La suspensión de Daniel Quintero como alcalde de Medellín por la Procuraduría General de la Nación generó muchas reflexiones, entre esas la situación de la Gobernación del Cesar, desde la imposición de la medida de aseguramiento del señor Luís Alberto Monsalvo la dignidad de gobernador encargado recae en cabeza del señor Andrés Felipe Meza Araujo en virtud del Decreto 1008 del 26 de agosto del 2021, el señor Meza se desempeñaba como secretario de Ambiente en el gobierno Monsalvo y hasta la fecha esa designación se mantiene; lo que inquieta a muchos en el Cesar es la velocidad con la que Duque impuso alcalde en Medellín ajeno al grupo del suspendido Quintero, pero en el Cesar es complaciente con sus aliados y les cuida el puesto con un funcionario de la Gobernación.

En el caso de Monsalvo recordemos que su aspiración estuvo respaldada por el Partido Liberal, Cambio Radical y la U, hasta el momento a ninguno le interesa promover la escogencia de otro gobernador encargado ni la conformación de terna porque todos hacen parte del mismo costal, están cómodos y no van a patear la mesa, cosa distinta ocurrió en el 2007 cuando los problemas judiciales del gobernador Hernando Molina lo obligaron a dimitir, designaron al abogado Luis Carlos Ramírez Ariza, pero un sector del Partido Liberal por el que había aspirado el señor Molina presentó una acción de tutela obligando al Gobierno nacional a pedir terna al Partido Liberal y así nombrar gobernador cumpliendo lo señalado en el artículo 303 de la Constitución Política, aterrizando en el Cesar una desgracia llamada Rodrigo Canossa.

Ahora bien, en el caso que Gustavo Petro llegue a la Presidencia puede tambalear el Decreto 1008 del 2021 y se puede anticipar un cambio de gobernador en el Cesar, si Luis Alberto Mosalvo llega suspendido al mes de agosto no habrá posibilidad de convocar nuevas elecciones en caso de su renuncia o condena, debido a que la norma señala que se podrá convocar nuevas elecciones si la falta se da a más de 18 meses de terminar el periodo para el que fue elegido, así que si Gustavo Petro vence en las urnas puede en cumplimiento de la Constitución pedir terna y encargar nuevo gobernador, pero en este caso la voz del grupo que rodea a Monsalvo no será determinante porque al lado de Petro se mueven sectores liberales, de la U e incluso de Cambio Radical que anhelan en silencio un cambio en el poder departamental. 

Otra posibilidad latente es que en caso de ganar Gustavo Petro, el grupo del gobernador procesado se la juegue con Duque y presenten la terna antes del 7 de agosto, cobrando protagonismo los senadores Didier Lobo de Cambio Radical, José Alfredo Gnecco de la U y el representante Carlos Felipe Quintero del Partido Liberal y nombren un mandatario de su confianza y se ratificaría que Duque siempre se ha movido al ritmo de los intereses de sus aliados sin importarle el ordenamiento jurídico ni la estabilidad de las instituciones, aunque también puede ocurrir que revoquen la medida de Monsalvo y regrese al cargo.

Todo esto son escenarios posibles dependiendo de la elección presidencial, lo que si es cierto es que si Gustavo Petro se convierte en presidente podría provocar un remezón en la gobernación del Cesar antes o después de su posesión. Interesante la vaina.