Ramiro Colmenares falleció el sábado pasado en la ciudad de Encarnación (Paraguay), a la edad de 65 años, tras sufrir un infarto.
El mundo de la música no sale aún de la conmoción por la muerte del acordeonero Ramiro Colmenares, quien falleció el sábado pasado en la ciudad de Encarnación (Paraguay), a la edad de 65 años, tras sufrir un infarto.
Colmenares había llegado a ese país la semana anterior para iniciar una gira que lo llevaría además a Argentina y Brasil hasta el 13 de noviembre en una agenda que el día de su muerte tenía prevista presentaciones en Villa Rica y Mallorquin, según informó su mánager Abimael Iguarán.
Ramiro Colmenares, quien integró por muchos años la agrupación Los Embajadores Vallenatos al lado de Robinson Damián, realizaría el recorrido musical junto al cantante Daniel Cuadro.
Informó Iguarán que la anoche anterior a su deceso, compartió junto a Colmenares con los empresarios pero este se acostó temprano.
“Hoy (sábado), a las 8 de la mañana, Ramiro no se había despertado y eso fue extraño. Llegué a su habitación y estaba boca abajo; lo llamé, no respondió y lo toqué y lo sentí frío. Enseguida llamé a gente y pedimos auxilio; llegaron los médicos y se confirmó su muerte”, narró Iguarán.
Su familia realizó las gestiones pertinentes con el consulado de Colombia para repatriar el cuerpo a Floridablanca, área metropolitana de Bucaramanga, donde residía y así darle cristiana sepultura.
Con Los Embajadores Vallenatos, Colmenares grabó el superéxito ‘El santo cachón’, el cual lo catapultó dentro de la música vallenata junto a Robinson Damian. También grabó junto a Damian otros éxitos como ‘Amiga mía’, ‘Se le moja la canoa’, ‘Tomando y tomando’ y ‘La lira’.
El acordeonero había realizado antes giras internacionales por Venezuela, Ecuador, Paraguay, Estados Unidos y Europa.
Ramiro Colmenares, quien nació en Bucaramanga el 10 de agosto de 1957, desde muy pequeño escuchaba la música de Luis Enrique Martínez, Abel Antonio Villa y Emiliano Zuleta, entre otros.
“Nací con esa inclinación hacia la música vallenata y yo creo que cuando a uno le gusta algo de verdad y toma con seriedad su trabajo, puede llegar a dominar cualquier arte, como el de cualquier hombre del Valle de Upar que nace con la sombra de un acordeón”, dijo en una entrevista publicada en 2020 por el portal Eje21.
A Valledupar se trasladó con el objetivo de “aprender más sobre el acordeón, charlar con los juglares y compositores de la región y, de pronto, tener la oportunidad de participar en el Festival Vallenato”, como publicó la Revista Corrientes.
En la capital del Cesar montó el Grupo de Upar y ofrecía parrandas y encuentros musicales en varios municipios de la costa. Luego conoció a Robinson Damián, “un guajiro con una potente voz y entonces el conjunto fue reconocido en otras latitudes”.
En 1982, en Medellín, la disquera apoyó la idea de cambiar el nombre al Grupo de Upar y nacieron ‘Los embajadores vallenatos’.
Grabaron su primer LP ese año y se impusieron con éxitos como “La juntera”, “Una noche contigo”, “Penas” y “Mi borrachera”.
“El santo cachón”, composición de Romualdo Brito, grabada en 1994, significó la consagración de la agrupación tanto a nivel nacional como internacional.
Su amigo y excompañero, el cantante Robinson Damián, se mostró muy conmovido con la muerte de quien fuera su acordeonero.
“Es una pérdida muy grande para mí porque duramos más de 35 años. Desde el año 1980 nos conocimos y trabajamos hasta el 2017. Además es mi compadre, todavía no lo he asimilado”, expresó Damián en el medio Vanguardia.com.
La Fundación Festival de la Leyenda Vallenata lamentó la muerte del acordeonero y a través de un mensaje en su cuenta de Twitter envió condolencias “a sus familiares, amigos y seguidores”.
La disquera Discos Fuentes también se pronunció: “Luto en la música vallenata. Lamentamos el fallecimiento del acordeonero Ramiro Colmenares. Quien junto con Robinson Damian con “Los Embajadores Vallenatos” hicieron el éxito mundial ‘El Santo Cachón’ de nuestra casa Fuentes. Paz en tu tumba, maestro”.
