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Columnista - 7 julio, 2022

A cumplir el enorme reto que ha quedado

En vista del éxito resonante de los XIX Juegos Bolivarianos, me vienen a la mente varios interrogantes

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La celebración de los XIX Juegos Bolivarianos de 2022 en la ciudad de Valledupar, ha finalizado con muchos reconocimientos favorables bien merecidos. Lo cierto, sin duda alguna, es que todo lo concerniente a este importante evento deportivo ha sido disputado con ganas. Comenzando con la escogencia de Valledupar como su sede principal.

En vista del éxito resonante de los XIX Juegos Bolivarianos, me vienen a la mente varios interrogantes, pero solo anotaré dos: primero ¿Quién fue el ideólogo de que Valledupar fuera la sede?, segundo ¿Qué personajes de Valledupar o de la región fueron los que más lucharon para que se le concediera la sede a la ciudad de Valledupar? No me cabe duda alguna, de que el esfuerzo fue tenaz.

Antes de atreverme a dar posibles respuestas a las anteriores preguntas, es pertinente aclarar que la realización de los XIX Juegos Bolivarianos estaba programada para la región de los Valles del Tuy en Venezuela para 2021, en 2019 la aplazaron para el 2022 y se dispuso su celebración en la capital mundial de la música vallenata y, rápidamente se conformó el comité para liderar la realización de esta gesta deportiva felizmente concluida, a pesar de que en 2019 la ciudad de Valledupar no contaba con la suficiente infraestructura; es decir, el gobierno departamental y municipal de entonces asumieron un reto gigantesco, en aquel tiempo el gobernador del Cesar  ‘Franco’ Ovalle y ‘Tuto Uhía’ Uhía el alcalde de Valledupar y también sus reemplazantes en 2020 que sonaban fuertemente, Luis Monsalvo para la gobernación del Cesar y Ernesto Orozco para la alcaldía de Valledupar. 

Así son las paradojas, porque los reconocimientos y parabienes les correspondieron a Andrés Meza Araujo y al Mello Castro González, indiscutiblemente, bien merecidos.  Y mis aplausos enfáticos para estos dos jóvenes gobernantes por haber sacado adelante tan titánica tarea. 

Si bien el reto del comité conformado para la planificación, gestión de recursos, administración organización y ejecución de los XIX Juegos Bolivarianos, presididos por los mandatarios mencionados, fue colosal. Lo más importante consiste en el cumplimiento del reto que ha quedado después de los juegos en mención, reto que debe ser mucho mayor que el recién cumplido. Que es completar las infraestructuras inconclusas, además darles realizando certámenes locales, tales como intermunicipales, escolares, institucionales, tanto públicos como privados, y procurar realizar eventos regionales, nacionales e internacionales para, lo cual, dichas obras requieren el adecuado mantenimiento para conservarlas en buenas condiciones, que permita utilizarlas permanentemente.

Se me estaban olvidando las respuestas de las preguntas, aunque no tengan tanta relevancia, es bueno cumplir lo prometido. Sobre el ideólogo de proponer a Valledupar como sede, no sé quién fue o fueron, me imagino que fue el hijo de Afranio Restrepo, reconocido oftalmólogo vallenato, su hijo de quien hablo se llama Afranio Restrepo Villaroel, quien fuera director encargado de Coldeportes, ahora convertido en Ministerio del Deporte. Además, fue el primer administrador de los XIX Juegos Bolivarianos, reemplazado faltando pocos meses para el inicio de los juegos, por la boyacense, Ana Edurne Camacho (secretaria general del Comité Olímpico Colombiano); es decir, muy capacitada para ejercer el cargo delegado. 

En todo caso, el cambio lo hizo el ministro del Deporte por motivos no muy claros, dizque por el desinterés de Restrepo Villaroel en la gestión encomendada. En cuanto a los personajes vallenatos o de la región que lucharon por obtener la sede de los XIX Juegos bolivarianos, no cabe duda de que el principal fue el Representante a la Cámara, Ape Cuello, lógicamente, secundado por los demás congresistas del departamento del Cesar, también el exgobernador ‘Franco’ Ovalle, el exalcalde ‘Tuto Uhía’, a quienes no se les debe desconocer el interés y complacencia a favor de que la ciudad de Valledupar celebrara los juegos, que a la postre resultaron muy beneficiosos para todo el departamento del Cesar y su gente.   

