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Editorial - 25 diciembre, 2024

El impacto del nuevo salario mínimo en Valledupar y el Cesar

Conocidas las cifras del reajuste del salario mínimo para el año 2025, establecido por decreto presidencial, lo que sigue ahora son los análisis y opiniones de los distintos sectores sobre la manera en que este afectará los diferentes procesos de la economía, desde los hogares hasta el más alto nivel empresarial.

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Conocidas las cifras del reajuste del salario mínimo para el año 2025, establecido por decreto presidencial, lo que sigue ahora son los análisis y opiniones de los distintos sectores sobre la manera en que este afectará los diferentes procesos de la economía, desde los hogares hasta el más alto nivel empresarial.

El salario mínimo para 2025 será de $1.423.500, más $200.000 de auxilio de transporte, lo que constituye un incremento del 9,53 %.

Como suele suceder, esta vez tampoco hubo consenso entre las partes negociadoras y, como era de esperarse, agremiaciones como Fenalco rechazaron el reajuste por considerar que se trata de “una medida populista del presidente Petro” y que eso no ayuda a la generación de empleo en Colombia.

Al igual que en todo el país, al entrar en vigencia el nuevo salario mínimo, en Valledupar y el Cesar aumentarán, de manera paralela, los costos de algunos productos y servicios de la vida diaria representados en pagos del sistema de salud, Soat, sanciones de tránsito, aportes a pensión, administraciones de conjuntos residenciales, entre otros.

No obstante, el Gobierno nacional ha definido un listado de unos 200 productos y servicios que no se serían afectados por el incremento del salario mínimo, entre ellos las matrículas de educación superior, las consultas médicas particulares, todo lo relacionado con la copropiedad, mantenimientos y servicios de talleres, entre otros que podrían tocar el bolsillo de los colombianos.

Sin embargo, para que se cumplan todas esas medidas de no afectación a esos 200 productos y servicios, el Gobierno nacional deberá expedir algunos decretos especificando cuáles de estos están exceptos de aumentos. Se espera entonces que el inicio del 2025 traiga consigo esas primeras resoluciones del alto gobierno.

En la actualidad en Colombia un total de 3 millones 710 mil personas ganan el sueldo mínimo, mientras que existen unos 10 millones con ingresos inferiores a ese salario porque su actividad laboral, por lo general, es de carácter informal, en cuya situación se encuentra incluida Valledupar, una de las ciudades con mayor desempleo en Colombia.

De todas maneras, en Valledupar y el Cesar está un porcentaje importante de población que no escaparán a los efectos del nuevo salario mínimo, una medida que en términos ideales debería propender por el mejoramiento de la calidad de vida de los trabajadores, pero guardando el punto de equilibrio de la economía del país y de las particularidades de cada región.

Es por ello que en el caso de Valledupar y el Cesar, un aumento en el salario mínimo tiene un impacto tanto positivo como negativo debido a los altos indicadores de desempleo, informalidad laboral y de pobreza.

Valledupar es una ciudad con una economía regional que depende en gran medida del carbón, la agricultura, la ganadería y, más recientemente, de los servicios asociados al turismo y la cultura. Sin embargo, datos del DANE, indican que la informalidad laboral en el Cesar supera el 70%. Esto significa que una gran parte de la población empleada no tiene acceso a las garantías laborales y los beneficios que ofrece un contrato formal, lo que deja en una posición vulnerable a los trabajadores de la región.

El reajuste del salario mínimo puede generar un alivio inmediato para los trabajadores formales, pero en un contexto donde la informalidad predomina, el impacto directo en la calidad de vida de muchos cesarenses se ve limitado. Para aquellos empleados informales, un aumento en el salario mínimo no necesariamente se traduce en mejores condiciones, ya que su remuneración depende de factores como el mercado de trabajo local y la capacidad del empleador para pagar más.

Editorial
25 diciembre, 2024

El impacto del nuevo salario mínimo en Valledupar y el Cesar

Conocidas las cifras del reajuste del salario mínimo para el año 2025, establecido por decreto presidencial, lo que sigue ahora son los análisis y opiniones de los distintos sectores sobre la manera en que este afectará los diferentes procesos de la economía, desde los hogares hasta el más alto nivel empresarial.


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Conocidas las cifras del reajuste del salario mínimo para el año 2025, establecido por decreto presidencial, lo que sigue ahora son los análisis y opiniones de los distintos sectores sobre la manera en que este afectará los diferentes procesos de la economía, desde los hogares hasta el más alto nivel empresarial.

El salario mínimo para 2025 será de $1.423.500, más $200.000 de auxilio de transporte, lo que constituye un incremento del 9,53 %.

Como suele suceder, esta vez tampoco hubo consenso entre las partes negociadoras y, como era de esperarse, agremiaciones como Fenalco rechazaron el reajuste por considerar que se trata de “una medida populista del presidente Petro” y que eso no ayuda a la generación de empleo en Colombia.

Al igual que en todo el país, al entrar en vigencia el nuevo salario mínimo, en Valledupar y el Cesar aumentarán, de manera paralela, los costos de algunos productos y servicios de la vida diaria representados en pagos del sistema de salud, Soat, sanciones de tránsito, aportes a pensión, administraciones de conjuntos residenciales, entre otros.

No obstante, el Gobierno nacional ha definido un listado de unos 200 productos y servicios que no se serían afectados por el incremento del salario mínimo, entre ellos las matrículas de educación superior, las consultas médicas particulares, todo lo relacionado con la copropiedad, mantenimientos y servicios de talleres, entre otros que podrían tocar el bolsillo de los colombianos.

Sin embargo, para que se cumplan todas esas medidas de no afectación a esos 200 productos y servicios, el Gobierno nacional deberá expedir algunos decretos especificando cuáles de estos están exceptos de aumentos. Se espera entonces que el inicio del 2025 traiga consigo esas primeras resoluciones del alto gobierno.

En la actualidad en Colombia un total de 3 millones 710 mil personas ganan el sueldo mínimo, mientras que existen unos 10 millones con ingresos inferiores a ese salario porque su actividad laboral, por lo general, es de carácter informal, en cuya situación se encuentra incluida Valledupar, una de las ciudades con mayor desempleo en Colombia.

De todas maneras, en Valledupar y el Cesar está un porcentaje importante de población que no escaparán a los efectos del nuevo salario mínimo, una medida que en términos ideales debería propender por el mejoramiento de la calidad de vida de los trabajadores, pero guardando el punto de equilibrio de la economía del país y de las particularidades de cada región.

Es por ello que en el caso de Valledupar y el Cesar, un aumento en el salario mínimo tiene un impacto tanto positivo como negativo debido a los altos indicadores de desempleo, informalidad laboral y de pobreza.

Valledupar es una ciudad con una economía regional que depende en gran medida del carbón, la agricultura, la ganadería y, más recientemente, de los servicios asociados al turismo y la cultura. Sin embargo, datos del DANE, indican que la informalidad laboral en el Cesar supera el 70%. Esto significa que una gran parte de la población empleada no tiene acceso a las garantías laborales y los beneficios que ofrece un contrato formal, lo que deja en una posición vulnerable a los trabajadores de la región.

El reajuste del salario mínimo puede generar un alivio inmediato para los trabajadores formales, pero en un contexto donde la informalidad predomina, el impacto directo en la calidad de vida de muchos cesarenses se ve limitado. Para aquellos empleados informales, un aumento en el salario mínimo no necesariamente se traduce en mejores condiciones, ya que su remuneración depende de factores como el mercado de trabajo local y la capacidad del empleador para pagar más.