Otro año que cierra su ciclo y los balances culturales dejan nuevamente ese sinsabor de que algo nos falta para llegar más lejos.
Otro año que cierra su ciclo y los balances culturales dejan nuevamente ese sinsabor de que algo nos falta para llegar más lejos. Se hacen cosas, como siempre se ha hecho, respondiendo a la colcha de retazos que se teje en cultura, año tras año; hoy tenemos una activa ‘jefe de la oficina de cultura’ que da la cara, que se mueve, eso es cierto, pero ¿será que alcanza para dinamizar un ejercicio cultural mucho más importante? Creo que no.
Participé, como miembro del consejo municipal de cultura, en las mesas de trabajo que nos permitían proponer y ser parte de la dinámica para construir un programa de gobierno que le diera la brújula al nuevo alcalde, Ernesto Orozco, y trabajar en los diferentes tópicos del quehacer administrativo local.
La propuesta para solucionar una problemática cultural, o tantas, fue la creación del Instituto Municipal de Cultura, o como mínimo desarrollar la secretaría de Cultura y desde allí trabajar por políticas públicas culturales a mediano y largo plazo.
Había una luz, creíamos en el gerente, pensábamos que el alcalde tendría en cuenta esta propuesta. Pero no, se repite la historia de la inobservancia, otro alcalde que ni se inmuta ante la gesta cultural que Valledupar desarrolla.
Se trabaja apoyando ferias, y trabajando de manera individual con proyectos particulares, pero ojo no son políticas de trabajo cultural desde el municipio. Lo que se hace está bien, pero debería ser mejor sin duda alguna.
Seguimos esperando que un alcalde un día se tome el trabajo de sentarse de manera responsable y seria con el consejo municipal de cultura, consejo dado, ojalá un día sea tenido en cuenta.
Revisamos a nivel de la costa las capitales y su compromiso con la cultura. Todas tiene su sectorial cultural, Cartagena tiene el IPCC Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena, loable que se maneje la cultura de una capital a través de un instituto.
Sincelejo con una secretaria de educación y cultura, maneja además un Fondo Mixto de Cultura, Barranquilla, Montería, Riohacha y San Andrés tienen secretarías de culturas que responden por la cultura de su territorio.
¿Es mucho pedir desde las voces de la cultura y el arte que Valledupar tenga su Instituto Municipal de Cultura? Esperamos la voz de respuesta del señor alcalde.
Entendemos que la seguridad es importante en el municipio, ya se creó la Secretaría de Seguridad y Convivencia, que trabajará por un entorno más pacífico, así lo determina la ordenanza de creación, pero también estamos seguros que la violencia y la inseguridad se contrarresta con educación y el fomento del arte y la cultura en dimensiones altruistas. Es mejor que un niño empuñe un pincel o un lápiz, como artista, que un arma para violentar y subsistir, como un delincuente.
Seguimos promoviendo desde esta tribuna, no queda de otra, la creación del “Instituto de Cultura y Turismo de Valledupar”.
‘Dirigir los procesos y planes generales para el rescate y fomento de los valores artísticos y culturales del municipio, en coordinación con el superior inmediato’, esto no es lo mismo desde una oficina de cultura, que desde una sectorial o, mejor aún, desde un instituto de cultura. ‘El que no oye consejos no llega a viejo decía mi sabia abuela’ señor alcalde Ernesto Orozco. Sólo Eso.
Por: Eduardo Santos Ortega Vergara.
Otro año que cierra su ciclo y los balances culturales dejan nuevamente ese sinsabor de que algo nos falta para llegar más lejos.
Otro año que cierra su ciclo y los balances culturales dejan nuevamente ese sinsabor de que algo nos falta para llegar más lejos. Se hacen cosas, como siempre se ha hecho, respondiendo a la colcha de retazos que se teje en cultura, año tras año; hoy tenemos una activa ‘jefe de la oficina de cultura’ que da la cara, que se mueve, eso es cierto, pero ¿será que alcanza para dinamizar un ejercicio cultural mucho más importante? Creo que no.
Participé, como miembro del consejo municipal de cultura, en las mesas de trabajo que nos permitían proponer y ser parte de la dinámica para construir un programa de gobierno que le diera la brújula al nuevo alcalde, Ernesto Orozco, y trabajar en los diferentes tópicos del quehacer administrativo local.
La propuesta para solucionar una problemática cultural, o tantas, fue la creación del Instituto Municipal de Cultura, o como mínimo desarrollar la secretaría de Cultura y desde allí trabajar por políticas públicas culturales a mediano y largo plazo.
Había una luz, creíamos en el gerente, pensábamos que el alcalde tendría en cuenta esta propuesta. Pero no, se repite la historia de la inobservancia, otro alcalde que ni se inmuta ante la gesta cultural que Valledupar desarrolla.
Se trabaja apoyando ferias, y trabajando de manera individual con proyectos particulares, pero ojo no son políticas de trabajo cultural desde el municipio. Lo que se hace está bien, pero debería ser mejor sin duda alguna.
Seguimos esperando que un alcalde un día se tome el trabajo de sentarse de manera responsable y seria con el consejo municipal de cultura, consejo dado, ojalá un día sea tenido en cuenta.
Revisamos a nivel de la costa las capitales y su compromiso con la cultura. Todas tiene su sectorial cultural, Cartagena tiene el IPCC Instituto de Patrimonio y Cultura de Cartagena, loable que se maneje la cultura de una capital a través de un instituto.
Sincelejo con una secretaria de educación y cultura, maneja además un Fondo Mixto de Cultura, Barranquilla, Montería, Riohacha y San Andrés tienen secretarías de culturas que responden por la cultura de su territorio.
¿Es mucho pedir desde las voces de la cultura y el arte que Valledupar tenga su Instituto Municipal de Cultura? Esperamos la voz de respuesta del señor alcalde.
Entendemos que la seguridad es importante en el municipio, ya se creó la Secretaría de Seguridad y Convivencia, que trabajará por un entorno más pacífico, así lo determina la ordenanza de creación, pero también estamos seguros que la violencia y la inseguridad se contrarresta con educación y el fomento del arte y la cultura en dimensiones altruistas. Es mejor que un niño empuñe un pincel o un lápiz, como artista, que un arma para violentar y subsistir, como un delincuente.
Seguimos promoviendo desde esta tribuna, no queda de otra, la creación del “Instituto de Cultura y Turismo de Valledupar”.
‘Dirigir los procesos y planes generales para el rescate y fomento de los valores artísticos y culturales del municipio, en coordinación con el superior inmediato’, esto no es lo mismo desde una oficina de cultura, que desde una sectorial o, mejor aún, desde un instituto de cultura. ‘El que no oye consejos no llega a viejo decía mi sabia abuela’ señor alcalde Ernesto Orozco. Sólo Eso.
Por: Eduardo Santos Ortega Vergara.