Por: Eduardo Santos Ortega Vergara No podía ser mejor el inicio de una celebración de cumpleaños para nuestra querida ciudad, Valledupar, Ciudad de los Santos Reyes. Hablar de su cultura a través de sus 474 años de historia. En el marco de sus fiestas, un conversatorio para analizar la prospectiva de su cultura, teniendo como […]
Por: Eduardo Santos Ortega Vergara
No podía ser mejor el inicio de una celebración de cumpleaños para nuestra querida ciudad, Valledupar, Ciudad de los Santos Reyes. Hablar de su cultura a través de sus 474 años de historia.
En el marco de sus fiestas, un conversatorio para analizar la prospectiva de su cultura, teniendo como referente especial la música vallenata, pero más allá la necesidad de analizar de manera especial su historia, su presente y lo que nos depara el futuro.
Valledupar es una tierra mágica, con una identidad especial que nos hace brillar ante el mundo, con luz propia; tenemos talento y esa es nuestra gran riqueza, es lo que debemos proteger, eso tan propio que nos hace únicos.
“Porque ningún otro territorio puede decir: a partir de mañana, la gente va a empezar a componer, a producir artísticamente, ningún otro territorio puede hacer lo que nosotros tenemos, eso que crece de manera natural, ese talento, como lo ha dicho Marianne, es definitivamente nuestra gran riqueza y es nuestra gran ventaja competitiva; ningún otro territorio podrá decir que va a hacer lo mismo que hace Valledupar o el Cesar, porque eso es lo que tenemos y brota de manera natural”
De esta manera la doctora Gelca Gutiérrez, representando la academia, rectora de la Fundación Universitaria del Área Andina, quien oficiaba de moderadora del evento conjuntamente con la doctora Yanelis González, directora de la oficina de Cultura de Valledupar, ratificaba con propiedad los elementos que enriquecen nuestra cultura y que son muy nuestros, tanto como el río Guatapurí o la Sierra Nevada.
Fui invitado a este conversatorio, y tuve el honor de compartir este espacio con: Annie Marshall, Marianne Sagbini, Juan Carlos Quintero y Tomás Darío Gutiérrez, cada uno con reconocidos méritos que hicieron un esbozo especial en cuanto a la dignidad cultural que nos asiste, desde nuestros ancestros, la importancia de la naturaleza y la preocupación de no perder identidad y dejar que se desdibuje, por influencias nefastas, lo que más orgullosos nos debe tener. la idiosincrasia que heredamos de nuestras etnias, nuestros nativos que tanto aportaron a esa edificación cultural.
Yo ratifico desde este escenario que debemos seguir trabajando por darle fuerza a ese matrimonio indisoluble ‘Cultura – Turismo’ que debemos contar con un doliente especial para orientar políticas públicas de largo alcance, en donde la música y todas las demás expresiones artísticas cuenten con el respaldo del director de un Instituto Municipal de Cultura. “Valledupar, epicentro cultural del mundo”.
Un verdadero prócer de la cultura que vele por sus intereses; que no dependan las acciones y proyectos, del estado de ánimo de un alcalde o de un secretario de Educación o el director de una oficina de Cultura sin autonomía; lo que se vive hoy.
La salvaguarda de la música vallenata, festivales de cine, teatro, de poesías y declamadores; el fortalecimiento de semilleros para todas las áreas artísticas, el apoyo significativo a los artesanos, es decir, llevar métodos significativos de enseñanza-aprendizaje que edifiquen procesos culturales de gran valía.
Gracias doctora Gelca, a la doctora Yanelis y, desde luego, al alcalde Ernesto Orozco, por su presencia y estadía en el conversatorio, buen comienzo, a trabajar para más. Sólo eso.
Por: Eduardo Santos Ortega Vergara No podía ser mejor el inicio de una celebración de cumpleaños para nuestra querida ciudad, Valledupar, Ciudad de los Santos Reyes. Hablar de su cultura a través de sus 474 años de historia. En el marco de sus fiestas, un conversatorio para analizar la prospectiva de su cultura, teniendo como […]
Por: Eduardo Santos Ortega Vergara
No podía ser mejor el inicio de una celebración de cumpleaños para nuestra querida ciudad, Valledupar, Ciudad de los Santos Reyes. Hablar de su cultura a través de sus 474 años de historia.
En el marco de sus fiestas, un conversatorio para analizar la prospectiva de su cultura, teniendo como referente especial la música vallenata, pero más allá la necesidad de analizar de manera especial su historia, su presente y lo que nos depara el futuro.
Valledupar es una tierra mágica, con una identidad especial que nos hace brillar ante el mundo, con luz propia; tenemos talento y esa es nuestra gran riqueza, es lo que debemos proteger, eso tan propio que nos hace únicos.
“Porque ningún otro territorio puede decir: a partir de mañana, la gente va a empezar a componer, a producir artísticamente, ningún otro territorio puede hacer lo que nosotros tenemos, eso que crece de manera natural, ese talento, como lo ha dicho Marianne, es definitivamente nuestra gran riqueza y es nuestra gran ventaja competitiva; ningún otro territorio podrá decir que va a hacer lo mismo que hace Valledupar o el Cesar, porque eso es lo que tenemos y brota de manera natural”
De esta manera la doctora Gelca Gutiérrez, representando la academia, rectora de la Fundación Universitaria del Área Andina, quien oficiaba de moderadora del evento conjuntamente con la doctora Yanelis González, directora de la oficina de Cultura de Valledupar, ratificaba con propiedad los elementos que enriquecen nuestra cultura y que son muy nuestros, tanto como el río Guatapurí o la Sierra Nevada.
Fui invitado a este conversatorio, y tuve el honor de compartir este espacio con: Annie Marshall, Marianne Sagbini, Juan Carlos Quintero y Tomás Darío Gutiérrez, cada uno con reconocidos méritos que hicieron un esbozo especial en cuanto a la dignidad cultural que nos asiste, desde nuestros ancestros, la importancia de la naturaleza y la preocupación de no perder identidad y dejar que se desdibuje, por influencias nefastas, lo que más orgullosos nos debe tener. la idiosincrasia que heredamos de nuestras etnias, nuestros nativos que tanto aportaron a esa edificación cultural.
Yo ratifico desde este escenario que debemos seguir trabajando por darle fuerza a ese matrimonio indisoluble ‘Cultura – Turismo’ que debemos contar con un doliente especial para orientar políticas públicas de largo alcance, en donde la música y todas las demás expresiones artísticas cuenten con el respaldo del director de un Instituto Municipal de Cultura. “Valledupar, epicentro cultural del mundo”.
Un verdadero prócer de la cultura que vele por sus intereses; que no dependan las acciones y proyectos, del estado de ánimo de un alcalde o de un secretario de Educación o el director de una oficina de Cultura sin autonomía; lo que se vive hoy.
La salvaguarda de la música vallenata, festivales de cine, teatro, de poesías y declamadores; el fortalecimiento de semilleros para todas las áreas artísticas, el apoyo significativo a los artesanos, es decir, llevar métodos significativos de enseñanza-aprendizaje que edifiquen procesos culturales de gran valía.
Gracias doctora Gelca, a la doctora Yanelis y, desde luego, al alcalde Ernesto Orozco, por su presencia y estadía en el conversatorio, buen comienzo, a trabajar para más. Sólo eso.