Ninguna instancia del Estado ha llegado a acompañar la ciudadanía; la última vez que fue la fuerza pública fue el día de la elecciones de Congreso y se devolvieron esa misma noche.
El 6 de marzo de 2023, en pleno día y a la entrada del corregimiento de Zapatosa, 10 sujetos fuertemente armados en dos vehículos se llevaron secuestrada a Amanda Arroyo Arrieta, de 54 años, pues su marido, a quien venían a buscar, estaba muy enfermo.
Hace tres semanas, la mujer regresó sumisa y humillada después del pago de una sustantiva cantidad de dinero, mientras el esposo ahora vive mas tiempo hospitalizado por sucesivas crisis depresivas.
La semana pasada (martes 6 de junio) a las 8:25 a.m., llegaron al centro del poblado 15 hombres que se intalaron en una casa -diagonal al colegio donde los niños estaban en clases con la expectativa de la celebración del dia estudiante, y asesinaron a dos hombres; después, también con armas de fuego, acribillaron a una mujer que intentó huir a la casa vecina.
Ahora las mil familias del corregimiento de Zapatosa, el más pobre del Cesar, viven en el relato permanente del escabroso escenario del homicidio de tres personas –dos hombres y una mujer– y un joven herido también por los criminales. En esta ocasión esperan que la experiencia de los tiempos del paramilitarismo, que casi sepulta el territorio, les permita resilientes soportar masacres que ya les anunciaron desde las vías veredales los grupos armados que los circundan.
Ninguna instancia del Estado ha llegado a acompañar la ciudadanía; la última vez que fue la fuerza pública fue el día de la elecciones de Congreso y se devolvieron esa misma noche.
Salvo la diligencia de levantamiento de los cadáveres adelantada por medicina legal, el CTI, y la Fuerza Pública que llegó con una tanqueta del Ejército Nacional por delante, al poblado no ha llegado ni se espera autoridad alguna. Se sienten condenados a la ignominia y el abandono y la muerte.
¡El teatro de terror, abandono y olvido de Zapatosa es patético!
Por Christian Moreno- Exgobernador del Cesar
Ninguna instancia del Estado ha llegado a acompañar la ciudadanía; la última vez que fue la fuerza pública fue el día de la elecciones de Congreso y se devolvieron esa misma noche.
El 6 de marzo de 2023, en pleno día y a la entrada del corregimiento de Zapatosa, 10 sujetos fuertemente armados en dos vehículos se llevaron secuestrada a Amanda Arroyo Arrieta, de 54 años, pues su marido, a quien venían a buscar, estaba muy enfermo.
Hace tres semanas, la mujer regresó sumisa y humillada después del pago de una sustantiva cantidad de dinero, mientras el esposo ahora vive mas tiempo hospitalizado por sucesivas crisis depresivas.
La semana pasada (martes 6 de junio) a las 8:25 a.m., llegaron al centro del poblado 15 hombres que se intalaron en una casa -diagonal al colegio donde los niños estaban en clases con la expectativa de la celebración del dia estudiante, y asesinaron a dos hombres; después, también con armas de fuego, acribillaron a una mujer que intentó huir a la casa vecina.
Ahora las mil familias del corregimiento de Zapatosa, el más pobre del Cesar, viven en el relato permanente del escabroso escenario del homicidio de tres personas –dos hombres y una mujer– y un joven herido también por los criminales. En esta ocasión esperan que la experiencia de los tiempos del paramilitarismo, que casi sepulta el territorio, les permita resilientes soportar masacres que ya les anunciaron desde las vías veredales los grupos armados que los circundan.
Ninguna instancia del Estado ha llegado a acompañar la ciudadanía; la última vez que fue la fuerza pública fue el día de la elecciones de Congreso y se devolvieron esa misma noche.
Salvo la diligencia de levantamiento de los cadáveres adelantada por medicina legal, el CTI, y la Fuerza Pública que llegó con una tanqueta del Ejército Nacional por delante, al poblado no ha llegado ni se espera autoridad alguna. Se sienten condenados a la ignominia y el abandono y la muerte.
¡El teatro de terror, abandono y olvido de Zapatosa es patético!
Por Christian Moreno- Exgobernador del Cesar