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Columnista - 24 mayo, 2022

La poesía nos une…

En medio de tanta crisis,  respirar poesía y cultivar la cultura es como hallar un oasis en medio de la aridez más sofocante.

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En medio de tanta crisis,  respirar poesía y cultivar la cultura es como hallar un oasis en medio de la aridez más sofocante.

No es fácil encontrar  un grupo de personas afín con este objetivo, pero cuando te das la mano con ellos, te sientes como en el paraíso, solo que sin culebra y sin frutas prohibidas.

No es fácil encontrar un grupo que no esté tocado por la política  y el mal uso de este elemento que nos tiene más agobiado que el mismo Covid 19.  La distancia que entre amigos ha planteado la  politiquería y en el que infortunadamente hemos caído todos… sin excepción, ahonda más la brecha de la polarización en Colombia.  

Sin embargo  este no es el tema de esta nota. Hoy quiero resaltar la cofradía que degustamos  un grupo de amigos que  participamos como invitados de honor y jurados del V Festival Internacional de Poesía y Encuentro Nacional de Declamadores ‘Clemencia Tarifa’  de Codazzi Cesar,   encabezado por su presidente Nidio Quiroz  y la directora de la Fundación  Árboles Azules,  Maira Muñoz y el fabuloso equipo que ve germinar un semillero de niños declamadores  que tiene una gran artesana de la cultura llamada Milva Orozco.

En este selecto grupo encontramos  invitados internacionales  que disfrutaron y marcaron una pauta interesante para que pudiéramos  darnos la oportunidad del aprendizaje en la interculturalidad entre países hermanos: Puerto Rico, Panamá, Venezuela y Colombia.

Encontramos en este maravilloso grupo  a Lucía Margarita Cruz  Rivera  de Salinas  y Carolina Jun Rodríguez  de Juana Díaz,  Puerto Rico.

David Oliveros Gutiérrez,  de Caracas Venezuela; Vielka Argelis Gutiérrez,  de Ciudad Panamá;  Selene ‘Romzu’, de Riohacha; León  Fidel Ojeda de Porto Alegre del Hamaquero Córdoba,  el sitio que escogió el mar para sonreír.

De la mágica y hermosa población de Aguachica, llegó Esperanza Rodríguez  Yañez y de allí   cerquita, desde Ocaña,  nos visitó Bexi Mendoza.

La fragancia de la Serranía del Perijá  abrazó a todos  y cautivó a Yaneth Álvarez  de Chinú, ‘la casa grande de la poesía’, junto a William Álvarez  y la coronada reina del festival, Dayana Lara Carrasquilla que se lleva de Codazzi  el galardón de este año como la mejor declamadora. Para ella y para Milena, su mamá, mil felicitaciones.

Nos visitó Esteban Abad desde Sahagún, con sus apuntes y excelsa declamación;   la voz dulce y la fuerza intelectual  de Lina María  Wadnípar.

Oficiando  casi de local, estuvo Wilsao y Enrique Orozco; desde Valledupar: Ana D. Mejía Dangond,  Marta Navarro Bentham, la talentosa joven Yajamna Durán.

Desde el otro Valle, el  del Cauca, acompañó  de manera especial este evento Mónica Ossa Grain.

Un nutrido grupo de talentosos y extraordinarios declamadores se dieron cita  y en un evento  mágico compitieron en las categorías infantil, juvenil y mayores. 

Tertulias,  foros, actividades con los niños, jóvenes y mayores deleitaron el tiempo que duró este proceso que alcanzó  a llegar hasta la Fundación  Universitaria del Área  Andina.

Hubo charlas que alcanzaron los límites de lo inagotable; se habló de arte, de emprendimiento de poesía y música vallenata. 

Es en este punto donde Lucía Margarita Cruz nos dijo: el vallenato es una pasión. Y sí que tiene razón.

