En diálogo con EL PILÓN, el guardameta vallenato narra los momentos previos y posteriores al penal que terminó atajando y que significó la clasificación de Real Cartagena al repechaje de ascenso.
El fútbol está lleno de momentos decisivos, donde el futuro de un equipo se decide en una fracción de segundo. Y en ese contexto, el guardameta vallenato Aldo Montes se transformó el pasado sábado en el héroe inesperado del Real Cartagena.
El portero del club cartagenero detuvo un penalti en el minuto 91 el cual sirvió para que su equipo se impusiera 1-0. La atajada milagrosa de Montes no solo evitó el empate de Orsomarso, sino que también mantuvo vivas las esperanzas del Real Cartagena de ascender a la máxima categoría.
El encuentro, disputado en el estadio Jaime Morón, solo tenía una opción para los cartageneros: ganar, sin importar el cómo. Con el triunfo, el equipo mantenía sus opciones de clasificar al Repechaje y daba un paso decisivo hacia el ascenso. Sin embargo, el destino reservó un final dramático; un penalti, en el tiempo añadido, amenazó con destruir todas las esperanzas del cuadro auriverde y de la afición.
“Cuando el árbitro pitó el penalti, la verdad, estuve muy tranquilo. Fue un momento en el que solo me concentré en orar y pedirle a Dios sabiduría. En realidad, estaba muy confiado. Sabía que lo iba a tapar”, compartió el futbolista de 24 años, en diálogo con EL PILÓN, al rememorar aquel instante clave que selló la suerte del partido y, en gran medida, del futuro de Real Cartagena.
La confianza de Montes no era infundada. La carrera del portero se ha construido a base de trabajo duro, perseverancia y fe. “Siempre creí en Dios, en mi trabajo, y sabía que las cosas iban a salir bien. Fue un momento que definió el partido y me permitió sentirme más cerca de cumplir un sueño”, añadió Montes, quien es consciente de la importancia que tuvo su intervención para las aspiraciones del equipo.
La historia de Aldo Montes no es la historia de un jugador que alcanzó su objetivo de consolidarse en el fútbol profesional de manera fácil o sin sacrificios. Su camino ha sido de arduo trabajo y dedicación desde sus inicios en Valledupar.
Montes dio los primeros pasos de su carrera futbolística en el club De Pies a Cabeza de la capital del Cesar, semillero de talento de muchos de los futbolistas más destacados de la zona. Allí, el joven portero empezó a perfeccionar sus habilidades, demostrando desde temprano de lo que era capaz bajo los tres palos.
También tuvo un paso por el equipo Alianza Vallenata, antes de debutar en el profesionalismo defendiendo los colores del extinto Valledupar FC, en 2021. El año de su debut fue ‘sensación’, no por sus atajadas, sino porque alcanzó a anotar cinco goles, dos de ellos de tiro libre, una rareza para su posición.
A pesar de su buen desempeño, en 2022 el técnico de turno decidió no contar con él, lo que llevó a Aldo Montes a buscar suerte en Tigres de Bogotá, equipo al que arribó en 2023. En el cuadro capitalino jugó toda la temporada, destacándose con actuaciones que, a inicios de 2024, captaron la atención de Real Cartagena. Sin pensarlo dos veces, Montes empacó sus maletas y aceptó la propuesta del equipo heroico.
“Cuando Tigres me comunica que Cartagena me quería traer, no lo dudé ni un segundo. Les dije que no buscaran más, que yo quería quedarme en Cartagena”, relató con claridad, consciente de la importancia de esta nueva etapa en su carrera profesional.
La entrada del Real Cartagena al Repechaje no sólo representa un éxito deportivo, sino también un acontecimiento emotivo para toda una ciudad. El equipo, que lleva años luchando por regresar a la máxima categoría, ve en este torneo una oportunidad de hacer realidad los sueños de toda una ciudad. En el vestuario, luego que la directiva confirmara la noticia de la clasificación, la celebración no se hizo esperar.
