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Editorial - 23 abril, 2022

Afianzar la identidad

Sin duda alguna el festival es la obra cumbre de la cultura vallenata, pero es además uno de los principales referentes de Colombia en el exterior, connotación que se ha logrado a lo largo de sus 55 años de creación y que ahora con mayor ímpetu debe consolidarse, máxime cuando se le realiza la versión ‘Rey de Reyes’ en homenaje al maestro del canto Jorge Oñate.

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La semana que inicia este lunes es un periodo corto en tiempo, pero extenso en importancia para la cultura y todo lo que se enmarca en el folclor vallenato.


Así como la Semana Santa para los católicos es el tiempo de reflexión, recogimiento y ratificación de sus creencias, de igual manera para Valledupar el Festival Vallenato es la época y el escenario propicio para afianzar todos esos valores propios de la idiosincrasia auténtica de esta región, pero que ha traspasado las fronteras locales y por ello hoy se considera representativa también del país ante el mundo.


Sin duda alguna el festival es la obra cumbre de la cultura vallenata, pero es además uno de los principales referentes de Colombia en el exterior, connotación que se ha logrado a lo largo de sus 55 años de creación y que ahora con mayor ímpetu debe consolidarse, máxime cuando se le realiza la versión ‘Rey de Reyes’ en homenaje al maestro del canto Jorge Oñate.


Es la puesta en escena de las costumbres de un pueblo, pero con una visión global, eso es lo que ha permitido que este certamen folclórico haya trascendido al nivel que ostenta en estos momentos.
Esa debe ser la ruta a seguir, camino que por fortuna ha sido transitado con éxito en cumplimiento de esa tarea de velar por la defensa y difusión de las expresiones folclóricas y populares que rodean la música vallenata, en especial la de preservar los cuatro aires o ritmos del vallenato: paseo, merengue, son y puya.


Es una gama amplia de nuestra cultura, la cual incluye el género de la piqueria, la parranda, la poesía campesina, cuentos, leyendas, mitos, tradición oral, expresiones literarias, socioculturales y artísticas, todo eso sumado a otros factores como el turístico, económico, gastronómico, religioso y en estos tiempos modernos se anexó también el tecnológico.


Es amplio el espectro del Festival de la Leyenda Vallenata, considerada la mejor vitrina de Valledupar, constituida por un mundo de relaciones sociales, institucionales, políticas, de negocios y gestiones de toda índole.


Está en marcha entonces un nuevo capítulo de ese proceso de consolidación y afianzamiento del valor cultural de Valledupar y Colombia, una dinámica que permite saldos de gran beneficio para la región y que trascienden a muchos entornos geográficos.


Con el primer conversatorio desarrollado ayer viernes se activó en Valledupar ese dispositivo que permite compartir experiencias, formas e historias de vida, aportar al conocimiento de diversas expresiones y vivencias del Caribe colombiano, fomentar el intercambio y el respeto por la diversidad cultural de nuestros pueblos.


La inscripción de 264 participantes en los diversos concursos del festival, la disposición de toda una infraestructura logística, la adopción de medidas de seguridad y la implementación de planes de contingencia en el sector salud, permiten pensar que está garantizado el normal desarrollo de esta gran fiesta folclórica.


Bienvenidos todos los que con entusiasmo llegan a Valledupar a disfrutar del Festival de la Leyenda Vallenata.

Editorial
23 abril, 2022

Afianzar la identidad

Sin duda alguna el festival es la obra cumbre de la cultura vallenata, pero es además uno de los principales referentes de Colombia en el exterior, connotación que se ha logrado a lo largo de sus 55 años de creación y que ahora con mayor ímpetu debe consolidarse, máxime cuando se le realiza la versión ‘Rey de Reyes’ en homenaje al maestro del canto Jorge Oñate.


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La semana que inicia este lunes es un periodo corto en tiempo, pero extenso en importancia para la cultura y todo lo que se enmarca en el folclor vallenato.


Así como la Semana Santa para los católicos es el tiempo de reflexión, recogimiento y ratificación de sus creencias, de igual manera para Valledupar el Festival Vallenato es la época y el escenario propicio para afianzar todos esos valores propios de la idiosincrasia auténtica de esta región, pero que ha traspasado las fronteras locales y por ello hoy se considera representativa también del país ante el mundo.


Sin duda alguna el festival es la obra cumbre de la cultura vallenata, pero es además uno de los principales referentes de Colombia en el exterior, connotación que se ha logrado a lo largo de sus 55 años de creación y que ahora con mayor ímpetu debe consolidarse, máxime cuando se le realiza la versión ‘Rey de Reyes’ en homenaje al maestro del canto Jorge Oñate.


Es la puesta en escena de las costumbres de un pueblo, pero con una visión global, eso es lo que ha permitido que este certamen folclórico haya trascendido al nivel que ostenta en estos momentos.
Esa debe ser la ruta a seguir, camino que por fortuna ha sido transitado con éxito en cumplimiento de esa tarea de velar por la defensa y difusión de las expresiones folclóricas y populares que rodean la música vallenata, en especial la de preservar los cuatro aires o ritmos del vallenato: paseo, merengue, son y puya.


Es una gama amplia de nuestra cultura, la cual incluye el género de la piqueria, la parranda, la poesía campesina, cuentos, leyendas, mitos, tradición oral, expresiones literarias, socioculturales y artísticas, todo eso sumado a otros factores como el turístico, económico, gastronómico, religioso y en estos tiempos modernos se anexó también el tecnológico.


Es amplio el espectro del Festival de la Leyenda Vallenata, considerada la mejor vitrina de Valledupar, constituida por un mundo de relaciones sociales, institucionales, políticas, de negocios y gestiones de toda índole.


Está en marcha entonces un nuevo capítulo de ese proceso de consolidación y afianzamiento del valor cultural de Valledupar y Colombia, una dinámica que permite saldos de gran beneficio para la región y que trascienden a muchos entornos geográficos.


Con el primer conversatorio desarrollado ayer viernes se activó en Valledupar ese dispositivo que permite compartir experiencias, formas e historias de vida, aportar al conocimiento de diversas expresiones y vivencias del Caribe colombiano, fomentar el intercambio y el respeto por la diversidad cultural de nuestros pueblos.


La inscripción de 264 participantes en los diversos concursos del festival, la disposición de toda una infraestructura logística, la adopción de medidas de seguridad y la implementación de planes de contingencia en el sector salud, permiten pensar que está garantizado el normal desarrollo de esta gran fiesta folclórica.


Bienvenidos todos los que con entusiasmo llegan a Valledupar a disfrutar del Festival de la Leyenda Vallenata.