POR JOSÉ ALEJANDRO MARTÍNEZ VEGA / EL PILÓN
Ramiro Colmenares falleció el sábado pasado en la ciudad de Encarnación (Paraguay), a la edad de 65 años, tras sufrir un infarto.
El mundo de la música no sale aún de la conmoción por la muerte del acordeonero Ramiro Colmenares, quien falleció el sábado pasado en la ciudad de Encarnación (Paraguay), a la edad de 65 años, tras sufrir un infarto.
Colmenares había llegado a ese país la semana anterior para iniciar una gira que lo llevaría además a Argentina y Brasil hasta el 13 de noviembre en una agenda que el día de su muerte tenía prevista presentaciones en Villa Rica y Mallorquin, según informó su mánager Abimael Iguarán.
Ramiro Colmenares, quien integró por muchos años la agrupación Los Embajadores Vallenatos al lado de Robinson Damián, realizaría el recorrido musical junto al cantante Daniel Cuadro.
Informó Iguarán que la anoche anterior a su deceso, compartió junto a Colmenares con los empresarios pero este se acostó temprano.
“Hoy (sábado), a las 8 de la mañana, Ramiro no se había despertado y eso fue extraño. Llegué a su habitación y estaba boca abajo; lo llamé, no respondió y lo toqué y lo sentí frío. Enseguida llamé a gente y pedimos auxilio; llegaron los médicos y se confirmó su muerte”, narró Iguarán.
Su familia realizó las gestiones pertinentes con el consulado de Colombia para repatriar el cuerpo a Floridablanca, área metropolitana de Bucaramanga, donde residía y así darle cristiana sepultura.
Con Los Embajadores Vallenatos, Colmenares grabó el superéxito ‘El santo cachón’, el cual lo catapultó dentro de la música vallenata junto a Robinson Damian. También grabó junto a Damian otros éxitos como ‘Amiga mía’, ‘Se le moja la canoa’, ‘Tomando y tomando’ y ‘La lira’.
El acordeonero había realizado antes giras internacionales por Venezuela, Ecuador, Paraguay, Estados Unidos y Europa.
Ramiro Colmenares, quien nació en Bucaramanga el 10 de agosto de 1957, desde muy pequeño escuchaba la música de Luis Enrique Martínez, Abel Antonio Villa y Emiliano Zuleta, entre otros.
“Nací con esa inclinación hacia la música vallenata y yo creo que cuando a uno le gusta algo de verdad y toma con seriedad su trabajo, puede llegar a dominar cualquier arte, como el de cualquier hombre del Valle de Upar que nace con la sombra de un acordeón”, dijo en una entrevista publicada en 2020 por el portal Eje21.
A Valledupar se trasladó con el objetivo de “aprender más sobre el acordeón, charlar con los juglares y compositores de la región y, de pronto, tener la oportunidad de participar en el Festival Vallenato”, como publicó la Revista Corrientes.
En la capital del Cesar montó el Grupo de Upar y ofrecía parrandas y encuentros musicales en varios municipios de la costa. Luego conoció a Robinson Damián, “un guajiro con una potente voz y entonces el conjunto fue reconocido en otras latitudes”.
En 1982, en Medellín, la disquera apoyó la idea de cambiar el nombre al Grupo de Upar y nacieron ‘Los embajadores vallenatos’.
Grabaron su primer LP ese año y se impusieron con éxitos como “La juntera”, “Una noche contigo”, “Penas” y “Mi borrachera”.
“El santo cachón”, composición de Romualdo Brito, grabada en 1994, significó la consagración de la agrupación tanto a nivel nacional como internacional.
Su amigo y excompañero, el cantante Robinson Damián, se mostró muy conmovido con la muerte de quien fuera su acordeonero.
“Es una pérdida muy grande para mí porque duramos más de 35 años. Desde el año 1980 nos conocimos y trabajamos hasta el 2017. Además es mi compadre, todavía no lo he asimilado”, expresó Damián en el medio Vanguardia.com.
La Fundación Festival de la Leyenda Vallenata lamentó la muerte del acordeonero y a través de un mensaje en su cuenta de Twitter envió condolencias “a sus familiares, amigos y seguidores”.
La disquera Discos Fuentes también se pronunció: “Luto en la música vallenata. Lamentamos el fallecimiento del acordeonero Ramiro Colmenares. Quien junto con Robinson Damian con “Los Embajadores Vallenatos” hicieron el éxito mundial ‘El Santo Cachón’ de nuestra casa Fuentes. Paz en tu tumba, maestro”.
POR JOSÉ ALEJANDRO MARTÍNEZ VEGA / EL PILÓN