Los rumores que indican que este proyecto podría ser presentado nuevamente el próximo año generan preocupación.
El reciente retiro del proyecto de la “Tasa de Seguridad” por parte de la Gobernación del Cesar fue, sin duda, un acierto. Escuchar las preocupaciones de los gremios y ciudadanos demuestra un acto de responsabilidad frente a la realidad económica de la región. Sin embargo, los rumores que indican que este proyecto podría ser presentado nuevamente el próximo año generan preocupación.
En medio del debate, se sintió la incomodidad de algunos diputados que, sorprendidos por el giro de la Gobernación, no ocultaron su molestia. Habían insistido en diferentes escenarios en buscar alternativas para que la tasa prosperara, y su descontento aumentó tras las críticas recibidas en actos simbólicos como el uso de máscaras por parte de activistas y líderes ciudadanos. Estas manifestaciones son reflejo de una sociedad que se resiste a aceptar decisiones que considera lesivas para el desarrollo de la región.
El proyecto pretende regresar como un “golpe de autoridad”, una tasa que afecta la competitividad no puede ser presentada al estilo Robin Hood, como una solución que solo afecta a unos pocos para el beneficio de muchos. El debate no debe ser un pulso entre el poder público y la ciudadanía; debe ser un espacio para encontrar soluciones que beneficien a todos, sin afectar el sector productivo, que es el soporte y desarrollo.
Uno de los aspectos de mayor valor de esta situación es la enseñanza sobre el valor del trabajo en equipo. El intento de avanzar con este proyecto sin una adecuada socialización no tuvo en cuenta la importancia del diálogo y la construcción colectiva. Gremios, empresarios y ciudadanos demostraron que alzar la voz de manera organizada y con argumentos reales es posible influir positivamente en las decisiones públicas. Este esfuerzo conjunto debe convertirse en la regla no en la excepción.
Es fundamental que las autoridades comprendan que más recursos no siempre equivalen a mejores resultados, y los indicadores de las zonas donde ya están aplicando la “tasa de seguridad” lo muestran con claridad. La clave está en cómo se invierten y gestionan esos recursos. Una administración pública comprometida debe priorizar la eficiencia, eliminando gastos innecesarios y enfocándose en maximizar el impacto de cada peso invertido.
El rumor de que este proyecto podría ser presentado nuevamente el próximo año y así demostrar un golpe de autoridad y ahora impulsados por la aprobación de esta en Antioquia “ya se hizo en otras partes”, seguro será el argumento. ¿Estamos dispuestos a repetir los mismos errores?, es momento de construir región con visión a largo plazo, dejando de lado el orgullo. Solo así lograremos un Cesar más competitivo, equitativo y seguro.
Nota: vale la pena recordar la soledad que sentimos por parte de la clase dirigente y congresistas, su silencio y ausencia en esta discusión nos deja un mensaje claro, es la unión de la sociedad civil y gremial la que realmente sostiene los pilares de nuestra región.
Ricardo Reyes
Fenalco – Cesar
Los rumores que indican que este proyecto podría ser presentado nuevamente el próximo año generan preocupación.
El reciente retiro del proyecto de la “Tasa de Seguridad” por parte de la Gobernación del Cesar fue, sin duda, un acierto. Escuchar las preocupaciones de los gremios y ciudadanos demuestra un acto de responsabilidad frente a la realidad económica de la región. Sin embargo, los rumores que indican que este proyecto podría ser presentado nuevamente el próximo año generan preocupación.
En medio del debate, se sintió la incomodidad de algunos diputados que, sorprendidos por el giro de la Gobernación, no ocultaron su molestia. Habían insistido en diferentes escenarios en buscar alternativas para que la tasa prosperara, y su descontento aumentó tras las críticas recibidas en actos simbólicos como el uso de máscaras por parte de activistas y líderes ciudadanos. Estas manifestaciones son reflejo de una sociedad que se resiste a aceptar decisiones que considera lesivas para el desarrollo de la región.
El proyecto pretende regresar como un “golpe de autoridad”, una tasa que afecta la competitividad no puede ser presentada al estilo Robin Hood, como una solución que solo afecta a unos pocos para el beneficio de muchos. El debate no debe ser un pulso entre el poder público y la ciudadanía; debe ser un espacio para encontrar soluciones que beneficien a todos, sin afectar el sector productivo, que es el soporte y desarrollo.
Uno de los aspectos de mayor valor de esta situación es la enseñanza sobre el valor del trabajo en equipo. El intento de avanzar con este proyecto sin una adecuada socialización no tuvo en cuenta la importancia del diálogo y la construcción colectiva. Gremios, empresarios y ciudadanos demostraron que alzar la voz de manera organizada y con argumentos reales es posible influir positivamente en las decisiones públicas. Este esfuerzo conjunto debe convertirse en la regla no en la excepción.
Es fundamental que las autoridades comprendan que más recursos no siempre equivalen a mejores resultados, y los indicadores de las zonas donde ya están aplicando la “tasa de seguridad” lo muestran con claridad. La clave está en cómo se invierten y gestionan esos recursos. Una administración pública comprometida debe priorizar la eficiencia, eliminando gastos innecesarios y enfocándose en maximizar el impacto de cada peso invertido.
El rumor de que este proyecto podría ser presentado nuevamente el próximo año y así demostrar un golpe de autoridad y ahora impulsados por la aprobación de esta en Antioquia “ya se hizo en otras partes”, seguro será el argumento. ¿Estamos dispuestos a repetir los mismos errores?, es momento de construir región con visión a largo plazo, dejando de lado el orgullo. Solo así lograremos un Cesar más competitivo, equitativo y seguro.
Nota: vale la pena recordar la soledad que sentimos por parte de la clase dirigente y congresistas, su silencio y ausencia en esta discusión nos deja un mensaje claro, es la unión de la sociedad civil y gremial la que realmente sostiene los pilares de nuestra región.
Ricardo Reyes
Fenalco – Cesar