BUENOS AIRES. AP.  El gobierno de Cristina Fernández dijo el viernes que la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) sólo defiende intereses corporativos y con ese fin buscan condicionar a los países de América Latina, en respuesta a la grave denuncia sobre un deterioro de la libertad de prensa en Argentina que lanzó la organización en la víspera.
“No le importa la democracia, le importan sus internas empresariales y sus asociados como medios concentrados de América Latina, y pretenden condicionar a los gobiernos porque no toleran la pluralidad y la diversidad”, afirmó Gabriel Mariotto, a cargo de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (AFSCA).
La SIP, que envió una misión a la Argentina después de seis años a partir de denuncias sobre ataques a medios de comunicación críticos, dijo el jueves que la libertad de prensa está “en un proceso de deterioro” en Argentina.
En ese sentido, la SIP apuntó al uso indebido de recursos públicos para castigar o premiar a medios y periodistas; a la distribución de publicidad oficial de acuerdo con posiciones editoriales y a la nueva ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que juzgó como discriminatoria y que busca controlar los contenidos de los medios de comunicación.
Dicha norma, sancionada en 2009, todavía no es de aplicación efectiva debido a una serie de recursos judiciales presentados por el Grupo Clarín, el mayor del país y que mantiene una relación tirante con el gobierno. Por la nueva ley, ese conglomerado debe desprenderse de varios medios de comunicación de su propiedad.
El gobierno dice que con la nueva ley busca democratizar la comunicación, promoviendo la desconcentración y garantizando la participación del sector privado no comercial. Para Clarín, en cambio, apunta a su desaparición.
La SIP también alertó que durante su visita al país esta semana recibió denuncias concretas sobre hostigamiento y amedrentamiento de parte de organismos del Estado contra periodistas independientes o críticos.