EL TINAJERO

Por: José Atuesta Mindiola

El Primer Festival de las Letras “Ciudad Valledupar”, todo un éxito. El periodista y poeta William De Ávila, presidente de la Fundación Verde Biche, fue el líder organizador con la complicidad de los poetas Pedro Olivella y Álvaro Maestre. Loas a estos tres poetas y gestores culturales, y como bien lo dijo el pintor Efraín “El Mono” Quintero, ojalá nunca se maduren, para que su entusiasmo siga vigoroso como el mango biche.
En el acto de apertura se hizo reconocimiento a tres personajes de las letras en Valledupar. A Mary Daza Orozco, la decana de los periodistas del Cesar y escritora con reconocimiento nacional, además una maestra del lenguaje, la presentación y el protocolo. Cierra los ojos, cuando algunos presentadores caen en el error de saludar: …a todos y a todas. Mary dijo sus palabras de agradecimientos, al tenor del aforismo: lo bueno y breve, es dos veces bueno. Resaltó que cuando un escritor recibe un premio de un grupo de escritores, se siente mayor compromiso con la escritura.
Luis Mizar, maestro y filósofo de la poesía, recordando a Fernando Pessoa,  el poeta portugués de los heterónimos, dijo, sentirse lleno de contentura y con innumerables nombres para compartir y celebrar el reconocimiento: “Me siento que soy algo de Pedro Daza, el amigo profesor de mis clases de literatura en Loperena; siento que hay en mí, algo de los colores invisibles del pintor Efraín “El Mono” Quintero; que soy algo del fino espíritu del artista integral José Luis Molina; que soy algo de la creatividad de José Atuesta, testigo de los avatares de mi espíritu …..”
El abogado Rodolfo Ortega, con su experiencia en los recintos judiciales, prolongó sus agradecimientos en un  discurso sobre la temática de sus Crónicas de Antier, como si lo hubiesen invitado a una conferencia.
El poeta invitado, Jota Mario Arbeláez, breve, bueno  y fecundo. Agradecido de estar en Valledupar, y contó anécdotas de su maestro Gonzalo Arango, fundador del movimiento poético, el Nadaísmo, en 1958, cuyas  características esenciales eran las rebeldías contra la poesía nacional, la ironía, la irreverencia y su postura anticlerical. El padre Félix Restrepo, presidente de la Academia de la Lengua Colombiana, los bautizó “poetas de alcantarillas”; nombre que ellos celebraron y lo acogieron para una antología.

En estos dos días de conversatorio y lecturas poemas, el director de la Fundación Verde Biche,  presentó la revista Letras de escritores residentes en Valledupar, con poemas, cuentos y un ensayo de Luis Barros Pavajeau: “Las subversiones de la imaginación”.
Pero de espaldas a la poesía, ya no es sorpresa en Valledupar, que los atracadores de las motos con parrilleros siguen haciendo de las suyas en toda la ciudad. Lo irónico es que hay un Decreto de la Alcadía que prohíbe los parrilleros mayores de quince años. En Los Cortijos, en una franja entre las calles 8 y 9 de la carrera 19A,  es frecuente esta modalidad delictiva: dos motos acorralan a  su víctima, generalmente es una mujer sola,  se bajan los parrilleros la intimidan, la ultrajan y le quitan sus pertenencias, y lo más absurdo, los documentos de identidad. Y como siempre, en ese momento no hay policías en el sector, llegan después.

LOS ATRACOS CALLEJEROS
Por Jose Atuesta Mindiola
La ciudad en agonía
y de esos somos testigos,
es frecuente en los Cortijos,
el robo todos los días,
en ausencia de policías
cunde el miedo y desespero
por atracos callejeros
que producen aflicción;
si existe una  prohibición
porque se ven parrilleros.