En mi anterior columna publicada el pasado jueves 2 de mayo, sobre la génesis, trayectoria y trascendencia del Festival de la Leyenda Vallenata en procura de enaltecer el vallenato. No alcancé a dimensionar el extraordinario beneficio que el Festival Vallenato ha aportado a todos los artistas del género musical vallenato, evidentemente, mucho más a los acordeoneros y cantantes; sin embargo, entre estos dos, los cantantes (con algunas excepciones) han sido los más favorecidos, especialmente en el aspecto económico. A los juglares pioneros de la música vallenata autóctonaancestral, hay que evocarlos y agradecerles susimperecederos legados, bien aprovechados por los innovadores de las nuevas generaciones de […]
En mi anterior columna publicada el pasado jueves 2 de mayo, sobre la génesis, trayectoria y trascendencia del Festival de la Leyenda Vallenata en procura de enaltecer el vallenato. No alcancé a dimensionar el extraordinario beneficio que el Festival Vallenato ha aportado a todos los artistas del género musical vallenato, evidentemente, mucho más a los acordeoneros y cantantes; sin embargo, entre estos dos, los cantantes (con algunas excepciones) han sido los más favorecidos, especialmente en el aspecto económico.
A los juglares pioneros de la música vallenata autóctonaancestral, hay que evocarlos y agradecerles susimperecederos legados, bien aprovechados por los innovadores de las nuevas generaciones de músicos que han surgido desde el inicio del Festival de la Leyenda Vallenata, creado por visionarios y su mayor gestora fue Consuelo Araujonoguera, mujer intrépida también conocida como ‘La cacica’ y ‘La pilonera mayor’, precursora de la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata, cuya junta directiva precedida por su hijo, Rodolfo Molina Araujo (después del abominable secuestro y vil asesinato de su madre en 2001),ha organizado y realizado el Festival Vallenato, catapultado como uno de los eventos folclóricos más importante de Colombia y del mundo.
A pesar de la enorme deuda pendiente de materializar la infraestructura integral del Parque de la Leyenda VallenataConsuelo Araujonoguera, diseñado por el arquitecto Santander Beleño. Histórica la fecha en la cual la Unesco proclamó el vallenato como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, con el entusiasta designio de que la música vallenata siga con su tradición autóctona.
Aunque la metamorfosis del vallenato comenzó antes de la creación del Festival Vallenato, muchos aceptan que quienes la difundieron fueron Israel Romero y Rafael Orozco con la elegante agrupación musical El Binomio de Oro. Lo transcendental es que la metamorfosis ha sido beneficiosa para todos los intérpretes de la música vallenata, tal cual,como lo expuse en el primer párrafo de esta columna, porque la música es dinámica y futurista; es decir, que sus artistas sobresalientes anden acordes con el avance tecnológico y,armónicamente, con la sociedad moderna. Lo contrario es quedar añorando el pasado. El cambio de la música debe ser de forma y no de fondo. La esencia musical debe conservarse. Y para esto se fundó el Festival Vallenato, cuya función principal es salvaguardar los cuatro aires del vallenato autóctono.
Algunos críticos dicen que los actuales intérpretes de la música vallenata no tienen la vocación ni la pasión de los de antaño, afirmaciones contrarias a la realidad. Pues hay músicos fantásticos de vallenato en cantidad considerable, basta ver y escuchar cantar a Iván Villazón, homenajeado en el recién pasado festival, con el joven y talentoso acordeonista Augusto ‘Tuto’ López. A Silvestre Dangondcantando ‘El cocuyo’ y otras canciones de su última producción musical “Ta malo”, con el magistral acompañamiento de su agrupación musical. Igual Rafa Pérez y Jaime Campillo, quien fue coronado Rey del 57° Festival Vallenato. También a la despampanante cantante Ana del Castillo con ‘Chide’ García, su novio. A Peter Manjarrés conLuis Villa, a Diego Daza y Carlos Rueda, Rafa Daza y José Mario Oñate, y al siempre portentoso Poncho Zuleta con el prodigioso ‘Cocha’ Molina.
En fin, hay más músicos de vallenato, todos buenos, y los que están en formación, cantando, tocando acordeón, caja y guacharaca y componiendo canciones con suma consagración, pasión y alegría para alcanzar la cima de la popularidad y poder cobrar mayor estipendio, la ambición de todos los humanos normales.
Por José Romero Churio.
