Este es apenas uno de los tres procesos por los que está privado de la libertad el ‘Monstruo de Becerril’.
Uno de los casos de violación de una menor de edad en contra de Máximo Gener Mendoza Beleño, más conoció como el ‘Monstruo de Becerril’, carece de pruebas biológicas que evidencien un posible tocamiento físico sexual en los hechos investigados.
Así lo dio a conocer el médico forense Heiner Peñaranda, adscrito al Instituto de Medicina Legal, al comparecer como testigo de la Fiscalía 13 seccional en una audiencia de juicio oral desarrollada la tarde del lunes ante el Juzgado Tercero Penal del Circuito con función de Conocimiento de Valledupar.
El profesional explicó que cuando sucedieron los hechos la menor tenía unos 8 años de edad, pero a la hora de realizarse las diligencias de valoración ya tenía 17 años, situación por la que no era necesario aplicar la toma de muestras biológicas ni genitales.
“Tampoco lógicamente se iba a poder evidenciar si había algún tipo de lesiones corporales. Finalmente, siguiendo los protocolos se solicitó la valoración por psicología forense y que se siguiera todo el proceso de protección integral para la presunta víctima de abuso sexual”, manifestó Peñaranda.
Así las cosas, mediante el examen médico legal no pudieron verificar las secuelas físicas que pudo haber sufrido la denunciante que ahora tiene 20 años de edad.
“Por eso, se recomendó la valoración por psicología forense que hace parte del protocolo del abordaje de esta paciente y sobre todo en este caso que lo que hay más que todo es un relato de unos hechos; ya dado el tiempo transcurrido no hay evidencias como tal”, puntualizó Peñaranda.
No obstante, la denuncia de la afectada no hace referencia a un acceso sexual sino a que presuntamente fue sometida a tocamientos indebidos por parte de Máximo Gener Mendoza en un inmueble ubicado en el municipio de Becerril.
Este aparentemente sacaba a la víctima de su vivienda para llevarla a un lote cercano a un río con el fin de fotografiarla y tocarle sus partes íntimas. De igual manera, obligaba a la niña a ver material pornográfico en compañía de otras menores de edad y, si se negaba, la amenazaba con matarla o golpearla.
Para reforzar esa teoría la Fiscalía presentó como segundo testigo a una familiar de la víctima que corroboró lo denunciado. Además, este es apenas uno de los tres procesos por los que está privado de la libertad el ‘Monstruo de Becerril’.
Este es apenas uno de los tres procesos por los que está privado de la libertad el ‘Monstruo de Becerril’.
Uno de los casos de violación de una menor de edad en contra de Máximo Gener Mendoza Beleño, más conoció como el ‘Monstruo de Becerril’, carece de pruebas biológicas que evidencien un posible tocamiento físico sexual en los hechos investigados.
Así lo dio a conocer el médico forense Heiner Peñaranda, adscrito al Instituto de Medicina Legal, al comparecer como testigo de la Fiscalía 13 seccional en una audiencia de juicio oral desarrollada la tarde del lunes ante el Juzgado Tercero Penal del Circuito con función de Conocimiento de Valledupar.
El profesional explicó que cuando sucedieron los hechos la menor tenía unos 8 años de edad, pero a la hora de realizarse las diligencias de valoración ya tenía 17 años, situación por la que no era necesario aplicar la toma de muestras biológicas ni genitales.
“Tampoco lógicamente se iba a poder evidenciar si había algún tipo de lesiones corporales. Finalmente, siguiendo los protocolos se solicitó la valoración por psicología forense y que se siguiera todo el proceso de protección integral para la presunta víctima de abuso sexual”, manifestó Peñaranda.
Así las cosas, mediante el examen médico legal no pudieron verificar las secuelas físicas que pudo haber sufrido la denunciante que ahora tiene 20 años de edad.
“Por eso, se recomendó la valoración por psicología forense que hace parte del protocolo del abordaje de esta paciente y sobre todo en este caso que lo que hay más que todo es un relato de unos hechos; ya dado el tiempo transcurrido no hay evidencias como tal”, puntualizó Peñaranda.
No obstante, la denuncia de la afectada no hace referencia a un acceso sexual sino a que presuntamente fue sometida a tocamientos indebidos por parte de Máximo Gener Mendoza en un inmueble ubicado en el municipio de Becerril.
Este aparentemente sacaba a la víctima de su vivienda para llevarla a un lote cercano a un río con el fin de fotografiarla y tocarle sus partes íntimas. De igual manera, obligaba a la niña a ver material pornográfico en compañía de otras menores de edad y, si se negaba, la amenazaba con matarla o golpearla.
Para reforzar esa teoría la Fiscalía presentó como segundo testigo a una familiar de la víctima que corroboró lo denunciado. Además, este es apenas uno de los tres procesos por los que está privado de la libertad el ‘Monstruo de Becerril’.