Tenemos una realidad innegable y es el enorme atraso de la ciudad por lo menos en tres décadas, lo que quiere decir que la siguiente planeación debería hacerse pensando en 50 años hacia adelante que compense los 30 de rezago y proyectar dos décadas más; con esto se le devolvería a la ciudad su estatus de ciudad intermedia y se ubicaría ahí sí como una verdadera ciudad región, teniendo en cuenta que Valledupar es la principal proveedora de bienes y servicios de por lo menos un millón de habitantes.
Tenemos una realidad innegable y es el enorme atraso de la ciudad por lo menos en tres décadas, lo que quiere decir que la siguiente planeación debería hacerse pensando en 50 años hacia adelante que compense los 30 de rezago y proyectar dos décadas más; con esto se le devolvería a la ciudad su estatus de ciudad intermedia y se ubicaría ahí sí como una verdadera ciudad región, teniendo en cuenta que Valledupar es la principal proveedora de bienes y servicios de por lo menos un millón de habitantes.
La primera apuesta debe ser la de articular los próximos cinco planes de ordenamiento territorial en una enorme apuesta concertada entre sociedad y estado, a tal punto que se incluyan en los mismos los planes estratégicos de inversión que incluyan entre otros el nuevo plan maestro de acueducto y alcantarillado, la construcción del alcantarillado pluvial, las avenidas circunvalares, la inversión en la malla vial, la intervención del espacio público, y la culminación del sistema estratégico de transporte.
Otras de las apuestas de esa gran carta de navegación debe incluir un verdadero plan de concentración de servicios, por ejemplo, dentro de una comuna debe haber un mega colegio con servicio integral incluidas bibliotecas, laboratorios, centros tecnológicos, y restaurante escolar, de igual manera plaza de mercados, centros de servicios y de atención al ciudadano y por supuesto extensiones del hospital que atienda integralmente todos los servicios de salud.
La ciudad está embotellada en todo sentido puesto que la mayoría de los servicios que demanda el ciudadano están en mayor medida concentrados en la zona céntrica y en los edificios gubernamentales, así las cosas ¿por qué no pensar en el modelo de los superCades de la capital del país? En estos centros de servicios ubicados estratégicamente por toda la ciudad el ciudadano encontraría desde las gestiones administrativas, informativas, gestión de impuestos, financieras, de notariado entre múltiples servicios más.
Planificar a largo plazo requiere una gran visión, y para ello se requiere contar con el soporte de los mejores en cada ramo, y es aquí donde el o los mandatarios subsiguientes al actual periodo deberán confeccionar no solo una gran junta asesora en los temas de gran impacto con actores expertos sino en la conformación de mesas técnicas que ayuden a la planificación constante y al seguimiento de la ejecución de los planes trazados, a esto se le conoce como la gerencia estratégica o liderar con los mejores; es claro que en la mediocridad nada bueno puede surgir.
A esta agenda futurista y ambiciosa, no puede quedarse por fuera el componente turismo como uno de los principales motores para generar dinámica comercial y movilidad de turistas atraídos por la magia de las aguas del río Guatapuri, o la majestuosidad de la sierra Nevada hacia el norte, y por supuesto el encanto de la música de caja , guacharaca y acordeón como principal referente de nuestra cultura; así como el Festival de la Leyenda Vallenata es el principal evento y vitrina de esta manifestación, la infraestructura con la que se cuenta hoy (Parque de la leyenda y la provincia) se pueden convertir en uno de los más estratégicos lugares para construir un gran centro de negocios y de cultura que ofrezca alojamiento de cinco estrellas, centro gastronómico, salas de exposición cultural, un centro de convenciones y un gran centro de recreación para albergar a 50 mil visitantes ¿Se imaginan algo así?
Con la actual oferta y dinámica comercial, con los indicadores de competitividad, desempleo e inseguridad, con los índices de transparencia pública o el ranking en pruebas saber, solo estamos llamados a tener lo que tenemos hoy, una sola empresa prestando el servicio de vuelos nacionales, una empresa de energía que abusa de sus usuarios, una empresa de aseo que no limpia la ciudad y por supuesto una ciudad oscura y peligrosa que solo atrae bandidos y meretrices convirtiéndose en una fuente de ingresos para los jóvenes quienes no encuentran una oportunidad diferente que hacerse a una de las múltiples bandas de lavado de activos que pululan en la ciudad y si creen que exagero o solo estoy despotricando de la ciudad, mi ciudad y nuestra ciudad, muestrenme una radiografía diferente.
Nadie extraña lo que nunca ha tenido o lo que nunca ha experimentado y es posible que eso nos esté ocurriendo, más del 60% de la población que habita la ciudad no conoció la Sorpresa Caribe de los 80s y peor aún, se acostumbró a vivir en medio del desorden y del caos y ese mismo capital social es el que aspira a gobernar o a hacer parte de los grupos que toman las decisiones de ciudad, es decir que se invierte, donde se invierte y cuánto se invierte o en el peor de los casos si es mejor no invertir.
Esperamos ingenuamente que llegue un “iluminado” lleno de virtudes que logre reorientar el curso de una ciudad caótica cuando lo que se requiere es una gran convergencia de fuerzas sociales que planifiquen la ciudad que queremos y le impongan, si señores, que le impongan a las fuerzas políticas que es lo que deben hacer, y no al revés.
