.
Según los familiares del niño, cuando caía la tarde en la finca ‘San Pedro Claver’, ubicada en la vereda San Pablo, jurisdicción de Aguachica, José Miguel obedeciendo a su padre, salió a buscar el caballo para encerrar el ganado y por varios minutos no se supo nada de él, ya que a veces demoraba en conseguir el único equino manso que hay en la finca, por eso nadie sospechó de lo que había ocurrido.
Cuando todos en la finca se enteraron de la tragedia, de inmediato salieron en busca del caballo para aislarlo con la intención de sacrificarlo pero éste huyó y se voló por en medio de las cercas de las fincas vecinas y hasta hoy, el animal no se ha dejado ver en la región.
Del niño se supo que los galenos al constatar la gravedad lo remitieron a un centro asistencial de tercer nivel en Valledupar, ya que necesita con urgencia una cirugía maxilofacial.
El fuerte golpe, también le ocasionó lesiones en el músculo ciliar y el canal hialoideo del ojo izquierdo, por lo que también tendrá que ser atendido por un especialista en oftalmología.
Como lo narran los familiares del niño, dejan entrever que éste diariamente realizaba trabajos peligrosos de responsabilidad de adultos, ya que el amarrar caballos y encerrar reses, es una labor que sólo debe ser efectuada por personas expertas en el manejo de estos animales.