Quintero Araujo Emelina, del hogar de Eloy e isabel, fue la rosa del vergel y el recuerdo la ilumina. Cariñosamente Nina, un nombre sobrio y lozano; su madre se fue temprano en un viaje celestial, con su afecto maternal cuida a sus cuatro hermanos.
I
Quintero Araujo Emelina,
del hogar de Eloy e isabel,
fue la rosa del vergel
y el recuerdo la ilumina.
Cariñosamente Nina,
un nombre sobrio y lozano;
su madre se fue temprano
en un viaje celestial,
con su afecto maternal
cuida a sus cuatro hermanos.
II
Sus hermanos elocuentes,
los estambres del jardín:
Eloy, Claudio y Efraín
y el mayor era Clemente.
Viene su estirpe eminente
del viejo Valledupar,
líderes en cultivar
y empresarios ganaderos;
el apellido Quintero
tiene historia en el Cesar.
III
Ramilletes de bondades
irradian su corazón,
llega Miguel Villazón
romántico en mocedades.
El amor con sus verdades
diseña su trayectoria
y empieza a escribir su historia:
Dos hijos su epifanía,
Alvaro y Miguel María,
radiantes llenos de gloria.
IV
Su voz teclado sonoro
de rocío sobre la rosa,
era su alma generosa
edén de humanos tesoros.
La honestidad y el decoro
las virtudes de su ser,
sonrisa de amanecer
de cristalina mirada;
católica consagrada
en sereno proceder.
Por José Atuesta Mindiola
Quintero Araujo Emelina, del hogar de Eloy e isabel, fue la rosa del vergel y el recuerdo la ilumina. Cariñosamente Nina, un nombre sobrio y lozano; su madre se fue temprano en un viaje celestial, con su afecto maternal cuida a sus cuatro hermanos.
I
Quintero Araujo Emelina,
del hogar de Eloy e isabel,
fue la rosa del vergel
y el recuerdo la ilumina.
Cariñosamente Nina,
un nombre sobrio y lozano;
su madre se fue temprano
en un viaje celestial,
con su afecto maternal
cuida a sus cuatro hermanos.
II
Sus hermanos elocuentes,
los estambres del jardín:
Eloy, Claudio y Efraín
y el mayor era Clemente.
Viene su estirpe eminente
del viejo Valledupar,
líderes en cultivar
y empresarios ganaderos;
el apellido Quintero
tiene historia en el Cesar.
III
Ramilletes de bondades
irradian su corazón,
llega Miguel Villazón
romántico en mocedades.
El amor con sus verdades
diseña su trayectoria
y empieza a escribir su historia:
Dos hijos su epifanía,
Alvaro y Miguel María,
radiantes llenos de gloria.
IV
Su voz teclado sonoro
de rocío sobre la rosa,
era su alma generosa
edén de humanos tesoros.
La honestidad y el decoro
las virtudes de su ser,
sonrisa de amanecer
de cristalina mirada;
católica consagrada
en sereno proceder.
Por José Atuesta Mindiola