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Columnista - 30 agosto, 2024

Ecopetrol, reelección y expropiación

Como viene siendo costumbre en el gobierno nacional, nos miente a los colombianos de manera sistemática. Hoy hablaremos de cómo Ecopetrol se está viendo afectada por Petro y sus ideas retardatarias, de cómo Petro sí quiere avanzar con la reelección y de cómo sí habrá expropiación exprés por vía administrativa en caso de aprobarse la reforma agraria del gobierno.

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Como viene siendo costumbre en el gobierno nacional, nos miente a los colombianos de manera sistemática. Hoy hablaremos de cómo Ecopetrol se está viendo afectada por Petro y sus ideas retardatarias, de cómo Petro sí quiere avanzar con la reelección y de cómo sí habrá expropiación exprés por vía administrativa en caso de aprobarse la reforma agraria del gobierno.

Ecopetrol no podría haber quedado en manos de un peor “dueño” que este gobierno. Afortunadamente cada día que pasa es uno menos de sufrimiento, ya empezó la cuenta regresiva. Los números de la compañía son malos después de muchos años de crecimiento y de aportarle al Estado colombiano recursos millonarios para invertir en temas sociales. Lo que pasa es que Ecopetrol tiene en la actualidad 250.000 socios, la gran mayoría de ellos personas naturales, que, como yo, hemos invertido en la empresa. Entonces, en vez de posicionarla como la caja menor del Estado, en vez de seguir trabajando por su crecimiento, el gobierno, que nos odia y persigue, quiere afectarnos a quienes poseemos acciones. El no haber invertido en la filial de la OXY en Estados Unidos, es una de las peores decisiones; aunque hace tiempo la mayoría de la junta directiva había apostado por comprar, Petro se metió en el camino y reculó. Estúpido. La empresa decrece paulatinamente, sus números no mienten. ¡Gracias Petro!

La reelección sigue estando en la agenda del gobierno y es una prioridad para los funcionarios mediocres que lo conforman. La llegada de Juan Fernando Cristo al Ministerio del Interior no es gratuita, él ya conoce esos terrenos complejos, los ha gestionado en el Congreso de la República, lo hizo en la tristemente recordada reelección de Juan Manuel Santos. Sabe lo que debe ofrecerse a los representantes a la Cámara y senadores, sabe cómo se habla en clave y cómo se pagan esos apoyos. El tema sigue, avanza, pero vemos difícil que prospere porque la imagen de Gustavo Petro y de los suyos está por el piso, y si no, miren los resultados de la reciente encuesta de Invamer; peor, imposible. Colombia muestra tener conciencia plena de lo que está pasando, de lo mal gobernados que estamos, de la corrupción que el gobierno llegó a potenciar. ¡Gracias Petro!

La reforma agraria de la agenda gubernamental es clave para que el gobierno favorezca a indígenas y campesinos con tierras que, por lo menos los primeros, no van a trabajar. Los procedimientos que los medios de comunicación vienen compartiendo con la opinión pública muestran las verdaderas intenciones detrás de la propuesta. Aunque los propietarios que legalmente tienen cómo demostrar la manera honesta como adquirieron la tierra tendrán la opción de recurrir decisiones contrarias a sus intereses, los tiempos en la rama judicial en Colombia son largos, diría que interminables. Todo lo están orquestando para imponernos la expropiación exprés y para darle a la Agencia Nacional de Tierras y al presidente en persona, superpoderes para irse contra los terratenientes; estoy seguro de que especialmente en zonas que sienten poco afecto por Petro, enfilarán baterías para perseguir los intereses de los hacendados. ¡Gracias Petro!

Mientras tanto, Venezuela sigue de pie, marchando con firmeza para que los verdaderos resultados del 28 de julio se defiendan y respeten. El pueblo del hermano país ha demostrado estar unido, sabe que esta puede ser la última oportunidad de cambiar el rumbo, de volver a la democracia, de recuperar las libertades perdidas. Los 25 años de gobierno castrochavista han generado daños irreparables, pero siempre estará la posibilidad de reconstruir a Venezuela y volver a soñar con recuperar la grandeza del gran país que fue. Maduro parece estar paranoico, sabe que la situación se le viene complicando, debe temer un triunfo de Trump en las elecciones de principios de noviembre en Estados Unidos y siente que sus fuerzas armadas cada vez se alejan más de sus oscuros propósitos. El cerco se cierra y los líderes chavistas saben que el futuro cercano les escupirá en la cara. ¡Vamos Venezuela!

Por: Jorge Eduardo Ávila.

