El vallenato Luis Felipe Nuñez Mestre acaba de ganar el Premio Las Américas, en su 63 edición anual, en modalidad de cuento. Es ese premio un alto escalón internacional, el más reconocido de un vallenato en su género, para quien habiendo cumplido los 30 años se erige como una promesa de nuestras letras.

Anoche, cerrando edición, de boca también del magnífico escritor Alonso Sánchez, y del tuit de la escritora Diana López, compartimos el sentimiento de felicidad de semejante éxito. Felicitamos a Luis Felipe. Esa noticia en medio de los acordeones, los cantos, nos muestra que Valledupar y su entorno provinciano no son ajenos al culto y a la producción literaria.

Hemos dicho que esta tierra produce a doquier grandes expresiones culturales, diríamos que multiculturales. Apenas días atrás veíamos en la gran pantalla la película, Tierra Quebrá también premiada, de nuestra directora Nina Marín filmada en la zona rural del municipio, entretejida por la música del bullerengue. Pasado el Festival de la leyenda vallenata, el próximo miércoles, será exhibida con expectativa en salas en Nueva York dentro del Festival de Cine, ya con varios premios en su recorrido.

LA DESCONFIANZA NOS MATA

Leemos en una nota de prensa de la presente semana: “Un 68% de los colombianos confía en que las empresas están haciendo lo correcto y el 85% dice lo mismo en concreto de su empleador. En contraste, solo un 40% cree lo mismo del Gobierno y apenas un 38% de los medios”. Esa es una de las conclusiones de un estudio global realizada por la consultora Edelman, llamado Barómetro de confianza, que hace cada año desde 2001.

En esta ocasión lo titula “Navegando en un mundo polarizado”, De 28 países solo Argentina es más polarizado que Colombia (…) la polarización extrema refleja problemas de confianza -especialmente en los gobiernos- y un tejido social débil. En el caso colombiano, la desconfianza que se ve frente a los medios y al Gobierno se suma a que el 71% de los consultados dice que la falta de civismo “está en el peor nivel que haya visto”.

En esa tensión, el estudio encuentra que la mayoría percibe como fuerzas divisorias a los gobiernos extranjeros “hostiles” (65%) y los “ricos y poderosos” (64%); una mayoría más ligera cree lo mismo de los líderes del Gobierno (52%), y el 50% lo opina de los periodistas. En cambio, los líderes empresariales (50%) y de oenegés (52%), y sobre todos los profesores (65%), son vistos mayoritariamente como actores que ayudan a unificar la sociedad.

El clavo ardiente al que parecen aferrarse las personas que sienten más divisiones es su entorno directo, empezando por sus empleadores. Edelman encontró que entre quienes sienten que las divisiones sociales están arraigadas, solo el 27% confía en el Gobierno, el 34% en los medios y el 49% en las oenegés, pero el 69% todavía confía en su empleador”,preferiblemente cuando la empresa es familiar. Tomemos nota.