Diez años tuvieron que pasar para que el esfuerzo y talento del acordeonero Edgardo Alonso Bolaño Gnecco fuera galardonado como rey en un Festival Vallenato. 

El joven, nacido en Riohacha, La Guajira, en el 2012 comenzó a competir con su acordeón en la categoría juvenil sin lograr resultados y después en el 2016 pasó a la competencia de aficionado sin lograr tampoco el primer lugar.  

En el 2018 fue finalista y en el 2020 ocupó el segundo lugar, sin embargo, con positivismo y convicción Edgardo Alonso Bolaño apareció nuevamente este año en el Festival Vallenato logrando por fin el tan cosechado triunfo.  

“Este triunfo me ha costado lágrimas de sangre porque fue año tras años insistiendo y el Festival Vallenato no es fácil, pero hoy veo la recompensa de todos esos sacrificios y esfuerzos que he hecho, sobre todo mis padres porque todo esto se lo debo a ellos”, manifestó. 

Bolaño triunfó con presentaciones de canciones como ‘El parrandero’ de Leandro Díaz en aire de paseo; ‘El turco Farid’ de Emiliano Zuleta en el aire de merengue; ‘El pájaro carpintero’ de Juancho Polo Valencia en el aire de son y ‘Mi dinastía’ de la autoría de Andrés Beleño en el aire de puya.  

En la interpretación de este último tema fue con el que más se sintió tranquilo por el tiempo de preparación.   

Además, hace honor a su historia debido a que lleva a cuesta a la dinastía Bolaño.

“El acordeón ha estado siempre presente en mi vida y doy gracias a Dios por haberme hecho parte de esta gran familia de acordeoneros en la que se destaca mi tío Hildemaro Bolaño, mi tía Madeleine y sobre todo el precursor de la familia que es mi bisabuelo Francisco ‘Chico’ Bolaño”, acotó el joven de 25 años.

Bolaño Gnecco es ingeniero de minas de la Fundación Universitaria del Área Andina, pero su vida se perfila más en el ámbito musical, pues aspira seguir concursando en el festival y ha realizado colaboraciones con diversos cantantes.