Columnista
30 agosto, 2024

Ecopetrol, reelección y expropiación

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jorge Eduardo Ávila

Como viene siendo costumbre en el gobierno nacional, nos miente a los colombianos de manera sistemática. Hoy hablaremos de cómo Ecopetrol se está viendo afectada por Petro y sus ideas retardatarias, de cómo Petro sí quiere avanzar con la reelección y de cómo sí habrá expropiación exprés por vía administrativa en caso de aprobarse la reforma agraria del gobierno.


Como viene siendo costumbre en el gobierno nacional, nos miente a los colombianos de manera sistemática. Hoy hablaremos de cómo Ecopetrol se está viendo afectada por Petro y sus ideas retardatarias, de cómo Petro sí quiere avanzar con la reelección y de cómo sí habrá expropiación exprés por vía administrativa en caso de aprobarse la reforma agraria del gobierno.

Ecopetrol no podría haber quedado en manos de un peor “dueño” que este gobierno. Afortunadamente cada día que pasa es uno menos de sufrimiento, ya empezó la cuenta regresiva. Los números de la compañía son malos después de muchos años de crecimiento y de aportarle al Estado colombiano recursos millonarios para invertir en temas sociales. Lo que pasa es que Ecopetrol tiene en la actualidad 250.000 socios, la gran mayoría de ellos personas naturales, que, como yo, hemos invertido en la empresa. Entonces, en vez de posicionarla como la caja menor del Estado, en vez de seguir trabajando por su crecimiento, el gobierno, que nos odia y persigue, quiere afectarnos a quienes poseemos acciones. El no haber invertido en la filial de la OXY en Estados Unidos, es una de las peores decisiones; aunque hace tiempo la mayoría de la junta directiva había apostado por comprar, Petro se metió en el camino y reculó. Estúpido. La empresa decrece paulatinamente, sus números no mienten. ¡Gracias Petro!

La reelección sigue estando en la agenda del gobierno y es una prioridad para los funcionarios mediocres que lo conforman. La llegada de Juan Fernando Cristo al Ministerio del Interior no es gratuita, él ya conoce esos terrenos complejos, los ha gestionado en el Congreso de la República, lo hizo en la tristemente recordada reelección de Juan Manuel Santos. Sabe lo que debe ofrecerse a los representantes a la Cámara y senadores, sabe cómo se habla en clave y cómo se pagan esos apoyos. El tema sigue, avanza, pero vemos difícil que prospere porque la imagen de Gustavo Petro y de los suyos está por el piso, y si no, miren los resultados de la reciente encuesta de Invamer; peor, imposible. Colombia muestra tener conciencia plena de lo que está pasando, de lo mal gobernados que estamos, de la corrupción que el gobierno llegó a potenciar. ¡Gracias Petro!

La reforma agraria de la agenda gubernamental es clave para que el gobierno favorezca a indígenas y campesinos con tierras que, por lo menos los primeros, no van a trabajar. Los procedimientos que los medios de comunicación vienen compartiendo con la opinión pública muestran las verdaderas intenciones detrás de la propuesta. Aunque los propietarios que legalmente tienen cómo demostrar la manera honesta como adquirieron la tierra tendrán la opción de recurrir decisiones contrarias a sus intereses, los tiempos en la rama judicial en Colombia son largos, diría que interminables. Todo lo están orquestando para imponernos la expropiación exprés y para darle a la Agencia Nacional de Tierras y al presidente en persona, superpoderes para irse contra los terratenientes; estoy seguro de que especialmente en zonas que sienten poco afecto por Petro, enfilarán baterías para perseguir los intereses de los hacendados. ¡Gracias Petro!

Mientras tanto, Venezuela sigue de pie, marchando con firmeza para que los verdaderos resultados del 28 de julio se defiendan y respeten. El pueblo del hermano país ha demostrado estar unido, sabe que esta puede ser la última oportunidad de cambiar el rumbo, de volver a la democracia, de recuperar las libertades perdidas. Los 25 años de gobierno castrochavista han generado daños irreparables, pero siempre estará la posibilidad de reconstruir a Venezuela y volver a soñar con recuperar la grandeza del gran país que fue. Maduro parece estar paranoico, sabe que la situación se le viene complicando, debe temer un triunfo de Trump en las elecciones de principios de noviembre en Estados Unidos y siente que sus fuerzas armadas cada vez se alejan más de sus oscuros propósitos. El cerco se cierra y los líderes chavistas saben que el futuro cercano les escupirá en la cara. ¡Vamos Venezuela!

Por: Jorge Eduardo Ávila.