Ad portas de completar seis décadas de vida institucional del departamento del Cesar, todos estamos llamados a evaluar cómo nos encontramos en calidad de ente territorial ante el país y cómo está el nivel de vida de sus habitantes, además de un sinnúmero de diferentes aspectos que son determinantes para el desarrollo y progreso de una región. Nuestro departamento del Cesar llega este 21 de diciembre de 2023 a sus 56 años de creación, tras una gesta de muchos líderes políticos, sociales, culturales y de personalidades representativas del folclor vallenato.
Ad portas de completar seis décadas de vida institucional del departamento del Cesar, todos estamos llamados a evaluar cómo nos encontramos en calidad de ente territorial ante el país y cómo está el nivel de vida de sus habitantes, además de un sinnúmero de diferentes aspectos que son determinantes para el desarrollo y progreso de una región.
Nuestro departamento del Cesar llega este 21 de diciembre de 2023 a sus 56 años de creación, tras una gesta de muchos líderes políticos, sociales, culturales y de personalidades representativas del folclor vallenato.
Mucha agua ha pasado por debajo del puente después de ese 21 de diciembre de 1967, el Cesar irrumpió en la vida nacional como un departamento pujante, con ese impulso propio que caracteriza a la gente de esta región, superando en diversos aspectos, en el corto tiempo, a otros departamentos costeños, gracias al magnetismo y mística cultural que, por aquello del folclor vallenato, siempre ha distinguido a Valledupar y su gente, sin excluir a las demás poblaciones cesarenses. La fusión de tradiciones indígenas, afrodescendientes y europeas ha creado una identidad única y enriquecedora.
Más de cinco décadas entre triunfos, logros y también desaciertos, pero siempre orgullosos de ser una de las regiones culturales más representativas de Colombia, con el atenuante de que el hecho de pronunciar el nombre de su capital, Valledupar, connota una dulce melodía para el oído de cualquier foráneo que ha tenido la oportunidad de visitarnos y un lamento para aquellos que no han contado con la dicha de conocer de cerca esa magia y esos míticos encantos de los que tanto se habla dentro y fuera de nuestro país.
Pero ¿cómo estamos en la actualidad? ¿qué hemos hecho? ¿qué estamos haciendo y qué estamos pensando hacer por nuestro departamento? Son algunos de los muchos interrogantes que obligatoriamente se deben responder en esta fecha especial.
El llamado es hacer la reflexión y el análisis profundo acerca de lo que se requiere con el fin de consolidar nuestras fortalezas y redireccionar el rumbo de las cosas que no estén marchando bien para lograr la meta de contar con un departamento en el que su gente mejore los niveles de su calidad de vida y que además sea un actor activo y con protagonismo significativo frente a la costa Caribe y también ante Colombia.
Es un compromiso defender y preservar ese
legado de identidad y progreso que nos dejaron nuestros líderes ancestrales, a valorar en su máxima dimensión esa tierra fértil que se encuentra con la rica historia de nuestro territorio cesaresense,
Debemos congratularnos por todo lo que tenemos como departamento: una diversidad de paisajes que muy pocas regiones tienen, desde las llanuras ondulantes hasta las majestuosas montañas de la Sierra Nevada. Estos elementos geográficos no solo otorgan belleza al entorno, sino que también sirven como cuna de una biodiversidad única, subrayando la necesidad de preservar y apreciar el patrimonio natural del Cesar, eso es nuestro y tenemos la obligación moral de ayudar a protegerlo y conservarlo.
En el ámbito económico, el Cesar ha sido testigo de un crecimiento significativo, impulsado por sectores como la agricultura, ganadería, minería, la energía y hoy comienzan a despuntar otros renglones como el turístico, gastronómico y cultural. Sin embargo, este desarrollo debe ir de la mano con la responsabilidad ambiental y la inclusión social para garantizar que todos los ciudadanos se beneficien de manera equitativa.
Por todo ello, son muchos los motivos para celebrar estos 56 años del Cesar, pero también abundantes los compromisos que han de asumirse para garantizarles a las presentes y futuras generaciones un territorio con garantías de progreso para todos.
