A partir de hoy EL PILÓN registrará de manera diaria historias relacionadas con los testimonios conocidos en las audiencias sobre los ‘falsos positivos’. Detrás de las víctimas y victimarios hay mucho por contar, además de otros aspectos de todo el contexto del conflicto armado en Colombia, en especial en el departamento del Cesar, La Guajira y la región Caribe en general.
A partir de hoy EL PILÓN registrará de manera diaria historias relacionadas con los testimonios conocidos en las audiencias sobre los ‘falsos positivos’.
Detrás de las víctimas y victimarios hay mucho por contar, además de otros aspectos de todo el contexto del conflicto armado en Colombia, en especial en el departamento del Cesar, La Guajira y la región Caribe en general.
Atendiendo el clamor de nuestras audiencias y de la opinión pública en general consideramos pertinentes valorar en su justa dimensión los dolorosos testimonios que surgieron durante los dos días de las audiencias de reconocimiento de la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, desarrolladas en Valledupar.
Allí, en un mismo auditorio 127 familias, cuyos seres queridos murieron como ‘falsos positivos’, estuvieron cara a cara frente 12 exmilitares de Batallón La Popa, quienes actuaron como victimarios y ahora decidieron acogerse a la Ley de Justicia y Paz y confesar la verdad de todo lo ocurrido.
Ese escenario y todo lo narrado allí no puede pasar desapercibido y mucho menos continuar bajo el desconocimiento de un amplio sector de la opinión pública, eso merece difundirse y evaluarse con todo el rigor del caso, sería una de las tantas maneras de aportar en algo para que esos crueles episodios de la guerra absurda no vuelvan a repetirse.
Difundir y dimensionar la cruda realidad de la barbarie vivida por esas 127 familias del Cesar es, además, una forma de solidaridad con ellas, un mensaje de acompañamiento en su dolor y tragedia.
Muy acertadamente lo expresó, en entrevista con EL PILÓN, el magistrado Óscar Javier Parra Vera, quien hace parte de la Sala de Reconocimiento de Verdad de la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, cuando dijo que ese tipo de audiencias “visibiliza el impacto de la victimización en pueblos étnicos como kankuamo y wiwa de esta práctica de los llamados falsos positivos. Asimismo, este subcaso Caribe, en particular, lo que ocurrió en el batallón La Popa ilustra algo que determinó las JEP en el auto de imputación hecho sobre el rol que tuvieron las alianzas entre militares y paramilitares para la comisión de falsos positivos”.
Pero esa visibilización solo es posible con el concurso de los medios de comunicación, he ahí entonces la pertinencia y lo oportuno de analizar esos grandes componentes que contienen estas audiencias para el Cesar, pero también para todo el país porque se empieza a dimensionar esa proyección regional que tuvo el fenómeno de los falsos positivos.
“Eso nos ayuda a pensar en aquellos pasos para que esto jamás se vuelva a presentar”, afirma el magistrado. También la JEP ha hecho audiencias similares en las que los excombatientes de las FARC, ante las víctimas, han narrado en los hechos de secuestros, el horror de delitos de lesa humanidad, al perpetrarse homicidios y sufrimiento deliberado a las familias .
De todas maneras, pese a todo el tiempo que ya ha transcurrido después del conflicto armado, este es un primer paso en los procesos restaurativos, tal como lo explicó el magistrado Parra.
No obstante, sigue vigente el interrogante que todos nos hacemos: ¿qué sigue ahora después de conocerse la verdad de la crueldad la guerra? Según la JEP, todavía falta “el diseño del proyecto de sanción restaurativa”. Por lo pronto vamos a contar las dolorosas historias.
A partir de hoy EL PILÓN registrará de manera diaria historias relacionadas con los testimonios conocidos en las audiencias sobre los ‘falsos positivos’. Detrás de las víctimas y victimarios hay mucho por contar, además de otros aspectos de todo el contexto del conflicto armado en Colombia, en especial en el departamento del Cesar, La Guajira y la región Caribe en general.
A partir de hoy EL PILÓN registrará de manera diaria historias relacionadas con los testimonios conocidos en las audiencias sobre los ‘falsos positivos’.
Detrás de las víctimas y victimarios hay mucho por contar, además de otros aspectos de todo el contexto del conflicto armado en Colombia, en especial en el departamento del Cesar, La Guajira y la región Caribe en general.
Atendiendo el clamor de nuestras audiencias y de la opinión pública en general consideramos pertinentes valorar en su justa dimensión los dolorosos testimonios que surgieron durante los dos días de las audiencias de reconocimiento de la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, desarrolladas en Valledupar.
Allí, en un mismo auditorio 127 familias, cuyos seres queridos murieron como ‘falsos positivos’, estuvieron cara a cara frente 12 exmilitares de Batallón La Popa, quienes actuaron como victimarios y ahora decidieron acogerse a la Ley de Justicia y Paz y confesar la verdad de todo lo ocurrido.
Ese escenario y todo lo narrado allí no puede pasar desapercibido y mucho menos continuar bajo el desconocimiento de un amplio sector de la opinión pública, eso merece difundirse y evaluarse con todo el rigor del caso, sería una de las tantas maneras de aportar en algo para que esos crueles episodios de la guerra absurda no vuelvan a repetirse.
Difundir y dimensionar la cruda realidad de la barbarie vivida por esas 127 familias del Cesar es, además, una forma de solidaridad con ellas, un mensaje de acompañamiento en su dolor y tragedia.
Muy acertadamente lo expresó, en entrevista con EL PILÓN, el magistrado Óscar Javier Parra Vera, quien hace parte de la Sala de Reconocimiento de Verdad de la Jurisdicción Especial para la Paz, JEP, cuando dijo que ese tipo de audiencias “visibiliza el impacto de la victimización en pueblos étnicos como kankuamo y wiwa de esta práctica de los llamados falsos positivos. Asimismo, este subcaso Caribe, en particular, lo que ocurrió en el batallón La Popa ilustra algo que determinó las JEP en el auto de imputación hecho sobre el rol que tuvieron las alianzas entre militares y paramilitares para la comisión de falsos positivos”.
Pero esa visibilización solo es posible con el concurso de los medios de comunicación, he ahí entonces la pertinencia y lo oportuno de analizar esos grandes componentes que contienen estas audiencias para el Cesar, pero también para todo el país porque se empieza a dimensionar esa proyección regional que tuvo el fenómeno de los falsos positivos.
“Eso nos ayuda a pensar en aquellos pasos para que esto jamás se vuelva a presentar”, afirma el magistrado. También la JEP ha hecho audiencias similares en las que los excombatientes de las FARC, ante las víctimas, han narrado en los hechos de secuestros, el horror de delitos de lesa humanidad, al perpetrarse homicidios y sufrimiento deliberado a las familias .
De todas maneras, pese a todo el tiempo que ya ha transcurrido después del conflicto armado, este es un primer paso en los procesos restaurativos, tal como lo explicó el magistrado Parra.
No obstante, sigue vigente el interrogante que todos nos hacemos: ¿qué sigue ahora después de conocerse la verdad de la crueldad la guerra? Según la JEP, todavía falta “el diseño del proyecto de sanción restaurativa”. Por lo pronto vamos a contar las dolorosas historias.