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Columnista - 6 octubre, 2024

La pifia de la gobernadora: otro impuesto para los cesarenses

Si se entiende que la gobernación y la bancada de congresistas del departamento apoyan las políticas del gobierno nacional, para qué buscar, Elvia Milena, figuras lesivas para las finanzas del departamento y de sus ciudadanos, cuando podría solicitar recursos como retribución a ese apoyo del orden nacional.

Quintín Quintero, político y columnista
Quintín Quintero, político y columnista
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¿A quién se le ocurrió la brillante idea, en la Gobernación del Cesar, de pretender gravar a los usuarios comerciales e industriales de Afinia con una tasa del 10%; y a los estratos 4, 5 y 6 con una tasa del 9%, para fortalecer los gastos del departamento del Cesar en materia de seguridad?

Días antes la misma Gobernación anunciaba el trámite de un emprestito por 315 mil millones de pesos. La gobernadora del Cesar, Elvia Milena Sanjuán, debe entender que las entidades territoriales están obligadas a efectuar una adecuada planeación presupuestal. En vez de estar buscando hacer emprestitos que endeuden al departamento del Cesar y creando impuestos para ampliar el porcentaje de recaudo por tasas de seguridad que generen presiones tributarias a la ciudadanía, debería solicitar al presidente Petro, junto con los congresistas del Cesar, apoyo puntual en proyectos de impacto.

Si se entiende que la gobernación y la bancada de congresistas del departamento apoyan las políticas del gobierno nacional, para qué buscar, Elvia Milena, figuras lesivas para las finanzas del departamento y de sus ciudadanos, cuando podría solicitar recursos como retribución a ese apoyo del orden nacional.

Uno entiende que las obras públicas sean una prioridad y que la seguridad debe fortalecerse, pero no se trata de crear un nuevo impuesto para gravar a los comerciantes e industriales y a una parte de la ciudadania y menos aún pretender recaudarlo a través del recibo de Afinia, como si ya no fuera suficiente el excesivo valor de los recibos de energía eléctrica.

Se trata de saber trabajar con austeridad presupuestal; ajustando el cinturón, reduciendo el gasto público excesivo y evitando desbordar la contratación pública. A la ciudadanía cesarense se le debe explicar que el endeudamiento como fuente de financiamiento del gasto público, así como los ingresos tributarios como fuente para esos mismos fines, aunque son fuentes que están permitidas, se deben planear.

Con apenas diez meses de su periodo como gobernadora, Elvia Milena San Juan presenta a la Asamblea Departamental del Cesar dos medidas de fuentes de financiamiento para gasto público, excesivas y que comprometen a futuro las finanzas del departamento y de los propios ciudadanos.

Razón tienen las voces reflexivas que dicen: no deben encarecer mas el servicio de energía, hoy es impagable y una excesiva carga para todos los hogares del Caribe. En otras partes buscan desesperadamente la manera de abaratarlo y acá de encarecerlo.

Y las voces, descalificativas, que señalan: ¿Bueno y es que están locos? El 9% y 10% del servicio de energía, como si la seguridad se le pudiera brindar a los ciudadanos dependiendo de su consumo energético. ¿Un robo mas?

Cómo se le ocurre a la gobernadora y en qué cabeza cabe pretender lo que pretende para generar ingresos, en detrimento de los propios ingresos de la ciudadanía del Cesar. Las voces deben oírse y las decisiones en materia de finanzas públicas planificarse.

Columnista
6 octubre, 2024

La pifia de la gobernadora: otro impuesto para los cesarenses

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Ricardo Quintero Baute

Si se entiende que la gobernación y la bancada de congresistas del departamento apoyan las políticas del gobierno nacional, para qué buscar, Elvia Milena, figuras lesivas para las finanzas del departamento y de sus ciudadanos, cuando podría solicitar recursos como retribución a ese apoyo del orden nacional.


Quintín Quintero, político y columnista
Quintín Quintero, político y columnista

¿A quién se le ocurrió la brillante idea, en la Gobernación del Cesar, de pretender gravar a los usuarios comerciales e industriales de Afinia con una tasa del 10%; y a los estratos 4, 5 y 6 con una tasa del 9%, para fortalecer los gastos del departamento del Cesar en materia de seguridad?

Días antes la misma Gobernación anunciaba el trámite de un emprestito por 315 mil millones de pesos. La gobernadora del Cesar, Elvia Milena Sanjuán, debe entender que las entidades territoriales están obligadas a efectuar una adecuada planeación presupuestal. En vez de estar buscando hacer emprestitos que endeuden al departamento del Cesar y creando impuestos para ampliar el porcentaje de recaudo por tasas de seguridad que generen presiones tributarias a la ciudadanía, debería solicitar al presidente Petro, junto con los congresistas del Cesar, apoyo puntual en proyectos de impacto.

Si se entiende que la gobernación y la bancada de congresistas del departamento apoyan las políticas del gobierno nacional, para qué buscar, Elvia Milena, figuras lesivas para las finanzas del departamento y de sus ciudadanos, cuando podría solicitar recursos como retribución a ese apoyo del orden nacional.

Uno entiende que las obras públicas sean una prioridad y que la seguridad debe fortalecerse, pero no se trata de crear un nuevo impuesto para gravar a los comerciantes e industriales y a una parte de la ciudadania y menos aún pretender recaudarlo a través del recibo de Afinia, como si ya no fuera suficiente el excesivo valor de los recibos de energía eléctrica.

Se trata de saber trabajar con austeridad presupuestal; ajustando el cinturón, reduciendo el gasto público excesivo y evitando desbordar la contratación pública. A la ciudadanía cesarense se le debe explicar que el endeudamiento como fuente de financiamiento del gasto público, así como los ingresos tributarios como fuente para esos mismos fines, aunque son fuentes que están permitidas, se deben planear.

Con apenas diez meses de su periodo como gobernadora, Elvia Milena San Juan presenta a la Asamblea Departamental del Cesar dos medidas de fuentes de financiamiento para gasto público, excesivas y que comprometen a futuro las finanzas del departamento y de los propios ciudadanos.

Razón tienen las voces reflexivas que dicen: no deben encarecer mas el servicio de energía, hoy es impagable y una excesiva carga para todos los hogares del Caribe. En otras partes buscan desesperadamente la manera de abaratarlo y acá de encarecerlo.

Y las voces, descalificativas, que señalan: ¿Bueno y es que están locos? El 9% y 10% del servicio de energía, como si la seguridad se le pudiera brindar a los ciudadanos dependiendo de su consumo energético. ¿Un robo mas?

Cómo se le ocurre a la gobernadora y en qué cabeza cabe pretender lo que pretende para generar ingresos, en detrimento de los propios ingresos de la ciudadanía del Cesar. Las voces deben oírse y las decisiones en materia de finanzas públicas planificarse.