“Nos enteramos de que estábamos clasificados cuando estábamos en el camerino. Fue un momento increíble, donde se salió alguna que otra lágrima. Era la ilusión de toda una ciudad, de un niño que desde pequeño soñó con jugar en una final del fútbol colombiano, y ahora que la tengo, es uno de los momentos más lindos de mi carrera”, confesó Montes, quien no ocultó su emoción al recordar esos instantes de celebración y esperanza.
Uno de los aspectos que más ilusiona a Aldo Montes es la relación con su ídolo de toda la vida, el exfutbolista y actual entrenador del Real Cartagena, Sebastián Viera. Montes siempre ha admirado a Viera desde Junior de Barranquilla y tenerlo como DT ha sido una de las gratas sorpresas de su carrera.
“Es una situación rara y linda, porque como lo manifesté siempre, Viera es mi ídolo. Desde el Junior siempre lo he mirado, y ahora tenerlo como técnico es un honor. Es una gran responsabilidad porque, como jugador, solo quieres que tu ídolo te vea bien, que vea lo mejor de ti”, explicó Montes, quien asegura que la relación con su entrenador es excelente.
Ambos se entrenan juntos, disfrutan de sesiones de tiros libres y comparten consejos. “Es una relación muy buena, algo que nunca imaginé vivir”, destacó el arquero, quien agradece la oportunidad de aprender y crecer bajo la dirección de su gran referente.
Montes y su equipo ahora enfrentan un nuevo desafío. Los próximos 180 minutos del Repechaje serán cruciales para el futuro del Real Cartagena y la historia del club. Montes no ha ocultado su ilusión por el ansiado ascenso a la A.
“Ahora la ilusión es la más grande. Tenemos una ilusión enorme por lograr ese ascenso, para eso nos trajeron, para eso estamos luchando. Estos 180 minutos son los más importantes de nuestra carrera”, afirmó Montes, claramente motivado por la oportunidad de escribir una nueva página en la historia del fútbol cartagenero.
La atajada de Aldo no fue simplemente una jugada que aseguró el paso al repechaje, sino el renacer de un sueño. Gracias a este “héroe del penalti”, Cartagena cree más que nunca que se puede hacer historia y regresar a la élite del fútbol colombiano.
En diálogo con EL PILÓN, el guardameta vallenato narra los momentos previos y posteriores al penal que terminó atajando y que significó la clasificación de Real Cartagena al repechaje de ascenso.
El fútbol está lleno de momentos decisivos, donde el futuro de un equipo se decide en una fracción de segundo. Y en ese contexto, el guardameta vallenato Aldo Montes se transformó el pasado sábado en el héroe inesperado del Real Cartagena.
El portero del club cartagenero detuvo un penalti en el minuto 91 el cual sirvió para que su equipo se impusiera 1-0. La atajada milagrosa de Montes no solo evitó el empate de Orsomarso, sino que también mantuvo vivas las esperanzas del Real Cartagena de ascender a la máxima categoría.
El encuentro, disputado en el estadio Jaime Morón, solo tenía una opción para los cartageneros: ganar, sin importar el cómo. Con el triunfo, el equipo mantenía sus opciones de clasificar al Repechaje y daba un paso decisivo hacia el ascenso. Sin embargo, el destino reservó un final dramático; un penalti, en el tiempo añadido, amenazó con destruir todas las esperanzas del cuadro auriverde y de la afición.
“Cuando el árbitro pitó el penalti, la verdad, estuve muy tranquilo. Fue un momento en el que solo me concentré en orar y pedirle a Dios sabiduría. En realidad, estaba muy confiado. Sabía que lo iba a tapar”, compartió el futbolista de 24 años, en diálogo con EL PILÓN, al rememorar aquel instante clave que selló la suerte del partido y, en gran medida, del futuro de Real Cartagena.
La confianza de Montes no era infundada. La carrera del portero se ha construido a base de trabajo duro, perseverancia y fe. “Siempre creí en Dios, en mi trabajo, y sabía que las cosas iban a salir bien. Fue un momento que definió el partido y me permitió sentirme más cerca de cumplir un sueño”, añadió Montes, quien es consciente de la importancia que tuvo su intervención para las aspiraciones del equipo.
