A tres horas de Valledupar, en el corregimiento de Costilla, jurisdicción de Pelaya (Cesar), nació el 30 de mayo de 1943, Emilio Oviedo, más conocido como ‘El comandante’, uno de los más experimentados y talentosos acordeoneros del país.

Con más de 45 años de vida artística, Oviedo también se ha caracterizado por ser un descubridor y productor de grandes exponentes del género.

Basta con conocer quien fue su primer ‘conejillo de indias’, para entender la importancia del Comandante en la música vallenata.  “Cuando yo grababa, veía que mi voz no era comercial. Sentía que no era agradable. Entonces, inventé eso de poner un cantante”, dijo Oviedo en una nota publicada en la página web de Sayco.

“El desprendido acto de Emilio Oviedo de compartir aplausos y miradas creando al cantante, nació cuando escuchó un casete con la voz de un aprendiz de La Paz, un tal Jorge Oñate. Oviedo estaba dándole los toques finales a su cuarta producción musical. ‘Cuando oí su voz, ya no quise cantar, sino que le dejé ocho canciones. Yo canté cuatro nada más’. Allí nació Jorge Oñate y una nueva manera de hacer vallenatos que haría historia”, señala el cronista y escritor Uriel Ariza-Urbina.

Cuenta Ariza-Urbina que, Oñate continuó su carrera con los Hermanos López y Oviedo debió buscar un nuevo cantante. Fue entonces cuando puso a funcionar de nuevo su ‘buen ojo’ y se fijó en Rafael Orozco, estudiante del colegio Loperena en aquella época, con un timbre de voz inusual y novedoso, con quien grabó dos trabajos: ‘Adelante’ y ‘Con sentimiento’.

A Orozco se lo llevó enseguida Israel Romero para formar el legendario Binomio de Oro.

En ese álbum con Orozco, recuerda Ariza-Urbina, Emilio Oviedo “mató dos pájaros de un solo tiro”.  “Un día llegó a su casa un muchacho de aspecto desaliñado, con la cara sudada y una inmodestia atrevida. Oviedo le dijo que dejara el casete con su canción, pero el muchacho le dijo que él no tenía grabadora ni casete, que él la tenía en el ‘coco’ y se la cantaría ahí mismo”, señala.

El joven era Diomedes Díaz. Su canción ‘Cariñito de mi vida’ fue el éxito de la temporada. En el mismo trabajo, Oviedo le dijo a Orozco que saludara a Díaz como El Cacique de la Junta, y así se quedó. Además, recomendó a Diomedes para grabar con Náfer Durán.

“LOS SAQUÉ DE LA NADA”

Emilio Oviedo Corrales es el acordeonero que ha grabado con el mayor número de cantantes en la historia de la música vallenata. De acuerdo con datos del docente, investigador y consultor Ángel Massiris Cabeza, (con actualización de septiembre de 2016) este acordeonista ha grabado con 26 cantantes. Muchos de los cuales iniciaron su vida artística con Emilio Oviedo quien los llevó a la fama como son los casos de Jorge Oñate, Rafael Orozco, Beto Zabaleta, Farid Ortiz, Miguel Morales, entre otros.

El cantante con quien más álbumes ha grabado es Farid Ortiz, con 8 álbumes completos, seguido por Eduard Morelos (5) y Beto Zabaleta (3).

Según Massiris Cabeza, la lista de los 26 cantantes, la integran, en orden alfabético: Alberto ‘Beto’ Pastrana, Alberto ‘Beto’ Rodríguez, Beto Zabaleta, Fello Blanco, Carlos Narváez, Chiqui Escobar, Edwin Cantero, Eduard Morelos, Enaldo Barrera, Euder Medina, Farid Ortiz, Freddy Peralta, Gaby García, Jafeth Zúñiga, Joaco Pertuz, Jorge Luis Rodríguez, Jorge Oñate, Juan Soto, Kate Martínez, Rafael Orozco, Reinaldo ‘El Papi’ Díaz, Rubén Darío Peña, Toby Murgas, Tomy López, Walmer Tordecillas y William Peter.

“En mi carrera estuve con 23 cantantes, de los cuales la mitad son famosos. Yo los saqué de la nada. Por ejemplo, empecé a trabajar con Miguel Morales cuando él vivía en un ranchito de cartón en Los Fundadores; a Farid Ortiz lo saqué del barrio Zapato en Mano; Beto Zabaleta en ese entonces cuidaba gallos y vendía gasolina en pimpina en El Molino, La Guajira. Hoy en día son unos tipos ricos y famosos. Yo no tengo la misma plata que ellos porque lo que gané en su momento lo invertí en el estudio de mis hijos: tengo un odontólogo, un arquitecto, un médico y un fisioterapeuta“, dijo Oviedo en entrevista a EL PILÓN en mayo de 2016.

Producto de su talento con los fuelles en 1970 se coronó como primer rey vallenato en la categoría semiprofesional y en tres oportunidades ocupó el tercer lugar en la categoría profesional.

Emilio Oviedo, sin lugar a dudas, uno de los más talentosos acordeoneros del vallenato y un estandarte invaluable en el acontecer de este género.