Terminó la decimosexta versión del Festival de la Leyenda Vallenata, y en medio de la alegría por haber sido los huéspedes de tan maravilloso encuentro
Terminó la decimosexta versión del Festival de la Leyenda Vallenata, y en medio de la alegría por haber sido los huéspedes de tan maravilloso encuentro, es el momento de revisar para mejorar, aún más.
El evento de los Willis parranderos evidenció la falta de mantenimiento del parque. La cita era a las dos y se dio inicio un par de horas más tarde, quienes necesitaron acceder a un baño se encontraron con unos espacios absolutamente sucios, con evidencias de un año sin limpieza y una desidia sinigual. Creo que es el momento de que la alcaldía decida qué piensa hacer con estas instalaciones.
No hace falta ser economista para constatar que estos años en que la Fundación dejó de ser la encargada han devaluado el templo sagrado, pero aún se puede recuperar. El último día es de resaltar que las personas encargadas cumplieron una excelente labor y los mantuvieron tan impolutos como las circunstancias lo permitían.
El desfile de piloneras tuvo una acogida sin igual, falló la organización al no ampliar el recorrido. Los grupos tuvieron que esperar hasta cinco horas anclados en el mismo punto, cuando pudieron estar recorriendo las calles, mostrándose a los visitantes. Si en vez de iniciar en La Ceiba, lo hubiesen hecho desde la 23, se favorecía la espera, la organización y la vistosidad de los grupos que viajaron de tan diversos puntos para engalanarnos.
Parece que faltó público en los diferentes conciertos pagos, pero debe resaltarse que se diversificó mucho la oferta, por lo cual la queja permanente sobre los costos fue anulada en tanto los eventos ofrecidos permitieron llegar a todos los públicos. Merecen especial reconocimientos los eventos gratuitos en los centros comerciales. Quienes crecimos visitando Expofestival en el Colegio Loperena nos reencontramos con una gran muestra. Recomendamos que se garantice más comodidad al público ante las presentaciones, en ese sentido es muy favorable la amplia cantidad de sillas en el C.C. Guatapurí.
Lamentable que varios oportunistas hayan ofrecido una serie de artistas, y al final hayan reducido las presentaciones a dos o tres, y muchos otros muy por debajo de la nómina, o que se hayan presentado incluso atracos en los baños de otro escenario. Hay que insistir en resaltar la diversificación, así haya necesidad de mejorar los intentos, inclusive aquellos fallidos que se dieron en esta oportunidad. Ya era hora que nuestra capacidad hotelera nos mejorara los porcentajes de ocupación, que nuestros servidores de transporte público probaran ganancias sólidas y que en fin se sintiera nuevamente la fiesta en todos los rincones de la ciudad. Hasta película de Netflix ha de salir de esta nueva versión, pues el intento de robo seguramente será explotado en el futuro.
Terminaremos resaltando, en primera instancia a la Fundación por ese esfuerzo, esa entrega y porque pese a las mejoras planteadas, se mantuvo sólida en todos los eventos. Aplausos también a los otros empresarios e inclusive los centros educativos con cuyos foros y eventos académicos promovieron otras visiones que también se requieren para acompañar el Festival. Es posible que haya mucho que mejorar, pero igualmente hay muchísimo para mostrar. ¡Buen trabajo!
Por Cenaida Alvis
Terminó la decimosexta versión del Festival de la Leyenda Vallenata, y en medio de la alegría por haber sido los huéspedes de tan maravilloso encuentro
Terminó la decimosexta versión del Festival de la Leyenda Vallenata, y en medio de la alegría por haber sido los huéspedes de tan maravilloso encuentro, es el momento de revisar para mejorar, aún más.
El evento de los Willis parranderos evidenció la falta de mantenimiento del parque. La cita era a las dos y se dio inicio un par de horas más tarde, quienes necesitaron acceder a un baño se encontraron con unos espacios absolutamente sucios, con evidencias de un año sin limpieza y una desidia sinigual. Creo que es el momento de que la alcaldía decida qué piensa hacer con estas instalaciones.
No hace falta ser economista para constatar que estos años en que la Fundación dejó de ser la encargada han devaluado el templo sagrado, pero aún se puede recuperar. El último día es de resaltar que las personas encargadas cumplieron una excelente labor y los mantuvieron tan impolutos como las circunstancias lo permitían.
El desfile de piloneras tuvo una acogida sin igual, falló la organización al no ampliar el recorrido. Los grupos tuvieron que esperar hasta cinco horas anclados en el mismo punto, cuando pudieron estar recorriendo las calles, mostrándose a los visitantes. Si en vez de iniciar en La Ceiba, lo hubiesen hecho desde la 23, se favorecía la espera, la organización y la vistosidad de los grupos que viajaron de tan diversos puntos para engalanarnos.
Parece que faltó público en los diferentes conciertos pagos, pero debe resaltarse que se diversificó mucho la oferta, por lo cual la queja permanente sobre los costos fue anulada en tanto los eventos ofrecidos permitieron llegar a todos los públicos. Merecen especial reconocimientos los eventos gratuitos en los centros comerciales. Quienes crecimos visitando Expofestival en el Colegio Loperena nos reencontramos con una gran muestra. Recomendamos que se garantice más comodidad al público ante las presentaciones, en ese sentido es muy favorable la amplia cantidad de sillas en el C.C. Guatapurí.
Lamentable que varios oportunistas hayan ofrecido una serie de artistas, y al final hayan reducido las presentaciones a dos o tres, y muchos otros muy por debajo de la nómina, o que se hayan presentado incluso atracos en los baños de otro escenario. Hay que insistir en resaltar la diversificación, así haya necesidad de mejorar los intentos, inclusive aquellos fallidos que se dieron en esta oportunidad. Ya era hora que nuestra capacidad hotelera nos mejorara los porcentajes de ocupación, que nuestros servidores de transporte público probaran ganancias sólidas y que en fin se sintiera nuevamente la fiesta en todos los rincones de la ciudad. Hasta película de Netflix ha de salir de esta nueva versión, pues el intento de robo seguramente será explotado en el futuro.
Terminaremos resaltando, en primera instancia a la Fundación por ese esfuerzo, esa entrega y porque pese a las mejoras planteadas, se mantuvo sólida en todos los eventos. Aplausos también a los otros empresarios e inclusive los centros educativos con cuyos foros y eventos académicos promovieron otras visiones que también se requieren para acompañar el Festival. Es posible que haya mucho que mejorar, pero igualmente hay muchísimo para mostrar. ¡Buen trabajo!
Por Cenaida Alvis