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Política - 5 julio, 2023

“Traslado del presidente a La Guajira es un acto de voluntad política”: Weildler Guerra

El antropólogo, docente universitario y asesor cultural considera que Petro ha mostrado un buen nivel de compromiso para buscar la solución definitiva a los problemas de ese departamento.

Weildler Guerra.
Weildler Guerra.
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En diálogo con EL PILÓN, el antropólogo guajiro, docente universitario y asesor cultural, Weildler Guerra Curvelo, analizó los alcances de la semana de trabajo que el presidente de los colombianos, Gustavo Petro, junto con su equipo de gobierno, acaba de desarrollar en el departamento de La Guajira.

¿Cuál es su balance sobre la semana de gobierno del presidente Petro en La Guajira?

Situaciones excepcionales requieren respuestas excepcionales, la Corte Constitucional colombiana, en el año 2017, declaró el estado de cosas inconstitucionales en La Guajira que era la máxima respuesta jurídica a una situación dramática de muerte de niños indígenas y de situaciones de acceso a la salud, al agua y a la educación, pues hoy no han sido superados, persiste esa situación dramática. El traslado del presidente a una región que ha sido vista como una frontera remota de Colombia, es un acto de voluntad política y de compromiso a buscar la solución definitiva para que estos problemas desaparezcan.

¿Cómo califica el diálogo del presidente Petro con las comunidades indígenas y demás sectores representativos de La Guajira?

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Una publicación compartida de EL PILÓN – ES LO NUESTRO (@el_pilon)

Creo que el diálogo que inició el presidente tiene antecedentes con dos mandatarios colombianos anteriores: Alfonso López Pumarejo, inmenso amigo de La Guajira y vinculado a ella familiarmente; y Gustavo Rojas Pinillas, un ingeniero graduado en Estados Unidos, quien además era militar, le dio respuestas efectivas a La Guajira en materia de agua, ordenamiento territorial y de libre comercio con el Caribe.

Creo que el presidente emula esos dos pasos anteriores para abordar temas como la creación del Instituto Nacional del Agua, por ejemplo, que es fundamental, que se había hecho en 1956 con la empresa Aproagua para abordar el tema de desnutrición de los niños y para otros temas que tienen que ver con el futuro turístico, el aprovechamiento de las aguas de las represas del cercado. Hay un conjunto de disposiciones de muy buena voluntad, muy bien dirigidas y tenemos que hacer un balance, pasado un tiempo, de cuántas de estas acciones se han concretado en soluciones eficaces y cuántas no han llegado a tener éxito.

Durante una semana, el presidente Petro, junto a su equipo de Gobierno trabajó desde La Guajira en busca de soluciones a las personas.

¿Cómo evitar que más adelante el pueblo guajiro sufra una desilusión al ver que pasó el tiempo y no se le cumplió nada de lo prometido hoy?

Es un riesgo inocultable y existente. No se puede negar que el riesgo existe para cualquier gobierno. Yo creo que La Guajira es un laboratorio para hacer presencia en otras fronteras del país, en zonas como el Chocó, la Amazonía, otras regiones que han estado lejos de la agenda oficial durante décadas y que esto sería una prueba de lo que es un gobierno móvil, un gobierno en terreno que puede desarrollar acciones en detalle para poder dar solución.

Pienso que la voluntad política del presidente de ir con mucha frecuencia a La Guajira, y de que sus funcionarios hagan una presencia muy fuerte y constante en el territorio, puede contribuir a que se tenga éxito, nadie lo puede garantizar, siempre habrá riesgos administrativos y posibilidades de fracaso, son tantos frentes que es muy probable que unos se logren las metas pero que en otros no lo alcancemos.

Además del Gobierno central, ¿qué tanto deben contribuir los gobiernos departamentales, locales y las mismas comunidades para superar la pobreza en las regiones?

Esto es muy importante, es muy difícil trabajar solo con un nivel de gobierno. Los niveles que tienen que ver con el local como las alcaldías, la gobernación, pero también las autoridades tradicionales indígenas, no solo porque tengan recursos sino porque tienen responsabilidades en sus territorios, tienen que tener un papel de compromiso más activo, todo va a depender del liderazgo del gobierno, de persuadirlo y encaminarlos en una sola dirección.

Se ha mencionado la existencia de dos guajiras, son unos los problemas de la alta Guajira ya conocidos, pero ¿existen otros problemas en el sur de La Guajira?

Sin duda alguna, el sur de La Guajira es una de las regiones en donde uno puede ver mucho del futuro, pero lo que tenemos es que articular la economía guajira, articular el sur con el norte que tiene puerto.

REDACCIÓN EL PILÓN

En La Guajira quedan a las expectativas del cumplimiento de los compromisos anunciados por Petro.

