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Editorial - 19 diciembre, 2024

Una población y un tema de ciudad que requiere atención

Uno de los aspectos preocupantes que dejó el balance presentado por el director general de los Juegos Parasuramericanos 2026, Elmer Jiménez Silva, justas deportivas que se desarrollarán en Valledupar, es precisamente la falta de capacidad que registra esta capital para atender a la población con condiciones de discapacidad.

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Uno de los aspectos preocupantes que dejó el balance presentado por el director general de los Juegos Parasuramericanos 2026, Elmer Jiménez Silva, justas deportivas que se desarrollarán en Valledupar, es precisamente la falta de capacidad que registra esta capital para atender a la población con condiciones de discapacidad.

Estamos hablando de una población de 11.873 personas con condiciones de discapacidad que viven en una ciudad que presenta falencias frente a la atención que debe brindárseles, eso merece una especial evaluación.

Consideramos que en esta etapa de planificación previa de los Juegos Parasuramericanos 2026, se le debe dar prioridad a la revisión, en primera instancia, a todo lo relacionado con la infraestructura física de Valledupar, sin olvidar otros factores con igualdad de importancia.

No debemos centrarnos solo en el aspecto meramente deportivo. Independiente de la realización en Valledupar de los Juegos Parasumericanos 2026, se trata de un tema de ciudad frente a una población muy significativa en términos de cantidad, valor social y humanitario a la que hay que garantizarles sus derechos.

En ese informe de balance se conoció que en Valledupar “en el sector hotelero, solo un hotel cuenta con una habitación adaptada para personas con discapacidad”, ese es un dato que amerita toda la atención de las autoridades locales y no solo de las entidades comprometidas con la organización de esas justas deportivas.

Se debe revisar que la ciudad brinde todos los servicios acordes con las necesidades de este tipo de población, tales como el transporte público con rampas, entradas acondicionadas en los diferentes sitios de atención al público y, sumado a todo ello, la capacitación al factor humano para que tome conciencia de los derechos y trato especial que merecen las personas con condiciones de discapacidad.

Compartimos la opinión de Elmer Jiménez en el sentido de que Valledupar debe prepararse para estar altura de un evento internacional, que se muestre como una ciudad inclusiva ante los ojos del mundo, todos debemos apuntarles a ese propósito.

Volviendo al tema deportivo, las autoridades gubernamentales deben emplearse a fondo para aprovechar al máximo este tipo de coyunturas deportivas: primero los Juegos Bolivarianos y ahora los Parasumericanos 2026, ambos le permiten a Valledupar la ampliación, construcción y consolidación de una buena infraestructura deportiva, son oportunidades que muy pocas ciudades han tenido, mientras que nuestra capital ha contado con ese privilegio que debe ser muy bien capitalizado para su gente y para su propia imagen de ciudad pujante y con mucha proyección.

Es el momento de valorar todos esos grandes escenarios deportivos con que ahora cuenta nuestra ciudad, junto a los demás factores que ayuden a dignificar la vida de la población con condiciones de discapacidad.

Solo se espera que esas grandes inversiones económicas en escenarios deportivos, y en otros aspectos, impacten de manera positiva en el factor humano y en la buena imagen de Valledupar.

Editorial
19 diciembre, 2024

Una población y un tema de ciudad que requiere atención

Uno de los aspectos preocupantes que dejó el balance presentado por el director general de los Juegos Parasuramericanos 2026, Elmer Jiménez Silva, justas deportivas que se desarrollarán en Valledupar, es precisamente la falta de capacidad que registra esta capital para atender a la población con condiciones de discapacidad.


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Uno de los aspectos preocupantes que dejó el balance presentado por el director general de los Juegos Parasuramericanos 2026, Elmer Jiménez Silva, justas deportivas que se desarrollarán en Valledupar, es precisamente la falta de capacidad que registra esta capital para atender a la población con condiciones de discapacidad.

Estamos hablando de una población de 11.873 personas con condiciones de discapacidad que viven en una ciudad que presenta falencias frente a la atención que debe brindárseles, eso merece una especial evaluación.

Consideramos que en esta etapa de planificación previa de los Juegos Parasuramericanos 2026, se le debe dar prioridad a la revisión, en primera instancia, a todo lo relacionado con la infraestructura física de Valledupar, sin olvidar otros factores con igualdad de importancia.

No debemos centrarnos solo en el aspecto meramente deportivo. Independiente de la realización en Valledupar de los Juegos Parasumericanos 2026, se trata de un tema de ciudad frente a una población muy significativa en términos de cantidad, valor social y humanitario a la que hay que garantizarles sus derechos.

En ese informe de balance se conoció que en Valledupar “en el sector hotelero, solo un hotel cuenta con una habitación adaptada para personas con discapacidad”, ese es un dato que amerita toda la atención de las autoridades locales y no solo de las entidades comprometidas con la organización de esas justas deportivas.

Se debe revisar que la ciudad brinde todos los servicios acordes con las necesidades de este tipo de población, tales como el transporte público con rampas, entradas acondicionadas en los diferentes sitios de atención al público y, sumado a todo ello, la capacitación al factor humano para que tome conciencia de los derechos y trato especial que merecen las personas con condiciones de discapacidad.

Compartimos la opinión de Elmer Jiménez en el sentido de que Valledupar debe prepararse para estar altura de un evento internacional, que se muestre como una ciudad inclusiva ante los ojos del mundo, todos debemos apuntarles a ese propósito.

Volviendo al tema deportivo, las autoridades gubernamentales deben emplearse a fondo para aprovechar al máximo este tipo de coyunturas deportivas: primero los Juegos Bolivarianos y ahora los Parasumericanos 2026, ambos le permiten a Valledupar la ampliación, construcción y consolidación de una buena infraestructura deportiva, son oportunidades que muy pocas ciudades han tenido, mientras que nuestra capital ha contado con ese privilegio que debe ser muy bien capitalizado para su gente y para su propia imagen de ciudad pujante y con mucha proyección.

Es el momento de valorar todos esos grandes escenarios deportivos con que ahora cuenta nuestra ciudad, junto a los demás factores que ayuden a dignificar la vida de la población con condiciones de discapacidad.

Solo se espera que esas grandes inversiones económicas en escenarios deportivos, y en otros aspectos, impacten de manera positiva en el factor humano y en la buena imagen de Valledupar.