La conclusión es que en ‘Codazzi hay poetas y hay poesía’. La magia de Macondo del Caribe colombiano… ‘Esta vaina sirve’ Carol Jun.  Sólo Eso 

Columnista
24 mayo, 2022

La poesía nos une…

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Eduardo S. Ortega Vergara

En medio de tanta crisis,  respirar poesía y cultivar la cultura es como hallar un oasis en medio de la aridez más sofocante.


En medio de tanta crisis,  respirar poesía y cultivar la cultura es como hallar un oasis en medio de la aridez más sofocante.

No es fácil encontrar  un grupo de personas afín con este objetivo, pero cuando te das la mano con ellos, te sientes como en el paraíso, solo que sin culebra y sin frutas prohibidas.

No es fácil encontrar un grupo que no esté tocado por la política  y el mal uso de este elemento que nos tiene más agobiado que el mismo Covid 19.  La distancia que entre amigos ha planteado la  politiquería y en el que infortunadamente hemos caído todos… sin excepción, ahonda más la brecha de la polarización en Colombia.  

Sin embargo  este no es el tema de esta nota. Hoy quiero resaltar la cofradía que degustamos  un grupo de amigos que  participamos como invitados de honor y jurados del V Festival Internacional de Poesía y Encuentro Nacional de Declamadores ‘Clemencia Tarifa’  de Codazzi Cesar,   encabezado por su presidente Nidio Quiroz  y la directora de la Fundación  Árboles Azules,  Maira Muñoz y el fabuloso equipo que ve germinar un semillero de niños declamadores  que tiene una gran artesana de la cultura llamada Milva Orozco.

En este selecto grupo encontramos  invitados internacionales  que disfrutaron y marcaron una pauta interesante para que pudiéramos  darnos la oportunidad del aprendizaje en la interculturalidad entre países hermanos: Puerto Rico, Panamá, Venezuela y Colombia.

Encontramos en este maravilloso grupo  a Lucía Margarita Cruz  Rivera  de Salinas  y Carolina Jun Rodríguez  de Juana Díaz,  Puerto Rico.

David Oliveros Gutiérrez,  de Caracas Venezuela; Vielka Argelis Gutiérrez,  de Ciudad Panamá;  Selene ‘Romzu’, de Riohacha; León  Fidel Ojeda de Porto Alegre del Hamaquero Córdoba,  el sitio que escogió el mar para sonreír.

De la mágica y hermosa población de Aguachica, llegó Esperanza Rodríguez  Yañez y de allí   cerquita, desde Ocaña,  nos visitó Bexi Mendoza.

La fragancia de la Serranía del Perijá  abrazó a todos  y cautivó a Yaneth Álvarez  de Chinú, ‘la casa grande de la poesía’, junto a William Álvarez  y la coronada reina del festival, Dayana Lara Carrasquilla que se lleva de Codazzi  el galardón de este año como la mejor declamadora. Para ella y para Milena, su mamá, mil felicitaciones.

Nos visitó Esteban Abad desde Sahagún, con sus apuntes y excelsa declamación;   la voz dulce y la fuerza intelectual  de Lina María  Wadnípar.

Oficiando  casi de local, estuvo Wilsao y Enrique Orozco; desde Valledupar: Ana D. Mejía Dangond,  Marta Navarro Bentham, la talentosa joven Yajamna Durán.

Desde el otro Valle, el  del Cauca, acompañó  de manera especial este evento Mónica Ossa Grain.

Un nutrido grupo de talentosos y extraordinarios declamadores se dieron cita  y en un evento  mágico compitieron en las categorías infantil, juvenil y mayores. 

Tertulias,  foros, actividades con los niños, jóvenes y mayores deleitaron el tiempo que duró este proceso que alcanzó  a llegar hasta la Fundación  Universitaria del Área  Andina.

Hubo charlas que alcanzaron los límites de lo inagotable; se habló de arte, de emprendimiento de poesía y música vallenata. 

Es en este punto donde Lucía Margarita Cruz nos dijo: el vallenato es una pasión. Y sí que tiene razón.

La conclusión es que en ‘Codazzi hay poetas y hay poesía’. La magia de Macondo del Caribe colombiano… ‘Esta vaina sirve’ Carol Jun.  Sólo Eso