Política
5 julio, 2023

“Traslado del presidente a La Guajira es un acto de voluntad política”: Weildler Guerra

El antropólogo, docente universitario y asesor cultural considera que Petro ha mostrado un buen nivel de compromiso para buscar la solución definitiva a los problemas de ese departamento.


Weildler Guerra.
Weildler Guerra.
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En diálogo con EL PILÓN, el antropólogo guajiro, docente universitario y asesor cultural, Weildler Guerra Curvelo, analizó los alcances de la semana de trabajo que el presidente de los colombianos, Gustavo Petro, junto con su equipo de gobierno, acaba de desarrollar en el departamento de La Guajira.

¿Cuál es su balance sobre la semana de gobierno del presidente Petro en La Guajira?

Situaciones excepcionales requieren respuestas excepcionales, la Corte Constitucional colombiana, en el año 2017, declaró el estado de cosas inconstitucionales en La Guajira que era la máxima respuesta jurídica a una situación dramática de muerte de niños indígenas y de situaciones de acceso a la salud, al agua y a la educación, pues hoy no han sido superados, persiste esa situación dramática. El traslado del presidente a una región que ha sido vista como una frontera remota de Colombia, es un acto de voluntad política y de compromiso a buscar la solución definitiva para que estos problemas desaparezcan.

¿Cómo califica el diálogo del presidente Petro con las comunidades indígenas y demás sectores representativos de La Guajira?

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Creo que el diálogo que inició el presidente tiene antecedentes con dos mandatarios colombianos anteriores: Alfonso López Pumarejo, inmenso amigo de La Guajira y vinculado a ella familiarmente; y Gustavo Rojas Pinillas, un ingeniero graduado en Estados Unidos, quien además era militar, le dio respuestas efectivas a La Guajira en materia de agua, ordenamiento territorial y de libre comercio con el Caribe.

Creo que el presidente emula esos dos pasos anteriores para abordar temas como la creación del Instituto Nacional del Agua, por ejemplo, que es fundamental, que se había hecho en 1956 con la empresa Aproagua para abordar el tema de desnutrición de los niños y para otros temas que tienen que ver con el futuro turístico, el aprovechamiento de las aguas de las represas del cercado. Hay un conjunto de disposiciones de muy buena voluntad, muy bien dirigidas y tenemos que hacer un balance, pasado un tiempo, de cuántas de estas acciones se han concretado en soluciones eficaces y cuántas no han llegado a tener éxito.

Durante una semana, el presidente Petro, junto a su equipo de Gobierno trabajó desde La Guajira en busca de soluciones a las personas.

¿Cómo evitar que más adelante el pueblo guajiro sufra una desilusión al ver que pasó el tiempo y no se le cumplió nada de lo prometido hoy?

Es un riesgo inocultable y existente. No se puede negar que el riesgo existe para cualquier gobierno. Yo creo que La Guajira es un laboratorio para hacer presencia en otras fronteras del país, en zonas como el Chocó, la Amazonía, otras regiones que han estado lejos de la agenda oficial durante décadas y que esto sería una prueba de lo que es un gobierno móvil, un gobierno en terreno que puede desarrollar acciones en detalle para poder dar solución.

Pienso que la voluntad política del presidente de ir con mucha frecuencia a La Guajira, y de que sus funcionarios hagan una presencia muy fuerte y constante en el territorio, puede contribuir a que se tenga éxito, nadie lo puede garantizar, siempre habrá riesgos administrativos y posibilidades de fracaso, son tantos frentes que es muy probable que unos se logren las metas pero que en otros no lo alcancemos.

Además del Gobierno central, ¿qué tanto deben contribuir los gobiernos departamentales, locales y las mismas comunidades para superar la pobreza en las regiones?

Esto es muy importante, es muy difícil trabajar solo con un nivel de gobierno. Los niveles que tienen que ver con el local como las alcaldías, la gobernación, pero también las autoridades tradicionales indígenas, no solo porque tengan recursos sino porque tienen responsabilidades en sus territorios, tienen que tener un papel de compromiso más activo, todo va a depender del liderazgo del gobierno, de persuadirlo y encaminarlos en una sola dirección.

Se ha mencionado la existencia de dos guajiras, son unos los problemas de la alta Guajira ya conocidos, pero ¿existen otros problemas en el sur de La Guajira?

Sin duda alguna, el sur de La Guajira es una de las regiones en donde uno puede ver mucho del futuro, pero lo que tenemos es que articular la economía guajira, articular el sur con el norte que tiene puerto.

REDACCIÓN EL PILÓN

En La Guajira quedan a las expectativas del cumplimiento de los compromisos anunciados por Petro.