Columnista
7 julio, 2022

A cumplir el enorme reto que ha quedado

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Romero Churio

En vista del éxito resonante de los XIX Juegos Bolivarianos, me vienen a la mente varios interrogantes


La celebración de los XIX Juegos Bolivarianos de 2022 en la ciudad de Valledupar, ha finalizado con muchos reconocimientos favorables bien merecidos. Lo cierto, sin duda alguna, es que todo lo concerniente a este importante evento deportivo ha sido disputado con ganas. Comenzando con la escogencia de Valledupar como su sede principal.

En vista del éxito resonante de los XIX Juegos Bolivarianos, me vienen a la mente varios interrogantes, pero solo anotaré dos: primero ¿Quién fue el ideólogo de que Valledupar fuera la sede?, segundo ¿Qué personajes de Valledupar o de la región fueron los que más lucharon para que se le concediera la sede a la ciudad de Valledupar? No me cabe duda alguna, de que el esfuerzo fue tenaz.

Antes de atreverme a dar posibles respuestas a las anteriores preguntas, es pertinente aclarar que la realización de los XIX Juegos Bolivarianos estaba programada para la región de los Valles del Tuy en Venezuela para 2021, en 2019 la aplazaron para el 2022 y se dispuso su celebración en la capital mundial de la música vallenata y, rápidamente se conformó el comité para liderar la realización de esta gesta deportiva felizmente concluida, a pesar de que en 2019 la ciudad de Valledupar no contaba con la suficiente infraestructura; es decir, el gobierno departamental y municipal de entonces asumieron un reto gigantesco, en aquel tiempo el gobernador del Cesar  ‘Franco’ Ovalle y ‘Tuto Uhía’ Uhía el alcalde de Valledupar y también sus reemplazantes en 2020 que sonaban fuertemente, Luis Monsalvo para la gobernación del Cesar y Ernesto Orozco para la alcaldía de Valledupar. 

Así son las paradojas, porque los reconocimientos y parabienes les correspondieron a Andrés Meza Araujo y al Mello Castro González, indiscutiblemente, bien merecidos.  Y mis aplausos enfáticos para estos dos jóvenes gobernantes por haber sacado adelante tan titánica tarea. 

Si bien el reto del comité conformado para la planificación, gestión de recursos, administración organización y ejecución de los XIX Juegos Bolivarianos, presididos por los mandatarios mencionados, fue colosal. Lo más importante consiste en el cumplimiento del reto que ha quedado después de los juegos en mención, reto que debe ser mucho mayor que el recién cumplido. Que es completar las infraestructuras inconclusas, además darles realizando certámenes locales, tales como intermunicipales, escolares, institucionales, tanto públicos como privados, y procurar realizar eventos regionales, nacionales e internacionales para, lo cual, dichas obras requieren el adecuado mantenimiento para conservarlas en buenas condiciones, que permita utilizarlas permanentemente.

Se me estaban olvidando las respuestas de las preguntas, aunque no tengan tanta relevancia, es bueno cumplir lo prometido. Sobre el ideólogo de proponer a Valledupar como sede, no sé quién fue o fueron, me imagino que fue el hijo de Afranio Restrepo, reconocido oftalmólogo vallenato, su hijo de quien hablo se llama Afranio Restrepo Villaroel, quien fuera director encargado de Coldeportes, ahora convertido en Ministerio del Deporte. Además, fue el primer administrador de los XIX Juegos Bolivarianos, reemplazado faltando pocos meses para el inicio de los juegos, por la boyacense, Ana Edurne Camacho (secretaria general del Comité Olímpico Colombiano); es decir, muy capacitada para ejercer el cargo delegado. 

En todo caso, el cambio lo hizo el ministro del Deporte por motivos no muy claros, dizque por el desinterés de Restrepo Villaroel en la gestión encomendada. En cuanto a los personajes vallenatos o de la región que lucharon por obtener la sede de los XIX Juegos bolivarianos, no cabe duda de que el principal fue el Representante a la Cámara, Ape Cuello, lógicamente, secundado por los demás congresistas del departamento del Cesar, también el exgobernador ‘Franco’ Ovalle, el exalcalde ‘Tuto Uhía’, a quienes no se les debe desconocer el interés y complacencia a favor de que la ciudad de Valledupar celebrara los juegos, que a la postre resultaron muy beneficiosos para todo el departamento del Cesar y su gente.