Por: Jorge Eduardo Ávila

Seguimos en Campinas, tomaremos el vuelo a Bogotá hoy sábado en la tarde. Terminaremos la saga de estas vacaciones en el gigante de Suramérica con la tercera playa que visitamos, Ponta Das Canas. Un mar con unos grados más de temperatura, realmente era una piscina gigante. El lugar ideal para familias con niños y adultos mayores, el agua muy tranquila y en términos de gente, repleta, recordé las playas de Barú. 

Finalmente decidimos que no visitaríamos al día siguiente una cuarta playa, sino que fuimos al centro de Florianópolis, caminamos por la ciudad y terminamos almorzando y comiendo helado en un centro comercial enorme. Al día siguiente nos levantamos muy temprano y arrancamos rumbo a Campinas -a las 7.30 a.m.-, porque recorreríamos 800 km. 

Ese día salimos del estado de Santa Catarina -cuya capital es Florianópolis-, cruzamos Paraná -capital es Curitiba- y entramos al de Sao Paulo. Campinas está ubicada a unos 100 km de la capital del estado, ciudad que tiene el mismo nombre, y tomamos el camino hacia el aeropuerto de Viracopos, porque allí debíamos entregar el carro que alquilamos para el viaje. Una vez lo dejamos, llegamos a la casa de mi hermana hacia las 10 p. m. Ya en Campinas tomamos las cosas con calma y celebramos el 31 la llegada del año nuevo. Gracias a Dios, disfrutamos, descansamos y nos renovamos, tanto así que estamos listos para regresar a nuestra muy querida Colombia, que la sigue pasando muy mal. Veamos…

El año no empezó bien, esta primera semana del 2024 recibimos pésimas noticias del país: desde la pérdida de los Juegos Panamericanos, un duelo enorme para Colombia, el Atlántico y Barranquilla, por la indolencia de un gobierno central revanchista y resentido. Se afectan las comunidades, la economía, se deja de construir infraestructura deportiva en la supuesta potencia de la vida y los afectados no son los Char. La miopía del ministerio del Deporte es absoluta, ya antes, en varias ocasiones, hemos demostrado que Petro y su recua son poco diligentes y no gestionan temas nacionales ni regionales. 

Atlántico lo acompañó en las elecciones presidenciales, pero ahora, como le dio duro en las regionales, “tome pa que lleve”. ¡Increíble! Igual a lo que ha sucedido en Antioquia, donde por decreto se suspendió la autonomía minera del departamento, para tomar decisiones en contrario y dejar sin regalías a los paisas; sencillo, porque no le han creído ni le creen al Cacas. Otra decisión contra el pueblo. 

María Isabel Urrutia dejó el ministerio del Deporte sumido en una crisis sin precedentes, firmó contratos a diestra y siniestra y no pasó nada. Por cosas mucho menores, la vida de Karen Abudinen quedó hecha trizas por los que hoy gobiernan. Pero ahora, no hay responsabilidad política alguna. Hacen lo que se les da la gana y nos dicen “lloren”.

Nos informan que varios de los servidores públicos a los que el ministerio de Hacienda les pagó 2 y 3 veces sus salarios, no los han devuelto. Esto es una completa desfachatez, el pequeño señor Bonilla, que ha sido sancionado antes con medidas disciplinarias por su incompetencia, debería salir de su cargo ya mismo. Es vergonzoso lo que pasó y peor, la reacción de varios funcionarios que se han hecho los de la vista gorda. ¿Quién responde? Nadie, por mucho menos, la vida de Karen Abudinen quedó hecha trizas por los que hoy gobiernan.

Y no vayamos tan lejos, hace 2 años, Alí Babá y sus 40 ladrones incendiaron el país por un posible aumento de los impuestos a la canasta familiar y a la gasolina. ¿Lo recuerdan? Y, ¿qué es lo que han hecho ahora estando en el poder? Disparar al pueblo en los pies con decisiones en ese sentido. Por cosas mucho menores a esas, la vida de Karen Abudinen la volvieron trizas los que hoy gobiernan.

¿Cómo les parece el aumento en los precios de los peajes que empezaron a regir desde el primero de enero? El aumento decretado es un exabrupto. 

Francia Márquez sigue viajando en helicóptero, derrochando nuestra platica y a los hampones se les paga para que no delincan.

¿Dónde diablos están los votantes de Petro? ¡Respondan carajo!