Sin con qué cocinar quedaron varias familias del barrio San Martín, al sur de Valledupar, luego de que unos delincuentes desbalijaran los medidores de gas.
Sin con qué cocinar quedaron varias familias del barrio San Martín, al sur de Valledupar, luego de que unos delincuentes desbalijaran, en las viviendas, alrededor de 18 medidores de gas durante la madrugada del viernes.
El hecho se registró en las casas ubicadas en la carrera 18e con calle 36 del sector y sus alrededores.
Los habitantes informaron que se despertaron a cocinar los primeros alimentos del día y notaron que en algunos inmuebles hacían falta unas piezas de los medidores, y en otros los contadores.
“Yo no sé qué pasa con la seguridad, el señor alcalde que tome cartas en el asunto porque ya no aguantamos en esa inseguridad. Todos los tubos del gas natural se los han robado y dejan los controles abierto”, manifestó un ciudadano del sector.
La comunidad se encuentra indignada por el gasto económico que el daño representa en sus hogares, además de dejarlos sin poder cocinar.
Sin con qué cocinar quedaron varias familias del barrio San Martín, al sur de Valledupar, luego de que unos delincuentes desbalijaran los medidores de gas.
Sin con qué cocinar quedaron varias familias del barrio San Martín, al sur de Valledupar, luego de que unos delincuentes desbalijaran, en las viviendas, alrededor de 18 medidores de gas durante la madrugada del viernes.
El hecho se registró en las casas ubicadas en la carrera 18e con calle 36 del sector y sus alrededores.
Los habitantes informaron que se despertaron a cocinar los primeros alimentos del día y notaron que en algunos inmuebles hacían falta unas piezas de los medidores, y en otros los contadores.
“Yo no sé qué pasa con la seguridad, el señor alcalde que tome cartas en el asunto porque ya no aguantamos en esa inseguridad. Todos los tubos del gas natural se los han robado y dejan los controles abierto”, manifestó un ciudadano del sector.
La comunidad se encuentra indignada por el gasto económico que el daño representa en sus hogares, además de dejarlos sin poder cocinar.