Tenemos una realidad innegable y es el enorme atraso de la ciudad por lo menos en tres décadas, lo que quiere decir que la siguiente planeación debería hacerse pensando en 50 años hacia adelante que compense los 30 de rezago y proyectar dos décadas más; con esto se le devolvería a la ciudad su estatus de ciudad intermedia y se ubicaría ahí sí como una verdadera ciudad región, teniendo en cuenta que Valledupar es la principal proveedora de bienes y servicios de por lo menos un millón de habitantes.
Tenemos una realidad innegable y es el enorme atraso de la ciudad por lo menos en tres décadas, lo que quiere decir que la siguiente planeación debería hacerse pensando en 50 años hacia adelante que compense los 30 de rezago y proyectar dos décadas más; con esto se le devolvería a la ciudad su estatus de ciudad intermedia y se ubicaría ahí sí como una verdadera ciudad región, teniendo en cuenta que Valledupar es la principal proveedora de bienes y servicios de por lo menos un millón de habitantes.
La primera apuesta debe ser la de articular los próximos cinco planes de ordenamiento territorial en una enorme apuesta concertada entre sociedad y estado, a tal punto que se incluyan en los mismos los planes estratégicos de inversión que incluyan entre otros el nuevo plan maestro de acueducto y alcantarillado, la construcción del alcantarillado pluvial, las avenidas circunvalares, la inversión en la malla vial, la intervención del espacio público, y la culminación del sistema estratégico de transporte.
Otras de las apuestas de esa gran carta de navegación debe incluir un verdadero plan de concentración de servicios, por ejemplo, dentro de una comuna debe haber un mega colegio con servicio integral incluidas bibliotecas, laboratorios, centros tecnológicos, y restaurante escolar, de igual manera plaza de mercados, centros de servicios y de atención al ciudadano y por supuesto extensiones del hospital que atienda integralmente todos los servicios de salud.
La ciudad está embotellada en todo sentido puesto que la mayoría de los servicios que demanda el ciudadano están en mayor medida concentrados en la zona céntrica y en los edificios gubernamentales, así las cosas ¿por qué no pensar en el modelo de los superCades de la capital del país? En estos centros de servicios ubicados estratégicamente por toda la ciudad el ciudadano encontraría desde las gestiones administrativas, informativas, gestión de impuestos, financieras, de notariado entre múltiples servicios más.
Planificar a largo plazo requiere una gran visión, y para ello se requiere contar con el soporte de los mejores en cada ramo, y es aquí donde el o los mandatarios subsiguientes al actual periodo deberán confeccionar no solo una gran junta asesora en los temas de gran impacto con actores expertos sino en la conformación de mesas técnicas que ayuden a la planificación constante y al seguimiento de la ejecución de los planes trazados, a esto se le conoce como la gerencia estratégica o liderar con los mejores; es claro que en la mediocridad nada bueno puede surgir.
A esta agenda futurista y ambiciosa, no puede quedarse por fuera el componente turismo como uno de los principales motores para generar dinámica comercial y movilidad de turistas atraídos por la magia de las aguas del río Guatapuri, o la majestuosidad de la sierra Nevada hacia el norte, y por supuesto el encanto de la música de caja , guacharaca y acordeón como principal referente de nuestra cultura; así como el Festival de la Leyenda Vallenata es el principal evento y vitrina de esta manifestación, la infraestructura con la que se cuenta hoy (Parque de la leyenda y la provincia) se pueden convertir en uno de los más estratégicos lugares para construir un gran centro de negocios y de cultura que ofrezca alojamiento de cinco estrellas, centro gastronómico, salas de exposición cultural, un centro de convenciones y un gran centro de recreación para albergar a 50 mil visitantes ¿Se imaginan algo así?
Con la actual oferta y dinámica comercial, con los indicadores de competitividad, desempleo e inseguridad, con los índices de transparencia pública o el ranking en pruebas saber, solo estamos llamados a tener lo que tenemos hoy, una sola empresa prestando el servicio de vuelos nacionales, una empresa de energía que abusa de sus usuarios, una empresa de aseo que no limpia la ciudad y por supuesto una ciudad oscura y peligrosa que solo atrae bandidos y meretrices convirtiéndose en una fuente de ingresos para los jóvenes quienes no encuentran una oportunidad diferente que hacerse a una de las múltiples bandas de lavado de activos que pululan en la ciudad y si creen que exagero o solo estoy despotricando de la ciudad, mi ciudad y nuestra ciudad, muestrenme una radiografía diferente.
Nadie extraña lo que nunca ha tenido o lo que nunca ha experimentado y es posible que eso nos esté ocurriendo, más del 60% de la población que habita la ciudad no conoció la Sorpresa Caribe de los 80s y peor aún, se acostumbró a vivir en medio del desorden y del caos y ese mismo capital social es el que aspira a gobernar o a hacer parte de los grupos que toman las decisiones de ciudad, es decir que se invierte, donde se invierte y cuánto se invierte o en el peor de los casos si es mejor no invertir.
Esperamos ingenuamente que llegue un “iluminado” lleno de virtudes que logre reorientar el curso de una ciudad caótica cuando lo que se requiere es una gran convergencia de fuerzas sociales que planifiquen la ciudad que queremos y le impongan, si señores, que le impongan a las fuerzas políticas que es lo que deben hacer, y no al revés.