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Columnista - 24 diciembre, 2024

El fútbol como camino a la esperanza, una historia de transformación (II parte)

Los jóvenes de hoy, esos niños que se abren camino, nada fácil, a un ejercicio que va marcado por el ejemplo de los grandes futbolistas alrededor del mundo, que ostentan lujos, carros últimos modelos, colonias finas y mujeres bellas.

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Los jóvenes de hoy, esos niños que se abren camino, nada fácil, a un ejercicio que va marcado por el ejemplo de los grandes futbolistas alrededor del mundo, que ostentan lujos, carros últimos modelos, colonias finas y mujeres bellas.

Esos niños que muchas veces dejan de lado el estudio, el don de las cosas buenas pasa desapercibido y se endiosan de tal manera que nunca se fijan en los sacrificios que hay que vivir y pagar, para emular a esos grandes deportistas.

La jornada de presentación de esos muchachos de la Selección Cesar de fútbol sub trece, el pasado 9 de diciembre del presente año, nos lleva a reflexionar un poco y desde luego a sentar como precedente, además de esa excelente jornada, de luces y colores, de padres orgullosos y desde ya, de los muchachos iniciando el tránsito por ese camino que ven en esos grandes pasarelas que desean desafiar.

Hay que trabajar primero, y eso es un compromiso del hogar, padres y familia en general, sentar a la muchachada para que “no vuelen sin motores”, que hay que tener sueños.

Pero, lo segundo, es ocuparse en la disciplina, en el compromiso de formación; en ese adeudo innegociable de estudiar con responsabilidad.

“Se le resalta a ellos y a los padres de familia que lo primero es el estudio, hemos tratado de organizar las sesiones de entrenamiento para que los niños puedan cumplir con sus labores académicas y luego ir a trabajar lo deportivo, se les inculca que deben ser buenas personas, comprometidas y juiciosas; que los valores son importante; lo primero, el estudio y trabajar de la mano con el compromiso de los padres de familia para formar seres integrales”, esta es la percepción de Hugues Javier Cuello Luquez, asistente técnico y analista de videos, magíster en entrenamiento deportivo.

Y desde luego quisimos recoger las voces de los padres de familia: Fabián Tavera, padre del arquero Samuel Tavera, manifiesta su orgullo porque su hijo fue escogido entre los veinticinco muchachos, lo que resalta su trabajo y su disciplina. 

“Son años de práctica, entrenamientos en todas las jornadas, nos vemos en un evento magno que nunca se había visto en Valledupar. Me siento muy orgulloso y le transmito ese mensaje de constancia, de disciplina, de compromiso; todos los días hablo con él y le inculco que la disciplina abarca todo, si hay talento y no hay sacrificio no pasa nada. Esto es un proceso que tiene futuro, para mí es una gran victoria, el solo hecho que se levante a entrenar, hace más que el ochenta por ciento de los niños que se quedan durmiendo en casa o en el ocio total”.

Cerramos con la voz de Jeiner Eduardo López Lara, agente FIFA internacional, abogado y miembro de la fundación Faje: “Lo que se quiere es inspirar y motivar a la empresa pública y privada, a las autoridades, para que vean el deporte como un mecanismo social, de crecimiento de los muchachos, de la familia y de la ciudad. En esta medida, si se logra apoyar el sueño de estos niños, lograremos tener una mejor región”. Vale la pena soñar y trabajar por esos sueños, hay que seguir promocionando y apoyando el deporte y la cultura de nuestro medio. Sólo Eso.

Por: Eduardo Santos Ortega Vergara.

Columnista
24 diciembre, 2024

El fútbol como camino a la esperanza, una historia de transformación (II parte)

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Eduardo S. Ortega Vergara

Los jóvenes de hoy, esos niños que se abren camino, nada fácil, a un ejercicio que va marcado por el ejemplo de los grandes futbolistas alrededor del mundo, que ostentan lujos, carros últimos modelos, colonias finas y mujeres bellas.


Los jóvenes de hoy, esos niños que se abren camino, nada fácil, a un ejercicio que va marcado por el ejemplo de los grandes futbolistas alrededor del mundo, que ostentan lujos, carros últimos modelos, colonias finas y mujeres bellas.

Esos niños que muchas veces dejan de lado el estudio, el don de las cosas buenas pasa desapercibido y se endiosan de tal manera que nunca se fijan en los sacrificios que hay que vivir y pagar, para emular a esos grandes deportistas.

La jornada de presentación de esos muchachos de la Selección Cesar de fútbol sub trece, el pasado 9 de diciembre del presente año, nos lleva a reflexionar un poco y desde luego a sentar como precedente, además de esa excelente jornada, de luces y colores, de padres orgullosos y desde ya, de los muchachos iniciando el tránsito por ese camino que ven en esos grandes pasarelas que desean desafiar.

Hay que trabajar primero, y eso es un compromiso del hogar, padres y familia en general, sentar a la muchachada para que “no vuelen sin motores”, que hay que tener sueños.

Pero, lo segundo, es ocuparse en la disciplina, en el compromiso de formación; en ese adeudo innegociable de estudiar con responsabilidad.

“Se le resalta a ellos y a los padres de familia que lo primero es el estudio, hemos tratado de organizar las sesiones de entrenamiento para que los niños puedan cumplir con sus labores académicas y luego ir a trabajar lo deportivo, se les inculca que deben ser buenas personas, comprometidas y juiciosas; que los valores son importante; lo primero, el estudio y trabajar de la mano con el compromiso de los padres de familia para formar seres integrales”, esta es la percepción de Hugues Javier Cuello Luquez, asistente técnico y analista de videos, magíster en entrenamiento deportivo.

Y desde luego quisimos recoger las voces de los padres de familia: Fabián Tavera, padre del arquero Samuel Tavera, manifiesta su orgullo porque su hijo fue escogido entre los veinticinco muchachos, lo que resalta su trabajo y su disciplina. 

“Son años de práctica, entrenamientos en todas las jornadas, nos vemos en un evento magno que nunca se había visto en Valledupar. Me siento muy orgulloso y le transmito ese mensaje de constancia, de disciplina, de compromiso; todos los días hablo con él y le inculco que la disciplina abarca todo, si hay talento y no hay sacrificio no pasa nada. Esto es un proceso que tiene futuro, para mí es una gran victoria, el solo hecho que se levante a entrenar, hace más que el ochenta por ciento de los niños que se quedan durmiendo en casa o en el ocio total”.

Cerramos con la voz de Jeiner Eduardo López Lara, agente FIFA internacional, abogado y miembro de la fundación Faje: “Lo que se quiere es inspirar y motivar a la empresa pública y privada, a las autoridades, para que vean el deporte como un mecanismo social, de crecimiento de los muchachos, de la familia y de la ciudad. En esta medida, si se logra apoyar el sueño de estos niños, lograremos tener una mejor región”. Vale la pena soñar y trabajar por esos sueños, hay que seguir promocionando y apoyando el deporte y la cultura de nuestro medio. Sólo Eso.

Por: Eduardo Santos Ortega Vergara.