En mi anterior columna publicada el pasado jueves 2 de mayo, sobre la génesis, trayectoria y trascendencia del Festival de la Leyenda Vallenata en procura de enaltecer el vallenato. No alcancé a dimensionar el extraordinario beneficio que el Festival Vallenato ha aportado a todos los artistas del género musical vallenato, evidentemente, mucho más a los acordeoneros y cantantes; sin embargo, entre estos dos, los cantantes (con algunas excepciones) han sido los más favorecidos, especialmente en el aspecto económico. A los juglares pioneros de la música vallenata autóctonaancestral, hay que evocarlos y agradecerles susimperecederos legados, bien aprovechados por los innovadores de las nuevas generaciones de […]
En mi anterior columna publicada el pasado jueves 2 de mayo, sobre la génesis, trayectoria y trascendencia del Festival de la Leyenda Vallenata en procura de enaltecer el vallenato. No alcancé a dimensionar el extraordinario beneficio que el Festival Vallenato ha aportado a todos los artistas del género musical vallenato, evidentemente, mucho más a los acordeoneros y cantantes; sin embargo, entre estos dos, los cantantes (con algunas excepciones) han sido los más favorecidos, especialmente en el aspecto económico.
A los juglares pioneros de la música vallenata autóctonaancestral, hay que evocarlos y agradecerles susimperecederos legados, bien aprovechados por los innovadores de las nuevas generaciones de músicos que han surgido desde el inicio del Festival de la Leyenda Vallenata, creado por visionarios y su mayor gestora fue Consuelo Araujonoguera, mujer intrépida también conocida como ‘La cacica’ y ‘La pilonera mayor’, precursora de la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata, cuya junta directiva precedida por su hijo, Rodolfo Molina Araujo (después del abominable secuestro y vil asesinato de su madre en 2001),ha organizado y realizado el Festival Vallenato, catapultado como uno de los eventos folclóricos más importante de Colombia y del mundo.
A pesar de la enorme deuda pendiente de materializar la infraestructura integral del Parque de la Leyenda VallenataConsuelo Araujonoguera, diseñado por el arquitecto Santander Beleño. Histórica la fecha en la cual la Unesco proclamó el vallenato como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, con el entusiasta designio de que la música vallenata siga con su tradición autóctona.
Aunque la metamorfosis del vallenato comenzó antes de la creación del Festival Vallenato, muchos aceptan que quienes la difundieron fueron Israel Romero y Rafael Orozco con la elegante agrupación musical El Binomio de Oro. Lo transcendental es que la metamorfosis ha sido beneficiosa para todos los intérpretes de la música vallenata, tal cual,como lo expuse en el primer párrafo de esta columna, porque la música es dinámica y futurista; es decir, que sus artistas sobresalientes anden acordes con el avance tecnológico y,armónicamente, con la sociedad moderna. Lo contrario es quedar añorando el pasado. El cambio de la música debe ser de forma y no de fondo. La esencia musical debe conservarse. Y para esto se fundó el Festival Vallenato, cuya función principal es salvaguardar los cuatro aires del vallenato autóctono.
Algunos críticos dicen que los actuales intérpretes de la música vallenata no tienen la vocación ni la pasión de los de antaño, afirmaciones contrarias a la realidad. Pues hay músicos fantásticos de vallenato en cantidad considerable, basta ver y escuchar cantar a Iván Villazón, homenajeado en el recién pasado festival, con el joven y talentoso acordeonista Augusto ‘Tuto’ López. A Silvestre Dangondcantando ‘El cocuyo’ y otras canciones de su última producción musical “Ta malo”, con el magistral acompañamiento de su agrupación musical. Igual Rafa Pérez y Jaime Campillo, quien fue coronado Rey del 57° Festival Vallenato. También a la despampanante cantante Ana del Castillo con ‘Chide’ García, su novio. A Peter Manjarrés conLuis Villa, a Diego Daza y Carlos Rueda, Rafa Daza y José Mario Oñate, y al siempre portentoso Poncho Zuleta con el prodigioso ‘Cocha’ Molina.
En fin, hay más músicos de vallenato, todos buenos, y los que están en formación, cantando, tocando acordeón, caja y guacharaca y componiendo canciones con suma consagración, pasión y alegría para alcanzar la cima de la popularidad y poder cobrar mayor estipendio, la ambición de todos los humanos normales.
Por José Romero Churio.