La historia de Aldo Montes no es la historia de un jugador que alcanzó su objetivo de consolidarse en el fútbol profesional de manera fácil o sin sacrificios. Su camino ha sido de arduo trabajo y dedicación desde sus inicios en Valledupar.
Montes dio los primeros pasos de su carrera futbolística en el club De Pies a Cabeza de la capital del Cesar, semillero de talento de muchos de los futbolistas más destacados de la zona. Allí, el joven portero empezó a perfeccionar sus habilidades, demostrando desde temprano de lo que era capaz bajo los tres palos.
También tuvo un paso por el equipo Alianza Vallenata, antes de debutar en el profesionalismo defendiendo los colores del extinto Valledupar FC, en 2021. El año de su debut fue ‘sensación’, no por sus atajadas, sino porque alcanzó a anotar cinco goles, dos de ellos de tiro libre, una rareza para su posición.
A pesar de su buen desempeño, en 2022 el técnico de turno decidió no contar con él, lo que llevó a Aldo Montes a buscar suerte en Tigres de Bogotá, equipo al que arribó en 2023. En el cuadro capitalino jugó toda la temporada, destacándose con actuaciones que, a inicios de 2024, captaron la atención de Real Cartagena. Sin pensarlo dos veces, Montes empacó sus maletas y aceptó la propuesta del equipo heroico.
“Cuando Tigres me comunica que Cartagena me quería traer, no lo dudé ni un segundo. Les dije que no buscaran más, que yo quería quedarme en Cartagena”, relató con claridad, consciente de la importancia de esta nueva etapa en su carrera profesional.
La entrada del Real Cartagena al Repechaje no sólo representa un éxito deportivo, sino también un acontecimiento emotivo para toda una ciudad. El equipo, que lleva años luchando por regresar a la máxima categoría, ve en este torneo una oportunidad de hacer realidad los sueños de toda una ciudad. En el vestuario, luego que la directiva confirmara la noticia de la clasificación, la celebración no se hizo esperar.
“Nos enteramos de que estábamos clasificados cuando estábamos en el camerino. Fue un momento increíble, donde se salió alguna que otra lágrima. Era la ilusión de toda una ciudad, de un niño que desde pequeño soñó con jugar en una final del fútbol colombiano, y ahora que la tengo, es uno de los momentos más lindos de mi carrera”, confesó Montes, quien no ocultó su emoción al recordar esos instantes de celebración y esperanza.
Uno de los aspectos que más ilusiona a Aldo Montes es la relación con su ídolo de toda la vida, el exfutbolista y actual entrenador del Real Cartagena, Sebastián Viera. Montes siempre ha admirado a Viera desde Junior de Barranquilla y tenerlo como DT ha sido una de las gratas sorpresas de su carrera.
“Es una situación rara y linda, porque como lo manifesté siempre, Viera es mi ídolo. Desde el Junior siempre lo he mirado, y ahora tenerlo como técnico es un honor. Es una gran responsabilidad porque, como jugador, solo quieres que tu ídolo te vea bien, que vea lo mejor de ti”, explicó Montes, quien asegura que la relación con su entrenador es excelente.
Ambos se entrenan juntos, disfrutan de sesiones de tiros libres y comparten consejos. “Es una relación muy buena, algo que nunca imaginé vivir”, destacó el arquero, quien agradece la oportunidad de aprender y crecer bajo la dirección de su gran referente.
Montes y su equipo ahora enfrentan un nuevo desafío. Los próximos 180 minutos del Repechaje serán cruciales para el futuro del Real Cartagena y la historia del club. Montes no ha ocultado su ilusión por el ansiado ascenso a la A.
“Ahora la ilusión es la más grande. Tenemos una ilusión enorme por lograr ese ascenso, para eso nos trajeron, para eso estamos luchando. Estos 180 minutos son los más importantes de nuestra carrera”, afirmó Montes, claramente motivado por la oportunidad de escribir una nueva página en la historia del fútbol cartagenero.
La atajada de Aldo no fue simplemente una jugada que aseguró el paso al repechaje, sino el renacer de un sueño. Gracias a este “héroe del penalti”, Cartagena cree más que nunca que se puede hacer historia y regresar a la élite del fútbol colombiano.