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Columnista - 12 agosto, 2022

Reforma universitaria 1918

Un grupo de estudiantes promovió un proceso de cambios con revueltas, con el  objetivo de  discutir el papel de la universidad en la modernización de la sociedad  para adaptarla a la evolución de la historia.

Boton Wpp

Interesante reflexionar sobre la  reforma universitaria del año 1918 surgida en la Universidad de Córdoba de Argentina. Un grupo de estudiantes promovió un proceso de cambios con revueltas, con el  objetivo de  discutir el papel de la universidad en la modernización de la sociedad  para adaptarla a la evolución de la historia.

No se trataba de rendirle pleitesía a ningún dogma ni a  ninguna verdad absoluta,  era lo que los  jóvenes sentían. Cien años después 17 países latinoamericanos, incluido Colombia, constitucionalizaron la “autonomía universitaria”.

Fue una postura política que se extendió a toda América Latina y se  nutrió  de actitudes anticlericales y  anti norteamericanas especialmente en el  caso México y Cuba, y promovió el socialismo en  Argentina. El pensamiento reformista bosquejó una identidad específica para  Latinoamérica para hacer la transición de una sociedad tradicional a una  sociedad moderna. 

Era una  época de  novedades como  los trenes, los tranvías eléctricos, los inmigrantes y recientes organizaciones obreras con  nueva  identidad que atravesaba  ideologías y  fuerzas políticas.

Se cuestionó la pertinencia de una educación superior pública como un bien público, existía un  contexto internacional de grandes ganancias para las universidades insertadas en un mundo desarrollado, que comercializaban servicios de educación superior a gran escala  y con un concepto de bien público global, debían convertir la enseñanza superior en un bien privado, altamente lucrativo casi una mercancía con una comercialización  exigida en ese momento.

La filosofía pública que prevalecía, 1918, era que todo lo privado era más eficiente y de mayor calidad que lo público. La idea era que el  único modelo exitoso deseable era la universidad privada orientada hacia la producción de bienes intercambiables en el mercado,  con una concentración  exclusiva en la investigación y  centrada en postgrados.

Cien años después de  toda está revuelta universitaria se promovió una nueva revisión de lo establecido, hubo  necesidad de restablecer una identidad propia de la Universidad de Latinoamérica, y examinar la educación superior pública, su autonomía, su libertad de cátedra y el compromiso social de las universidades. En especial  su papel transformador del entorno social, político y económico. Cómo enfrentó los principales desafíos de la región: la protección del conocimiento para promover su difusión, la ciencia, la tecnología y la vinculación de la propiedad intelectual.  También trató de evitar la fuga de cerebros que tenía dimensiones gigantescas  especialmente en Latinoamérica  en el marco de la mundialización.

En 1918 había una rebeldía contra la  dominación de las universidades de las elites locales  y especialmente contra la  compañía de Jesús, y había que hacer la transición para  construir facultades de ciencias, química, geología, paleontología, antropología y modernizar el régimen político no solamente de la universidad sino también de los propios sistemas de manejo de los países.  

Además exigían las  cátedras libres, asistencia libre a las clases y  referendos para reformar  estatutos universitarios  con  participación de  profesores y estudiantes. Fue una  ilusión revolucionaria de una educación superior con calidad, con  permanente evaluación hasta  lograr su acreditación.

Necesaria la cooperación internacional  para  actualizar la educación superior, como el  instrumento esencial de una sociedad para enfrentar los desafíos de un mundo moderno y  formar ciudadanos capaces de construir una sociedad más justa y  más abierta.

Columnista
12 agosto, 2022

Reforma universitaria 1918

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Eduardo Verano De La Rosa

Un grupo de estudiantes promovió un proceso de cambios con revueltas, con el  objetivo de  discutir el papel de la universidad en la modernización de la sociedad  para adaptarla a la evolución de la historia.


Interesante reflexionar sobre la  reforma universitaria del año 1918 surgida en la Universidad de Córdoba de Argentina. Un grupo de estudiantes promovió un proceso de cambios con revueltas, con el  objetivo de  discutir el papel de la universidad en la modernización de la sociedad  para adaptarla a la evolución de la historia.

No se trataba de rendirle pleitesía a ningún dogma ni a  ninguna verdad absoluta,  era lo que los  jóvenes sentían. Cien años después 17 países latinoamericanos, incluido Colombia, constitucionalizaron la “autonomía universitaria”.

Fue una postura política que se extendió a toda América Latina y se  nutrió  de actitudes anticlericales y  anti norteamericanas especialmente en el  caso México y Cuba, y promovió el socialismo en  Argentina. El pensamiento reformista bosquejó una identidad específica para  Latinoamérica para hacer la transición de una sociedad tradicional a una  sociedad moderna. 

Era una  época de  novedades como  los trenes, los tranvías eléctricos, los inmigrantes y recientes organizaciones obreras con  nueva  identidad que atravesaba  ideologías y  fuerzas políticas.

Se cuestionó la pertinencia de una educación superior pública como un bien público, existía un  contexto internacional de grandes ganancias para las universidades insertadas en un mundo desarrollado, que comercializaban servicios de educación superior a gran escala  y con un concepto de bien público global, debían convertir la enseñanza superior en un bien privado, altamente lucrativo casi una mercancía con una comercialización  exigida en ese momento.

La filosofía pública que prevalecía, 1918, era que todo lo privado era más eficiente y de mayor calidad que lo público. La idea era que el  único modelo exitoso deseable era la universidad privada orientada hacia la producción de bienes intercambiables en el mercado,  con una concentración  exclusiva en la investigación y  centrada en postgrados.

Cien años después de  toda está revuelta universitaria se promovió una nueva revisión de lo establecido, hubo  necesidad de restablecer una identidad propia de la Universidad de Latinoamérica, y examinar la educación superior pública, su autonomía, su libertad de cátedra y el compromiso social de las universidades. En especial  su papel transformador del entorno social, político y económico. Cómo enfrentó los principales desafíos de la región: la protección del conocimiento para promover su difusión, la ciencia, la tecnología y la vinculación de la propiedad intelectual.  También trató de evitar la fuga de cerebros que tenía dimensiones gigantescas  especialmente en Latinoamérica  en el marco de la mundialización.

En 1918 había una rebeldía contra la  dominación de las universidades de las elites locales  y especialmente contra la  compañía de Jesús, y había que hacer la transición para  construir facultades de ciencias, química, geología, paleontología, antropología y modernizar el régimen político no solamente de la universidad sino también de los propios sistemas de manejo de los países.  

Además exigían las  cátedras libres, asistencia libre a las clases y  referendos para reformar  estatutos universitarios  con  participación de  profesores y estudiantes. Fue una  ilusión revolucionaria de una educación superior con calidad, con  permanente evaluación hasta  lograr su acreditación.

Necesaria la cooperación internacional  para  actualizar la educación superior, como el  instrumento esencial de una sociedad para enfrentar los desafíos de un mundo moderno y  formar ciudadanos capaces de construir una sociedad más justa y  más abierta.