Ad portas de completar seis décadas de vida institucional del departamento del Cesar, todos estamos llamados a evaluar cómo nos encontramos en calidad de ente territorial ante el país y cómo está el nivel de vida de sus habitantes, además de un sinnúmero de diferentes aspectos que son determinantes para el desarrollo y progreso de una región. Nuestro departamento del Cesar llega este 21 de diciembre de 2023 a sus 56 años de creación, tras una gesta de muchos líderes políticos, sociales, culturales y de personalidades representativas del folclor vallenato.
Ad portas de completar seis décadas de vida institucional del departamento del Cesar, todos estamos llamados a evaluar cómo nos encontramos en calidad de ente territorial ante el país y cómo está el nivel de vida de sus habitantes, además de un sinnúmero de diferentes aspectos que son determinantes para el desarrollo y progreso de una región.
Nuestro departamento del Cesar llega este 21 de diciembre de 2023 a sus 56 años de creación, tras una gesta de muchos líderes políticos, sociales, culturales y de personalidades representativas del folclor vallenato.
Mucha agua ha pasado por debajo del puente después de ese 21 de diciembre de 1967, el Cesar irrumpió en la vida nacional como un departamento pujante, con ese impulso propio que caracteriza a la gente de esta región, superando en diversos aspectos, en el corto tiempo, a otros departamentos costeños, gracias al magnetismo y mística cultural que, por aquello del folclor vallenato, siempre ha distinguido a Valledupar y su gente, sin excluir a las demás poblaciones cesarenses. La fusión de tradiciones indígenas, afrodescendientes y europeas ha creado una identidad única y enriquecedora.
Más de cinco décadas entre triunfos, logros y también desaciertos, pero siempre orgullosos de ser una de las regiones culturales más representativas de Colombia, con el atenuante de que el hecho de pronunciar el nombre de su capital, Valledupar, connota una dulce melodía para el oído de cualquier foráneo que ha tenido la oportunidad de visitarnos y un lamento para aquellos que no han contado con la dicha de conocer de cerca esa magia y esos míticos encantos de los que tanto se habla dentro y fuera de nuestro país.
Pero ¿cómo estamos en la actualidad? ¿qué hemos hecho? ¿qué estamos haciendo y qué estamos pensando hacer por nuestro departamento? Son algunos de los muchos interrogantes que obligatoriamente se deben responder en esta fecha especial.
El llamado es hacer la reflexión y el análisis profundo acerca de lo que se requiere con el fin de consolidar nuestras fortalezas y redireccionar el rumbo de las cosas que no estén marchando bien para lograr la meta de contar con un departamento en el que su gente mejore los niveles de su calidad de vida y que además sea un actor activo y con protagonismo significativo frente a la costa Caribe y también ante Colombia.
Es un compromiso defender y preservar ese
legado de identidad y progreso que nos dejaron nuestros líderes ancestrales, a valorar en su máxima dimensión esa tierra fértil que se encuentra con la rica historia de nuestro territorio cesaresense,
Debemos congratularnos por todo lo que tenemos como departamento: una diversidad de paisajes que muy pocas regiones tienen, desde las llanuras ondulantes hasta las majestuosas montañas de la Sierra Nevada. Estos elementos geográficos no solo otorgan belleza al entorno, sino que también sirven como cuna de una biodiversidad única, subrayando la necesidad de preservar y apreciar el patrimonio natural del Cesar, eso es nuestro y tenemos la obligación moral de ayudar a protegerlo y conservarlo.
En el ámbito económico, el Cesar ha sido testigo de un crecimiento significativo, impulsado por sectores como la agricultura, ganadería, minería, la energía y hoy comienzan a despuntar otros renglones como el turístico, gastronómico y cultural. Sin embargo, este desarrollo debe ir de la mano con la responsabilidad ambiental y la inclusión social para garantizar que todos los ciudadanos se beneficien de manera equitativa.
Por todo ello, son muchos los motivos para celebrar estos 56 años del Cesar, pero también abundantes los compromisos que han de asumirse para garantizarles a las presentes y futuras generaciones un territorio con garantías de progreso para todos.