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Columnista - 19 septiembre, 2022

Diálogos regionales

Fue hace cuatro años cuando se propuso la consulta anticorrupción, con la ilusión de hacer más transparente la contratación pública en este país, reducir el sueldo de los congresistas y altos funcionarios del Estado, y que por no alcanzar el umbral no pudo llevarse a la práctica.

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Fue hace cuatro años cuando se propuso la consulta anticorrupción, con la ilusión de hacer más transparente la contratación pública en este país, reducir el sueldo de los congresistas y altos funcionarios del Estado, y que por no alcanzar el umbral no pudo llevarse a la práctica. Pues bien, traemos esto a colación porque el Gobierno nacional, ha tenido a bien iniciar los llamados diálogos regionales, en donde con la participación de toda la ciudadanía, se priorizará el problema que cause mayor grado de afectación a la población, se determinará con qué recursos se cuenta, a fin de aunar esfuerzos en aras de buscar una pronta y efectiva solución. Eso fue exactamente lo que se propuso en la Consulta Anticorrupción en su numeral cuarto: ‘Priorización de la Inversión del presupuesto de los entes territoriales con participación ciudadana’, lo que significa que es un viejo sueño que hoy se hace realidad porque existe la voluntad política por parte del actual Gobierno.

De consultarse a la ciudadanía por la necesidad más sentida en los momentos actuales, estamos seguros de que obras como el Centro de la Cultura Vallenata, monumento La casa en el aire, La despulpadora de mango o la remodelación de la plaza Alfonso López no tendrían ninguna posibilidad frente a necesidades tan sentidas como el agua potable, saneamiento básico y vías terciarias y/o programas de fomento agropecuario.

Los Diálogos regionales iniciaron en Turbaco, Bolívar, y se espera que de allí salga la hoja de ruta, teniendo a la comunidad como protagonista de su propio desarrollo. Se escucharán voces que estigmaticen este ejercicio democrático señalándolo de populista, pero lo cierto es que populista o no, la inversión pública no debe ser fruto del capricho de un mandatario, sino la respuesta a una necesidad colectiva.

De las cosas más censurables que han venido ocurriendo es acallar la voluntad popular en la toma de decisiones en torno a proyectos de explotación de petróleo a través de prácticas no tradicionales, como lo es el llamado ‘fracking’ (fracturación hidráulica), cuyos pilotos ya fueron detenidos para ser revisados con todo rigor, y dimensionar el posible daño ambiental a futuro. La política ambiental no parece tener vuelta atrás, por lo que se hace necesario ponerse en modo ‘transición a las energías limpias’ para poder conectar con la visión futurista del Gobierno, de lo contrario se corre el riesgo de caer en lo anacrónico.

A la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, no le perdonan el haber incurrido en un ‘lapsus’ al momento de dar una cifra sobre el déficit del Fondo de Estabilización de la Gasolina, al respecto les comentamos, si cabe la comparación, que el presidente de los EE.UU.,  Joe  Biden, en  discurso reciente, confundió a Ucrania con Irán y nadie ha osado en pedirle la renuncia. 

Nota de Cierre: Nos unimos a las voces que piden por el retorno de la Ruta del Sol, pues no puede ser en Valencia de Jesús, ello implica una grave afectación para los pobladores del municipio de Pueblo Bello, Cesar, puesto que en caso de traslado de pacientes o de incendio, el recorrido tomaría más tiempo, con impredecibles consecuencias. 

Darío Arregocés Baute

[email protected]

Columnista
19 septiembre, 2022

Diálogos regionales

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Dario Arregoces

Fue hace cuatro años cuando se propuso la consulta anticorrupción, con la ilusión de hacer más transparente la contratación pública en este país, reducir el sueldo de los congresistas y altos funcionarios del Estado, y que por no alcanzar el umbral no pudo llevarse a la práctica.


Fue hace cuatro años cuando se propuso la consulta anticorrupción, con la ilusión de hacer más transparente la contratación pública en este país, reducir el sueldo de los congresistas y altos funcionarios del Estado, y que por no alcanzar el umbral no pudo llevarse a la práctica. Pues bien, traemos esto a colación porque el Gobierno nacional, ha tenido a bien iniciar los llamados diálogos regionales, en donde con la participación de toda la ciudadanía, se priorizará el problema que cause mayor grado de afectación a la población, se determinará con qué recursos se cuenta, a fin de aunar esfuerzos en aras de buscar una pronta y efectiva solución. Eso fue exactamente lo que se propuso en la Consulta Anticorrupción en su numeral cuarto: ‘Priorización de la Inversión del presupuesto de los entes territoriales con participación ciudadana’, lo que significa que es un viejo sueño que hoy se hace realidad porque existe la voluntad política por parte del actual Gobierno.

De consultarse a la ciudadanía por la necesidad más sentida en los momentos actuales, estamos seguros de que obras como el Centro de la Cultura Vallenata, monumento La casa en el aire, La despulpadora de mango o la remodelación de la plaza Alfonso López no tendrían ninguna posibilidad frente a necesidades tan sentidas como el agua potable, saneamiento básico y vías terciarias y/o programas de fomento agropecuario.

Los Diálogos regionales iniciaron en Turbaco, Bolívar, y se espera que de allí salga la hoja de ruta, teniendo a la comunidad como protagonista de su propio desarrollo. Se escucharán voces que estigmaticen este ejercicio democrático señalándolo de populista, pero lo cierto es que populista o no, la inversión pública no debe ser fruto del capricho de un mandatario, sino la respuesta a una necesidad colectiva.

De las cosas más censurables que han venido ocurriendo es acallar la voluntad popular en la toma de decisiones en torno a proyectos de explotación de petróleo a través de prácticas no tradicionales, como lo es el llamado ‘fracking’ (fracturación hidráulica), cuyos pilotos ya fueron detenidos para ser revisados con todo rigor, y dimensionar el posible daño ambiental a futuro. La política ambiental no parece tener vuelta atrás, por lo que se hace necesario ponerse en modo ‘transición a las energías limpias’ para poder conectar con la visión futurista del Gobierno, de lo contrario se corre el riesgo de caer en lo anacrónico.

A la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, no le perdonan el haber incurrido en un ‘lapsus’ al momento de dar una cifra sobre el déficit del Fondo de Estabilización de la Gasolina, al respecto les comentamos, si cabe la comparación, que el presidente de los EE.UU.,  Joe  Biden, en  discurso reciente, confundió a Ucrania con Irán y nadie ha osado en pedirle la renuncia. 

Nota de Cierre: Nos unimos a las voces que piden por el retorno de la Ruta del Sol, pues no puede ser en Valencia de Jesús, ello implica una grave afectación para los pobladores del municipio de Pueblo Bello, Cesar, puesto que en caso de traslado de pacientes o de incendio, el recorrido tomaría más tiempo, con impredecibles consecuencias. 

Darío Arregocés Baute

[email protected]